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Comer gusanos intestinales para curar la alergia

¿Has tenido alguna vez una infección de gusanos intestinales? Dependiendo de tu edad la respuesta puede ser claro que sí o, si eres más joven, claro que no. En realidad las distintas especies de gusanos intestinales que afectan a los seres humanos llevan con nosotros millones de años, y todo indica que se han adaptado a vivir en nuestro intestino. La higiene excesiva en los últimos años, especialmente con los niños pequeños, hace que estas infecciones por parásitos sean cada vez más raras.

Al mismo tiempo, las alergias están creciendo a una velocidad de vértigo. Los casos se han multiplicado por cinco en las últimas dos décadas. Alergia al polen, a los cacahuetes, a la soja, al gluten, al pelo de gato o a los ácaros. La receta habitual para la alergia son antihistamínicos y evitar a toda costa el alérgeno. Sin embargo, en algunas alergias como los cacahuetes se está empleando con éxito el tratamiento opuesto, llamado de desensibilización, consistente en una exposición controlada y gradual a la causa de la alergia. Se han conseguido efectos positivos  el caso de la alergia a los cacahuetes en niños.

Esto nos indica algo: nuestro sistema inmunitario está diseñado para aprender. A lo largo de nuestra vida nos exponemos a todo tipo de amenazas: virus, bacterias, toxinas, hongos, parásitos y nuestra supervivencia depende de aprender la respuesta adecuada en cada caso. La única forma de aprender es exponerse. Por eso las vacunas son la mejor idea de la historia de la humanidad: exposición a la amenaza sin riesgo de enfermar.

Sin embargo nuestro estilo de vida, donde todo está extremadamente limpio, nos priva de exponernos a muchos de estos “maestros” inmunitarios. Precisamente se está investigando la posibilidad de que las infecciones por parásitos intestinales sean una parte imprescindible de este aprendizaje.   

En un reciente estudio se ha comprobado que las moléculas de las plantas que causan la alergia son muy parecidas a las que producen los helmintos o gusanos intestinales. No es ninguna sorpresa, ya que los seres vivos están construidos con las mismas “piezas de lego” moleculares, y hay genes comunes en todos los organismos.

Pero ¿por qué hay una respuesta tan exagerada a las “piezas” que nuestro sistema identifica como pertenecientes a los parásitos, cuando ya no hay parásitos? No tiene mucho sentido desde el punto de vista evolutivo ponerse enfermos de este modo.

La respuesta es que en el pasado aprendimos a tolerar a estos parásitos, ya que una vez infectados, no teníamos forma de deshacernos de ellos. En todos los procesos inflamatorios hay unas células del sistema inmune reguladoras que actúan para frenar la reacción cuando pasa la amenaza. Lo que se ha observado es que los helmintos activan este sistema de regulación aplacando la respuesta del sistema inmune y frenando la inflamación. Además, interactúan con la flora intestinal, que también regula el sistema inmune, reduciendo la inflamación aún más.

Por supuesto, lo que ha ocurrido a continuación es que ya hay gente tomando gusanos intestinales para curarse la alergia. La teoría propuesta es que no son parásitos, sino simbiontes, que conviven con nosotros desde hace milenios y son necesarios, igual que las bacterias en nuestro intestino. Hay multitud de ensayos clínicos en marcha que tienen resultados positivos, pero como ocurre en el caso de las bacterias, aún no se sabe exactamente cómo funciona. Entretanto, puedes empezar por comer la comida que se cae al suelo.

¿En qué se basa todo esto?

Desensitization for Peanut Allergies in ChildrenEn los últimos años ha habido un progreso significativo en el desarrollo de métodos de tratamiento para la alergia alimentaria y específicamente la alergia a los cacahuetes. Si bien la inmunoterapia oral con cacahuetes parece ser la más eficaz para desensibilizar a los pacientes, la inmunoterapia sublingual y quizás la inmunoterapia epicutánea se asocian con perfiles de seguridad más favorables.

Comparisons of Allergenic and Metazoan Parasite Proteins: Allergy the Price of Immunity.Identificamos regiones de tipo epitópico en 206 proteínas de parásitos y presentamos el primer ejemplo en un gusano de una proteína vegetal (BetV1) que es el alergeno más común en el polen, y lo confirmamos como el objetivo de la IgE en humanos infectados por esquistosomiasis.

The Intestinal Microbiota Contributes to the Ability of Helminths to Modulate Allergic Inflammation.Informamos que la infección crónica con el helminto murino Heligmosomoides polygyrus bakeri (Hpb) alteró el hábitat intestinal, permitiendo una mayor producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFA). La transferencia de la microbiota modificada con Hpb sola fue suficiente para mediar la protección contra el asma alérgica.

Evolutionary biology and anthropology suggest biome reconstitution as a necessary approach toward dealing with immune disorders.En esta revisión, presentamos brevemente la idea de que estas pandemias se deben a un número limitado de desajustes evolutivos, el más dañino es el “agotamiento del bioma”. Este desajuste particular implica la pérdida de especies del ecosistema del cuerpo humano, el bioma humano, muchas de las cuales tradicionalmente se han clasificado como parásitos, aunque algunas pueden ser comensales o incluso mutualistas.

Therapeutic potential of helminths in autoimmune diseases: helminth-derived immune-regulators and immune balance.Datos epidemiológicos, modelos animales en auge y ensayos clínicos indican que algunos helmintos como H. diminuta, H. polygyrus, S. mansoni, T. spiralis y T. suis (a excepción de aquellos que exacerban el proceso inmunopatológico), así como las moléculas derivadas de helmintos potencialmente inmunomoduladoras pueden prevenir y / o tratar enfermedades autoinmunes, proporcionándonos una perspectiva clínica próspera.