Los seres humanos hacemos la historia en condiciones independientes de nuestra voluntad.
Lugares propios de nuestro espacio
El título no es mío, sino de Begoña Alfaro. Son palabras pronunciadas por ella en la rueda de prensa en la que comunicó su asistencia el próximo domingo al acto constituyente de Sumar, convocado por Yolanda Díaz en Madrid en el polideportivo Magariños.
No sé si al lector le importa o no, pero me quedo más tranquilo informando de que yo también voy a estar allí. No soy, por tanto, imparcial, aunque sí pretendo ser lo más ecuánime posible en la opinión que quiero transmitir.
Begoña Alfaro ha definido con precisión el acto del próximo domingo. “Lugar propio de nuestro espacio”. El acto de Sumar no es, obviamente, el único lugar propio de nuestro espacio. En mi interpretación de “nuestro espacio” entran todos los lugares de la izquierda: desde los del PSOE a todos los de la izquierda que, por el motivo que sea, no se sienten representados por dicho partido.
Hay lugares de “nuestro espacio” que están bien articulados, como son los ocupados por el PSOE, y otros que solo lo están ocupados de forma muy fragmentaria y que necesitan ser articulados para poder participar eficazmente en la competición política a nivel del Estado, presupuesto para poder competir en los demás niveles de nuestra fórmula de gobierno: municipal, autonómico y europeo.
En el pasado inmediato hubo un momento en que Podemos consiguió esa articulación, poniendo fin al bipartidismo dinástico que había dominado el sistema político durante más de tres décadas. Podemos fue “el lugar” propio de nuestro espacio. El lugar referencial para todos los lugares dispersos por todas las “nacionalidades y regiones”, que, gracias a ello, pudieron adquirir visibilidad y alcanzar representación institucional. Los lugares propios de nuestro espacio son muchos, pero sin “un lugar” referencial, la energía de la que son portadores se dilapida. Esto es lo que nos enseñó Podemos. Podemos fue lo que fue porque posibilitó que “las confluencias” tuvieran visibilidad y “las confluencias” fueron lo que fueron porque Podemos hizo posible su reconocimiento por parte de la sociedad.
Por diversas circunstancias, pero sobre todo por la identificación del partido con su fundador, Pablo Iglesias, Podemos ya no puede ser el lugar referencial del “espacio” de izquierda que necesita ser articulado políticamente para poder competir con posibilidades de éxito frente a unas derechas, que, siguiendo la estela del partido republicano de los Estados Unidos, solamente están dispuestos a aceptar la victoria.
El lugar de referencia sigue siendo indispensable. Mejor dicho: es hoy todavía más indispensable de lo que lo fue hace casi una década, porque el PSOE, por un lado, no es el que fue y no puede hacer frente en solitario a las derechas españolas y porque las derechas no aceptan la democracia sino a beneficio de inventario.
Ese lugar de referencia tiene que ser constituido. Y Sumar es la única opción con credibilidad para hacerlo en este momento. No es seguro que lo consiga, pero si no lo consigue Sumar, no lo va a conseguir nadie. El descalabro de la izquierda sería inevitable. Y por mucho tiempo.
En el acto del domingo en Madrid no vamos a saber si Sumar puede conseguir ese objetivo de convertirse en lugar referencial del espacio de izquierda no articulado políticamente para competir a nivel estatal. Sí podremos saber si no lo puede conseguir. El fracaso lo comprobaremos ese mismo día. El éxito necesitará ser acreditado con un trabajo persistente con el que tendrá irse dando respuesta a los innumerables problemas que la articulación política de un espacio tan amplio y tan heterogéneo plantea.
El éxito del domingo es evitar el fracaso y proporcionar credibilidad a la construcción del lugar referencial de “los lugares propios de nuestro espacio”. Ese lugar todavía no existe. Se encuentra en fase constituyente y, en consecuencia, no puede pactar con nadie. El momento constituyente del “lugar referencial”, por definición, no se puede pactar con nadie.
El título no es mío, sino de Begoña Alfaro. Son palabras pronunciadas por ella en la rueda de prensa en la que comunicó su asistencia el próximo domingo al acto constituyente de Sumar, convocado por Yolanda Díaz en Madrid en el polideportivo Magariños.
No sé si al lector le importa o no, pero me quedo más tranquilo informando de que yo también voy a estar allí. No soy, por tanto, imparcial, aunque sí pretendo ser lo más ecuánime posible en la opinión que quiero transmitir.