La nariz es para respirar. Parece una perogrullada, pero si tenemos esa protuberancia con esos orificios en la cara es por un motivo principal: necesitamos meter aire en los pulmones. Además, en la nariz también reside el sentido del olfato, claro.
Normalmente, respirar por la boca sólo es necesario cuando no se puede respirar por la nariz, por ejemplo, debido a una congestión nasal. Además, cuando hacemos ejercicio intenso, respirar por la boca y jadear hace que entre el aire más rápidamente en los pulmones, porque nuestros músculos necesitan más oxígeno.
Puede parecer que lo importante es que el aire entre, y da igual boca o nariz, pero nada más lejos de la realidad. La nariz cumple funciones muy importantes, como filtrar, calentar y humedecer el aire antes de que entre en nuestro organismo. Si en su lugar respiramos por la boca todo el tiempo, se pierden todas estas funciones protectoras, y lo que es más grave, puede haber serias consecuencias para nuestra salud.
La nariz cumple funciones muy importantes, como filtrar, calentar y humedecer el aire antes de que entre en nuestro organismo
Por qué respirar por la nariz
La importancia de la nariz suele pasarnos desapercibida hasta que tenemos un fuerte resfriado o una alergia y nos damos cuenta de cómo tener la nariz tapada afecta a nuestra calidad de vida y nuestro sueño nocturno.
Respirar por la nariz tiene muchas ventajas:
- Actúa como filtro y retiene las pequeñas partículas presentes en el aire, incluido el polen.
- Humedece el aire para evitar la sequedad de los pulmones y los bronquios.
- Calienta el aire frío a la temperatura corporal antes de que llegue a los pulmones.
- Añade resistencia al flujo de aire, lo que aumenta la captación de oxígeno al mantener la presión de los pulmones.
Pero mucho más importante, al respirar por la nariz se produce óxido nítrico en los senos nasales. El óxido nítrico es un gas, pero es una molécula esencial para que los pulmones puedan absorber oxígeno y transportarlo por todo el cuerpo. El óxido nítrico además relaja el músculo liso vascular y permite que los vasos sanguíneos se dilaten. En otras palabras, tu tensión arterial baja cuando respiras por la nariz y sube cuando respiras por la boca. Además, el óxido nítrico también es antifúngico, antivírico, antiparasitario y antibacteriano, y ayuda al sistema inmunitario a combatir las infecciones.
Solo por eso ya sería interesante respirar por la nariz. Pero además, están los riesgos de respirar por la boca.
Al respirar por la nariz se produce óxido nítrico en los senos nasales y este es esencial para que los pulmones puedan absorber oxígeno y transportarlo por todo el cuerpo
¿Es malo respirar por la boca?
Respirar por la boca todo el tiempo, incluso cuando duermes, puede acarrear problemas de todo tipo. Estos son los más comunes:
- Más infecciones respiratorias: ya hemos visto que la nariz actúa como un filtro natural, calienta y humidifica el aire. Cuando respiramos por la boca este proceso de filtración y humidificación no se da. Las bacterias y virus, en lugar de quedar atrapadas en la mucosa de los senos nasales, pueden pasar a la laringe y a los pulmones, provocando infecciones.
- Presión arterial elevada: respirar por la boca hace que perdamos el óxido nítrico producido en la nariz. Esto a su vez empeora la absorción de oxígeno en los pulmones. En respuesta, el organismo hace que aumente la presión arterial. Además, respirar por la boca reduce la variabilidad cardíaca, es decir, se reduce nuestra capacidad para regular el estrés.
- Salud oral: la respiración por la boca puede secar la cavidad oral, reduciendo la saliva que protege los dientes y las encías de las bacterias. Esto puede incrementar el riesgo de caries dental, mal aliento y enfermedades de las encías.
- Calidad del sueño: la respiración por la boca por la noche, especialmente en personas con apnea obstructiva del sueño, puede disminuir la calidad del sueño y aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo. La respiración nasal, en cambio, promueve un patrón de sueño más saludable.
- Desarrollo facial y dental en niños: la respiración crónica por la boca en niños puede afectar al desarrollo facial y dental, llevando a cambios en la mordida y la estructura facial, como el crecimiento insuficiente de la mandíbula y el amontonamiento de los dientes.
- Rendimiento físico: la respiración nasal, aunque el flujo es más lento, mejora la oxigenación en los pulmones y puede influir positivamente en el rendimiento físico y la resistencia. Al contrario, al respirar por la boca se puede reducir la eficiencia en la captación de oxígeno y por tanto no seremos capaces de ejercitarnos con la misma intensidad durante mucho tiempo.
¿Por qué aparece la respiración bucal?
La causa de la mayoría de los casos de respiración bucal es un bloqueo total o parcial de las vías respiratorias nasales. En otras palabras, hay algo que impide el paso del flujo de aire hacia la nariz. Si la nariz está bloqueada, el cuerpo recurre automáticamente a la única otra vía que puede proporcionarle oxígeno: la boca.
Pero ¿por qué se obstruye la nariz? Parece que una de las causas es evolutiva. Al ponernos erguidos y aumentar el volumen del cerebro, quedó menos espacio en la cabeza y desapareció el hocico que tienen otros mamíferos. Esto quiere decir senos nasales mucho más pequeños y menos sitio para el aire.
Algunos investigadores creen que, además, la invención del fuego y el cultivo de cereales llevaron a una dieta más blanda, que dio lugar a una mandíbula más pequeña y más débil. Esto a su vez provocó el estrechamiento y acortamiento del maxilar superior e inferior hasta en un 21%. Comparados con nuestros ancestros, tenemos menos sitio para las vías respiratorias.
Además de que sea más fácil que en otros animales, hay trastornos que pueden obstruir la nariz: alergias, un resfriado, sinusitis, amigdalitis, un tabique desviado, pólipos nasales o simplemente la forma de la nariz.
Algunas personas también desarrollan el hábito de respirar por la boca en lugar de por la nariz, incluso después de que la obstrucción nasal desaparezca. Para algunas personas con apnea del sueño, puede convertirse en un hábito dormir con la boca abierta de forma inconsciente. El estrés y la ansiedad también pueden hacer que una persona respire por la boca en lugar de por la nariz. El estrés activa el sistema nervioso simpático, lo que provoca una respiración superficial, rápida y anormal. Además, respirar de este modo produce una respuesta de estrés, en un círculo vicioso.
Qué hacer para evitar respirar por la boca
Es posible que muchas personas no se den cuenta de que respiran por la boca en lugar de por la nariz, sobre todo por la noche. Algunos de los síntomas que pueden advertir de que esto ocurre son los ronquidos, la boca seca y el mal aliento, ronquera y fatiga en general.
Un niño puede no ser capaz de comunicar sus síntomas. Los niños que respiran por la boca pueden sufrir de un crecimiento ralentizado, amigdalitis, y mucho más grave, irritabilidad y problemas de concentración en la escuela. En ocasiones se diagnostica erróneamente a estos niños de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), cuando en realidad necesitan respirar mejor.
El tratamiento de la respiración bucal depende de la causa. Los medicamentos descongestionantes pueden tratar la congestión nasal debida a resfriados y alergias. Otra solución es usar tiras adhesivas que se aplican al puente de la nariz para ensanchar las fosas nasales por la noche y disminuir la resistencia al flujo de aire.
En personas con sobrepeso o de edad avanzada es importante hacer un diagnóstico de apnea obstructiva del sueño. Esta obstrucción repetida de la respiración puede agravar enfermedades crónicas y llevar a accidentes cardiovasculares. El tratamiento habitual es una mascarilla de terapia de presión positiva continua de aire (CPAP) que permite respirar con normalidad.
En el caso de los niños, el dentista también puede recomendar que el niño lleve un aparato diseñado para ensanchar el paladar, lo que ayudará a abrir los senos nasales.
Si la respiración bucal se debe al estrés o la ansiedad, las prácticas de meditación y ejercicios de respiración también podrían contribuir a corregirlo.
*Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.
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