Contrapoder es una iniciativa que agrupa activistas, juristas críticos y especialistas de varias disciplinas comprometidos con los derechos humanos y la democracia radical. Escriben Gonzalo Boye (editor), Isabel Elbal y Sebastián Martín entre otros.
Israel dispara, la Comunidad Internacional calla: El silencio mata. Tributo a nuestro hermano Hashem Azzeh
Las fuerzas israelíes han asesinado a nuestro amigo, nuestro camarada, nuestro hermano, nuestro maestro Hashem Azzeh.
El caso de la familia de Hashem es muy especial y solemos nombrarlo en casi todas las charlas que damos porque es muy ilustrativo de qué es vivir bajo el infierno de la ocupación en el lugar en el que ésta, el es más cruel: Hebrón-Al Khalil.
Hashem nació en 1963 en la misma casa en la que nació su madre. Cuatro años después, tras la guerra del 67, empezaron a aparecer colonos israelíes que robaron sus tierras, sus casas, sus instalaciones, sus colegios...
Estos colonos decidieron crear un asentamiento donde vivía Hashem y su esposa, Nisreen Ayyoub Azzeh. Les ofrecieron una millonada por su casa pero ellos no aceptaron porque su dignidad, su historia, sus raíces y las de su familia no tenían precio.
Entonces hicieron el asentamiento aislando la casa de la familia Azzeh y pusieron un muro de seis metros de altura en el único paso que permitía acceder a su casa (véase la foto adjunta). Durante tres años, esta familia se ha visto obligada a sortear este muro cada vez que querían entrar o salir de casa. Su hijo Younes, que ahora tiene 9 años, se cayó desde este muro hace 2 o 3 años y se partió un brazo. Los colonos le pegaron y patearon mientras él pedía ayuda.
Su esposa Nisreen quedó embarazada en 2006 y, cuando los colonos detectaron este embarazo, la pusieron sobre una roca, con el vientre hacia arriba, y estuvieron golpeándoselo con grandes piedras hasta que le hicieron perder a su hijo. En 2007 quedó embarazada de nuevo y le golpearon, esta vez con la culata de una ametralladora, provocándole un nuevo aborto. A su hija Raghab, de 11 años, le han partido una pierna.
Todas estas agresiones de los colonos se llevan a cabo con la colaboración de las fuerzas de ocupación israelíes que, no sólo los protegen, sino que arrestan o directamente asesinan a quien intente oponerse a la violencia de sus protegidos, que actúan impunemente como autenticas fuerzas paramilitares.
Hashem, lejos de acobardarse o rendirse ante todas estas agresiones, siguió luchando por sus derechos y los de su pueblo, y el régimen israelí lo condenó a arresto domiciliario. Ha estado dos años y cuatro meses sin poder salir de su casa pero esto no le sirvió para estar a salvo de sus agresores. A diario le apedreaban las ventanas, les quemaban sus plantas, pegaban a sus hijos. Una vez, un grupo de colonos llegó a entrar en su casa y, mientras varios de ellos lo sujetaban, otro estuvo golpeándole en la boca hasta que dejaron su mandíbula inferior sin un solo diente.
Cuando estuve en Hebrón me quedé en casa de Hashem y su familia, como lo hemos hecho todos los brigadistas internacionales de Unadikum. Le expliqué que teníamos intención de escribir un libro sobre Palestina y que su caso tendría un capítulo específico; le hizo mucha ilusión. Estábamos haciendo gestiones para traerlo a que diera una serie de conferencias en el estado español. Ahora, la ocupación nos lo ha quitado, nos lo ha asesinado.
Yo tenía que dar ayer una charla en la Universidad de Tarragona y, cuando llegué, nuestro compañero Marc García me informó del asesinato de Hashem. Me quedé bloqueado y valoré incluso la posibilidad de suspender la conferencia. Finalmente conseguí rehacerme y hacer el mejor homenaje que se le puede hacer a los grandes y anónimos héroes y heroínas palestinas, explicar qué es la ocupación israelí, sus crímenes, su política de limpieza étnica y apartheid, su racismo, reivindicar el derecho del pueblo palestino a resistir por todas las vías a su alcance, hacer llamamientos al boicot a Israel, al movimiento BDS...
Ahora nos toca seguir luchando, divulgando, combatiendo la campaña de intoxicación de los grandes medios, explicando que los ocupantes no son víctimas, que los palestinos no están muriendo, están siendo asesinados; seguiremos denunciando la complicidad de las “democracias” occidentales y de la práctica totalidad de la comunidad internacional con la entidad sionista, con sus crímenes y con su ocupación. Le debemos esto a Hashem y a los miles de palestinos y palestinas asesinados por las fuerzas israelíes de ocupación y por su rama paramilitar: los colonos.
Hashem, hermano, que la tierra te sea leve.
¡¡¡Viva Palestina Libre!!!
¡¡¡Viva la Lucha del Pueblo Palestino!!!
Las fuerzas israelíes han asesinado a nuestro amigo, nuestro camarada, nuestro hermano, nuestro maestro Hashem Azzeh.
El caso de la familia de Hashem es muy especial y solemos nombrarlo en casi todas las charlas que damos porque es muy ilustrativo de qué es vivir bajo el infierno de la ocupación en el lugar en el que ésta, el es más cruel: Hebrón-Al Khalil.