Limpios y sin malos olores: trucos para mantener una buena higiene en los trapos y bayetas de cocina

Tener bayetas para distintas partes de la cocina puede resultar útil para un mejor mantenimiento.

Elena Segura

4 de noviembre de 2024 12:07 h

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Son indispensables en la limpieza diaria de la casa y uno de los elementos que siempre tenemos a mano y que más utilizamos en el aseo de la cocina. Y para que puedan cumplir con todas sus expectativas es indispensable que también mantengamos bien limpios y desinfectados los trapos y bayetas que solemos tener cerca del friegaplatos o en otras zonas de la cocina.

Los paños acumulan mucha suciedad a lo largo del día. Restos de comida, líquidos que se derraman en las mesas y encimeras, aceite y grasa de los fogones y otras manchas. Pero, además, si no tenemos cuidado y los dejamos bien extendidos y aireados tras su uso, es muy fácil que absorban humedades, lo que provoca que terminen desprendiendo malos olores.

Este campo de cultivo hace, además, que si no se mantienen de la manera adecuada sean un foco de bacterias; justo lo que tenemos que evitar en la cocina donde manipulamos alimentos y necesitamos que el ambiente esté bien higienizado para no contaminar nada.

Antes de contarte algunos trucos muy útiles para que siempre estén limpios y desinfectados, conviene considerar la posibilidad de tener en la cocina bayetas de distinto uso. Podemos emplear una solo para limpiar, por ejemplo, la encimera de la cocina y la mesa donde comemos, y disponer de otra diferente para limpiar los fogones, donde siempre se acumula la grasa y suciedad más persistente. Si nuestra cocina es de vitrocerámica o inducción, tendremos que hacernos con bayetas suaves para ello.

Tendremos además trapos de algodón o celulosa para secarnos las manos y los utensilios de la cocina que vamos fregando tras su uso. En este caso, también es recomendable diferenciar entre uno y otro uso. Y no utilizar el mismo trapo para ambas cosas.

Como último consejo, puede resultar muy útil también tener en la cocina rollos de papel absorbente con los que podremos hacer una primera limpieza de zonas con mucha grasa o recoger rápidamente líquidos derramados. En especial, si son muy viscosos como el aceite.

Vinagre, bicarbonato o cloro

Ahora sí, te damos una serie de trucos para que tus bayetas y trapos de la cocina estén siempre listos para su uso. Son un instrumento básico para la higiene de la cocina y no podemos usarlos si están sucios y desprenden malos olores.

  • Una fórmula muy obvia y sencilla pero no por ello menos eficaz es proceder a su limpieza con un poco de agua caliente y detergente. Podemos utilizar una gota del mismo lavavajillas que usamos para limpiar vasos, platos y cubiertos. Si, además, llegamos a hervir el agua —en este caso la rapidez que proporciona un hervidor puede resultarnos muy útil— conseguiremos desinfectar las bayetas y eliminar todas las bacterias que hayan podido acumular.
  • Si queremos añadir un desinfectante extra, podemos utilizar un chorrito de vinagre blanco que es un antibacteriano muy eficaz al tiempo que elimina de un plumazo los malos olores y las manchas de los trapos. Podemos sumergirlos en un pequeño barreño con agua caliente y vinagre y dejarlos a remojo durante 15 minutos o media hora. Luego los aclararemos y los dejaremos secar bien.
  • Para los malos olores también podemos utilizar el bicarbonato de sodio. Podemos emplearlo de distintas maneras. Una de ellas es disolviendo una cantidad de bicarbonato —normalmente con una cucharada será suficiente— en un poco de agua caliente y dejaremos los trapos y bayetas una hora aproximadamente a remojo. También se puede añadir al cajetín de la lavadora y limpiar los trapos a máquina.
  • Para el olor, te recomendamos utilizar unas gotas de aceites esenciales en tus trapos. El de lavanda deja un aroma suave y agradable. Si además quieres que sea antibacteriano, te recomendamos hacerte con uno de árbol de té, canela, tomillo o romero.
  • Otra cuestión a tener en cuenta es que la limpieza de los trapos y bayetas de cocina debe de ser diaria. Como mucho, cada dos días. No se puede esperar más para evitar sorpresas desagradables.
  • Para limpiezas más profundas podemos emplear cloro diluido en agua en un barreño, donde dejaremos a remojo los trapos y bayetas durante unos 15 minutos. Después aclararemos bien. Es un método muy eficaz pero del que no hay que abusar para evitar dañar los tejidos. O utilizar un ciclo de lavado corto a máquina a una temperatura elevada.
  • Y para una rápida desinfección puedes utilizar el microondas. Para ello, primero lo habremos limpiado con detergente, vinagre, bicarbonato o cloro, lo habremos enjuagado y escurrido muy bien y lo introduciremos en el microondas durante uno o dos minutos. No más. Nos mantendremos cerca en todo momento para supervisar el proceso. Hay que asegurarse de que el trapo o bayeta en cuestión no contiene ningún componente metálico.

Secado y almacenaje

Por otra parte, después de limpiar los trapos y bayetas de la forma que hayamos decidido es muy importante dejarlos secar completamente. Para ello, lo mejor es hacerlo al aire libre y al sol, si es posible. De esta manera estaremos seguros de que evitamos las humedades.

Una vez tenemos los trapos y bayetas bien limpios e higienizados, también hay que seguir una serie de pautas a la hora de guardarlos y almacenarlos para evitar que acumulen humedad y, por tanto, malos olores.

Los trapos de algodón u otros tejidos que usamos para secarnos las manos o los utensilios de cocina tenemos que guardarlos en algún cajón o espacio seco y libre de humedades. Mientras que las bayetas que tengamos en uso hay que evitar dejarlas en superficies mojadas y que acumulen humedad, tienen que dejar transpirar el paño.

Y por supuesto, si se nos ha ido de las manos la limpieza de las bayetas de la cocina y ya no hay remedio, lo más recomendable es deshacernos de ellas, adquirir unas nuevas y realizar un mantenimiento adecuado para alargar su uso lo máximo posible.

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