Con la subida de las temperaturas llega la visita de centenares de huéspedes incómodos a nuestros hogares. Las hormigas forman una nube terrestre de artrópodos que inundan nuestras viviendas en busca de comida, y en ocasiones parece que provienen de la nada. Pero existen decenas de recovecos en nuestras casa que las atraen, les dan asilo y les permiten esconderse de nosotros.
Es importante mantener las hormigas a raya ante los primeros signos de que están presentes en nuestro hogar. Sus heces pueden contaminar nuestros alimentos. Una vez que nuestro comida ha sido pasto de las hormigas queda inservible, por eso es vital actuar rápido:
Cierra las grietas
Por pequeñas que nos puedan parecer, las grietas son un lugar de entrada para las hormigas. Pueden anidar en nuestras paredes y usar paredes resquebrajadas como puntos de entrada y salida. Si encuentras una zona agrietada pero no tienes tiempo para taparla en ese mismo instante, aplica pasta de dientes. El fuerte olor y la textura del dentífrico las ahuyentará, o al menos les impedirá salir hasta que puedas atajar el problema. En cuanto puedas, sella las grietas con silicona diseñada específicamente para grietas. Si la grieta es demasiado grande, utiliza masilla.
Presta atención a las juntas
Con el tiempo, en las juntas de puertas y ventanas pueden surgir grietas minúsculas que pueden suponer un punto de acceso perfecto para las hormigas a nuestros hogares. Asegúrate de que estén bien selladas y de no ser así, ponles remedio de forma similar a las grietas de tus paredes. Tapa las juntas abiertas con silicona o masilla.
Burletes para puertas
Una zona imposible de cerrar en las puertas es la inferior, que siempre tiene unos milímetros de apertura con respecto al suelo, una zona de acceso perfecto para las hormigas. Puedes hacer más pequeña esa distancia con la instalación de burletes para puertas. Son perfectos para aislar nuestras viviendas del frío, de la suciedad y de los insectos. Existen de distintos tipos, ya sea en forma de cepillo o de goma aislante, y su instalación es bastante sencilla. Si no quieres instalar un burlete en una puerta que da al exterior, no dudes en aplicar vinagre de alcohol en esa zona del suelo, que ahuyentará a las hormigas.
Nada de migajas
En esta temporada debemos ser muy meticulosos con la limpieza. Cualquier miga que podamos dejar en la superficie atraerá a las hormigas, por lo que es importante que, por ejemplo, limpies la mesa y la cocina después de comer. Hay que barrer y pasar una bayeta por las distintas superficies donde utilizamos alimentos de forma rutinaria. Y en este ámbito no nos olvidemos de los electrodomésticos; pasar la escoba bajo la nevera o retirar las migas del interior de la tostadora puede ahorrarnos futuras invasiones.
Friega los platos
Aunque las hormigas temen al agua, puedes estar dispuestas a arriesgarse a sufrir una docena de bajas entre sus filas si con ello pueden acceder a los restos de comida presentes en tus platos. Es por ello que es importante que friegues después de comer, o en su defecto, elimines el mayor número de comida posible. Por la misma razón debes prestar atención a tu desagüe y evitar que se pudra comida allí.
Sellar recipientes
Evita dejar recipientes o bolsa de comida abiertos en tu encimera. Procura que estén bien cerrados y guardados en tu despensa. Presta especial atención a los alimentos altos en azúcares, que las atrae especialmente. Intenta protegerlos con varias bolsas si es necesario, con un recipiente hermético o los dos. El azúcar puede ser para las hormigas la primera voz de alarma de que hay alimentos presentes en tu cocina, y una vez lo encuentren, buscarán el resto.
Sigue su rastro
Supongamos que las hormigas han abandonado su refugio en busca de algo que les interesa de tu hogar. Antes de que consideres eliminarlas, sigue su rastro a la inversa. Por norma general, esto debería conducirte al lugar del que vinieron, su nido. Una vez localizado, podrás sellarlo, pero antes tendrás que esperar a que se retiren o eliminar a las rezagadas.
Déjalas ir
Si acabas con una columna de hormigas de varios metros que se dirige a un alimento, trata de eliminarlas de forma eficiente. Una buena forma es hacer desaparecer el alimento que se ha convertido en su objeto de interés. Es importante que lo deseches fuera de casa, ya que tirarlo dentro solo las atraerá a otra zona de tu hogar. Una vez que te has desprendido de ese olor que las atrae, poco a poco deberían ir volviendo a su nido. Es un proceso que requerirá de tu vigilancia para que no se desvíen a otras zonas, pero así no tendrás que eliminarlas y además te permitirá identificar los puntos débiles de tu casa.
Repelentes caseros para hormigas
Si tus esfuerzos no tienen resultado no dudes en apostar por la prevención en forma de repelentes caseros. Estos se pueden hacer con elementos que ya tienes en tu hogar o que al menos son muy accesibles:
- Vinagre: de la misma forma que las hormigas adoran los alimentos azucarados, no soportan el olor del vinagre. Mezclado con agua a partes iguales, se puede rociar por las zonas de paso habituales, y veremos que el número de exploradoras se reduce drásticamente en muy poco tiempo. El vinagre, además, al ser tan fuerte elimina los rastros de olor que les sirven de guía, por lo que es difícil que vuelvan a detectar el camino que seguían dentro de nuestras casas.
- Limón: el limón produce un efecto similar al vinagre, pero tiene la ventaja de que su olor es más agradable. Si rociamos los suelos con un par de cítricos exprimidos, las hormigas también irán desapareciendo. Solo que en este caso nuestra vivienda olerá bastante mejor que con el vinagre.
- Menta y granos de café: en general, podemos eliminar a las hormigas con ciertos olores fuertes. Hierbas y especias como la menta, el laurel, el ajo o incluso los granos de café pueden servirnos de repelentes caseros. Podemos esparcirlos por el exterior de la casa si sabemos por qué zonas entran, a modo de pesticidas caseros. Pero si no estamos seguros, podemos meter alguno de estos ingredientes en bolsitas de tela y guardarlas en cajones y estantes, como se hace en los armarios con los productos antipolillas. Siguiendo la misma lógica, una buena forma de evitar que las hormigas inunden tus productos azucarados es guardarlos en el mismo cajón que el café.