El timo, la glándula desconocida que puede tener la clave del envejecimiento

Darío Pescador

31 de marzo de 2023 22:02 h

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¿Te gustan las mollejas de cordero? Este delicado plato de casquería tradicional en España y Francia, entre otros sitios, tiene sus seguidores y detractores, pero no todo el mundo tiene claro lo que está comiendo. Las mollejas son glándulas del timo, los humanos también las tenemos, y son mucho más importantes de lo que se creía.

El timo es una pequeña glándula que forma parte del sistema linfático. Se encuentra en la parte superior del tórax y es más grande en los lactantes y niños pequeños, pero su tamaño disminuye después de la pubertad. Alcanza su tamaño máximo en la adolescencia. Después, empieza a reducirse lentamente. A los 75 años, el timo se ha convertido casi totalmente en grasa.

Curiosamente, aunque comemos mollejas desde hace milenios, la verdadera función del timo fue descubierta en 1961. Con anterioridad, los investigadores creían erróneamente que no era más que un vestigio de tejido linfático, una especie de cementerio de células inmunitarias.

Nada más lejos de la verdad. El timo no es un cementerio, sino un campo de entrenamiento para el sistema inmunitario. Esta glándula tiene un papel fundamental en la inmunidad, ya que su función es producir y madurar las células T, los glóbulos blancos responsables de combatir las infecciones y el cáncer. Además de la función inmunitaria, el timo también produce hormonas para el crecimiento y la maduración de los tejidos. Las células T se pierden continuamente y deben reponerse a lo largo de la vida. Cuando el remplazo se frena, empiezan los problemas. 

¿Envejecemos porque envejece el timo?

A medida que envejecemos, la glándula del timo empieza a encogerse, un proceso que los científicos llaman involución. Pero este cambio de tamaño también indica que está dejando de hacer su trabajo. Se cree que el deterioro estructural del timo es una de las principales razones por las que con la edad cada vez somos más vulnerables a las enfermedades infecciosas, como la gripe y la neumonía, y en última instancia, el motivo por el que envejecemos. Menos células T, menos funcionales, quiere decir que el organismo tiene más difícil eliminar los patógenos externos, pero también eliminar las células defectuosas, como las células senescentes o células zombie, que están dañadas pero siguen vivas, produciendo inflamación, y las células cancerosas

El timo envejece más rápidamente que cualquier otro tejido del cuerpo, lo que disminuye la capacidad de las personas mayores para responder a enfermedades. Esto incluye a la eficacia de las vacunas, que son menos efectivas en las personas mayores, que precisamente necesitan mayor protección.

¿Qué es lo que dispara la degeneración del timo? Una de las posibles causas es la variación de las hormonas sexuales con la edad (testosterona y estrógenos). Sin embargo, está ganando fuerza la hipótesis de que el estrés oxidativo, es decir, el aumento de los radicales libres, está detrás de su deterioro. Esto se descubrió a principios del siglo XX, cuando se observó que en las autopsias a bebés que habían muerto de difteria, el timo había encogido.

Esto da una pista de cómo se podría evitar o revertir la degeneración del timo, y por tanto de nuestro sistema inmunitario, evitando los factores que generan estrés oxidativo: la radiación solar, contaminantes y metales pesados, y también el sedentarismo, las alteraciones del sueño, el tabaco y el alcohol y, especialmente, el estrés psicológico

Cómo regenerar la glándula del timo para envejecer más lentamente

Todo lo anterior ha hecho que se empiece a considerar la regeneración de la glándula del timo como una estrategia para prevenir el cáncer y otras enfermedades y además, retrasar el envejecimiento. 

El timo es capaz de regenerarse por sí solo hasta cierto punto. Ya en 1986 se consiguió regenerar el timo en ratones de laboratorio usando hormona de crecimiento, y en 2003 el experimento había funcionado con seres humanos usando durante un mes hormona de crecimiento combinada con dehidroepiandrosterona (DHEA), una hormona que disminuye con la edad y también se ha propuesto como tratamiento antienvejecimiento.

En 2019, un experimento diseñado específicamente para rejuvenecer el timo confirmó que era posible no ya detener, sino retrasar la edad biológica. Para ello usaron una combinación de hormona de crecimiento con dos medicamentos para la diabetes: metformina y, de nuevo, DHEA. Como media, los participantes “rejuvenecieron” 2,5 años biológicamente.

La terapia con antioxidantes, como la vitamina C, permite reducir el daño oxidativo que afecta al la glándula del timo y estimular el mecanismo de regeneración natural. Esto es especialmente importante en las personas que reciben quimioterapia o radioterapia, intervenciones que resultan muy perjudiciales para esta glándula. Una alternativa muy interesante para estas personas es la posibilidad de cultivar in vitro células timoideas que después se pueden transplantar a las personas que las necesiten. 

Como ocurre en otras dolencias, las deficiencias de nutrientes pueden empeorar los síntomas y la degeneración. En el caso del timo, los niveles de zinc son cruciales para mantener esta glándula saludable. 

* Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.

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