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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los resultados del 28M y su impacto en el 23J

Con los resultados del 28M la derecha no consigue mayoría de investidura en unas elecciones generales. Esto no es una opinión, sino una constatación empírica. Este ha sido, en mi opinión, el primero de los motivos del presidente del Gobierno para disolver las Cortes Generales y convocar elecciones para el 23 de julio.

Y con buen criterio. En las elecciones municipales y autonómicas el momento del recuento electoral y de proclamación de los resultados es muy importante. Pero todavía lo es más el momento de ocupación real y efectiva de los Ayuntamientos y Gobiernos de las Comunidades Autónomas con base en dichos resultados. La percepción del resultado electoral cambia de manera decisiva entre el primero y el segundo.

Recuerdo que a los alumnos siempre les ilustraba la diferencia entre ambos momentos con los resultados de las primeras elecciones municipales de la democracia en 1979. UCD ganó con claridad dichas elecciones y el PSOE obtuvo un resultado mediocre. Pero el PCE-PSUC obtuvo su mejor resultado electoral de siempre. El pacto de PSOE-PCE-PSUC hizo que el PSOE alcanzara el gobierno de prácticamente todas las ciudades más importantes y de las Diputaciones provinciales. Las reservas que todavía tenía la sociedad española sobre la falta de madurez del PSOE como “partido de gobierno” desaparecieron y facilitaron su acceso en 1982 al Gobierno de la nación.

En la memoria de la sociedad española quedó que 1979 había sido un gran triunfo del PSOE. No lo fue electoralmente, pero sí acabó siéndolo institucionalmente, que es lo que al final cuenta.

Celebrar las próximas elecciones antes de que sea visible la ocupación territorial del poder derivada de los resultados del 28M ha sido, en mi opinión, un gran acierto del presidente del Gobierno. La referencia para el 23J es el momento electoral y no el momento institucional.

Y el momento electoral del 28M no era malo, siempre que los partidos a la izquierda del PSOE concurrieran conjuntamente en las elecciones generales. Este era el segundo objetivo del adelanto electoral. No dar tiempo a que se discutiera mucho. La decisión de concurrir conjuntamente a las elecciones tenía que adoptarse con el mazazo que para ellos, no para el PSOE, había supuesto el resultado electoral. La celeridad en la toma de decisión era decisiva para que pudiera alcanzarse. De ello se encargaba el plazo fijado en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para la formalización de coaliciones electorales.

Con el adelantamiento electoral el presidente del Gobierno ha invertido las posiciones en las que se encuentran las derechas y las izquierdas ante el 23J. El país ha sido vacunado contra la “derogación del sanchismo” en las elecciones municipales y autonómicas. La repetición del mismo argumento, por la propia naturaleza de las cosas, no puede surtir el mismo efecto. Como tampoco lo hará la resurrección de ETA y otros dislates que han operado el 28M.

Ahora es el momento de que las izquierdas pongan en valor lo que ha sido esta legislatura. En la recuperación del principio de anualidad presupuestaria, en la reforma laboral y la elevación del salario mínimo interprofesional, acompañados de la mayor creación de empleo indefinido de nuestra historia, los avances en el reconocimiento de los derechos fundamentales: eutanasia, interrupción del embarazo, Ley Trans y un largo etcétera.

Punto especial merece el reconocimiento expreso por parte de las dos izquierdas de que la Constitución Territorial de España no se entiende sin el reconocimiento como partes constitutivas de la misma de los nacionalismos catalán, vasco y gallego y que, en consecuencia, no es posible dirigir democráticamente el país sin su concurso.

En la idea de España de PP y Vox no tiene cabida la mayoría de la población española. Esta es la razón por la que no pueden ganar democráticamente en unas elecciones generales. Su idea de España es la misma que tenía el general Franco. Con esa idea no se ganan las elecciones generales.

El PSOE solo no puede ganar las elecciones. El PSOE más Sumar no pueden perderlas. Se va a ir viendo a medida que avancemos hacia el 23J.

Con los resultados del 28M la derecha no consigue mayoría de investidura en unas elecciones generales. Esto no es una opinión, sino una constatación empírica. Este ha sido, en mi opinión, el primero de los motivos del presidente del Gobierno para disolver las Cortes Generales y convocar elecciones para el 23 de julio.

Y con buen criterio. En las elecciones municipales y autonómicas el momento del recuento electoral y de proclamación de los resultados es muy importante. Pero todavía lo es más el momento de ocupación real y efectiva de los Ayuntamientos y Gobiernos de las Comunidades Autónomas con base en dichos resultados. La percepción del resultado electoral cambia de manera decisiva entre el primero y el segundo.