El truco para eliminar las manchas amarillas de tu almohada sin meterla en la lavadora

Almohada blanca en una cama.

Héctor García Alonso

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Día tras día, la cama es una de las zonas del hogar en las que más tiempo pasamos. Ya sea para dormir por la noche o para descansar un rato antes de afrontar otra tarea, el uso continuado de la misma puede conllevar a una gran acumulación de gérmenes, suciedad y bacterias.

Muestra de ello son las manchas amarillentas que se presentan en toda la ropa de cama tras un uso prolongado de la misma, tanto en fundas de almohadas como en sábanas y colchas, sobre todo cuando son de color blanco. Estas apariciones están causadas principalmente por la mezcla de varios residuos durante el sueño, como sudor o aceites corporales.

Una vez avistados estos desperfectos, es recomendable lavar todas las piezas de cama que los contengan por varios motivos, ya que permitirá mantener una higiene adecuada del hogar. Así, limpiar la ropa de cama no solo ayudará a prolongar su vida útil, sino que también evitará que las manchas se adhieran a las superficies de forma definitiva.

Pese a que la forma más sencilla de llevar a cabo esta tarea es introduciendo las partes manchadas en la lavadora, existen otros métodos con los que no es necesario recurrir al electrodoméstico. Por ello, este es el truco para eliminar las manchas amarillas de tu almohada sin meterla en la lavadora:

Cada cuanto es recomendable cambiar la ropa de cama

Antes de comenzar con el truco para eliminar las manchas amarillas, es importante saber cada cuanto tiempo es recomendable cambiar las fundas de almohadas y otras piezas de cama para evitar estos desperfectos. Así, aunque a simple vista pueda parecer que está limpia, es recomendable cambiar la ropa de cama al menos una vez a la semana.

Esto es debido a que las fundas -sobre todo las de almohada, pero todas las de la cama en general- tienden a acumular restos de pieles muertas, pelos y ácaros, los cuales combinado con fluidos como el sudor o la saliva pueden afectar a la vida útil de la cama. De la misma manera, también es aconsejable mudar la cama nada más salir de un proceso vírico o de cualquier enfermedad para evitar posibles complicaciones, especialmente si se duerme en pareja.

El truco para eliminar las manchas amarillas de tu almohada

Aunque la forma más efectiva de retirar las manchas amarillentas es introduciendo la ropa de cama en la lavadora, en ocasiones esta tarea no es posible por los materiales o las indicaciones de la etiqueta de cada producto. Por ello, existe un truco para eliminar las manchas amarillas de tu almohada sin recurrir al electrodoméstico.

Para comenzar con el método casero, mezcla una parte de bicarbonato de sodio con una parte de vinagre blanco de limpieza hasta formar una pasta consistente. Tras ello, aplica el mejunje directamente sobre las manchas amarillas de las almohadas cubriéndolas por completo.

A continuación, deja que la mezcla actúe durante al menos media hora para que los agentes activos de los productos penetren en los tejidos y descompongan todos los desperfectos. Una vez ha pasado el tiempo, utiliza un paño de microfibra humedecido para retirar la pasta de las almohadas que se estén limpiando. Es importante cerciorarse de que se han retirado todos los residuos para evitar acumulaciones innecesarias de los productos, que podrían dañar los tejidos.

Para finalizar, seca la almohada en un lugar correctamente ventilado antes de volver a utilizarla. Existen varios tipos de almohadas y de varios grosores, por lo que es importante revisar que la parte interna del objeto esté seca por completo antes de retirarla de la zona ventilada.

Consejos adicionales para almohadas blancas

Si las almohadas con manchas son blancas, existe otro producto con el que es posible higienizarlas fácilmente. Así, adquiere percarbonato blanqueante en cualquier tienda especializada o supermercado, en la sección de limpieza. Este compuesto tiene agentes activos que permitirán eliminar el color amarillento de cualquier tejido blanco.

Así, el percarbonato blanqueante no solo sirve para almohadas, también puede ser utilizado para higienizar toallas, paños de cocina, servilletas de tela, manteles e incluso zapatillas, siempre y cuando sean de color blanco. Su aplicación es sencilla, ya que solo se deben de añadir un par de cucharadas del producto junto con el detergente habitual. Aun así, recuerda revisar las instrucciones del fabricante antes de aplicar el mismo.

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