Contrapoder es una iniciativa que agrupa activistas, juristas críticos y especialistas de varias disciplinas comprometidos con los derechos humanos y la democracia radical. Escriben Gonzalo Boye (editor), Isabel Elbal y Sebastián Martín entre otros.
Medio millón de niños palestinos en riesgo de exclusión escolar por abandono de la Comunidad Internacional
La resolución 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas obliga a Israel a permitir el retorno de los refugiados a sus tierras, así como a indemnizarlos por los daños ocasionados, pero la entidad sionista lleva ignorando esta resolución cerca de siete décadas sin que la ONU ni ningún estamento internacional le imponga ningún tipo de sanción por este incumplimiento.
La solución del régimen israelí al problema de los refugiados de Palestina es acabar con el concepto de “refugiado palestino”, restringiéndolo a aquellas personas que se vieron obligadas a abandonar sus casas y sus tierras en 1948, dejando fuera de este colectivo a todos sus descendientes, en este momento, más de cinco millones, repartidos principalmente entre Palestina, Jordania, Siria y Líbano. Para conseguir este objetivo se encuentra con un obstáculo: la UNRWA.
La comunidad internacional, siempre dispuesta a ceder a las presiones del lobby sionista, ha recortado hasta la práctica desaparición las donaciones a la agencia encargada de garantizar los servicios básicos de los refugiados de Palestina: vivienda, educación, alimento, sanidad..., y lo hace en el momento en que mayores son las necesidades de esta comunidad, un año después de que la ofensiva israelí “margen protector” destruyera todas las infraestructuras de la franja de Gaza y tras casi cinco años de una guerra en Siria que está afectando de forma dramática a medio millón de refugiados de Palestina que sobreviven en este país.
UNADIKUM aspira a ser una herramienta en manos del pueblo palestino y como tal lucha por los legítimos derechos de sus refugiados. El Comité Popular para los Refugiados convocó para el pasado día 13 una protesta en las oficinas de la UNRWA en Nusseirat, en el área central de la franja de Gaza y el Sr. Khalid al Sarraj invitó a nuestra organización a participar en este acto de protesta y ser su altavoz fuera de Palestina, y allí estuvimos, como hemos estado siempre, y como estaremos siempre que se considere interesante nuestra presencia. La protesta fue para exigir a UNRWA que cumpla con sus obligaciones con los refugiados de Palestina pero asumiendo que si no lo hace nos es por falta de voluntad de esta agencia sino por la falta de los medios necesarios para hacerlo, dado que la comunidad internacional no está cumpliendo con su obligación de financiar las necesidades de los refugiados.
Nosotros participamos exigiendo a la comunidad internacional que asuma esta pequeña parte de sus obligaciones con el pueblo palestino, con sus refugiados, con los más de cinco millones de personas que se ven obligadas a vivir fuera de sus tierras por la desidia, cuando no complicidad directa, de la comunidad internacional con la permanente política de apartheid y limpieza étnica que lleva a cabo el régimen israelí contra el pueblo palestino.
La resolución 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas obliga a Israel a permitir el retorno de los refugiados a sus tierras, así como a indemnizarlos por los daños ocasionados, pero la entidad sionista lleva ignorando esta resolución cerca de siete décadas sin que la ONU ni ningún estamento internacional le imponga ningún tipo de sanción por este incumplimiento.
La solución del régimen israelí al problema de los refugiados de Palestina es acabar con el concepto de “refugiado palestino”, restringiéndolo a aquellas personas que se vieron obligadas a abandonar sus casas y sus tierras en 1948, dejando fuera de este colectivo a todos sus descendientes, en este momento, más de cinco millones, repartidos principalmente entre Palestina, Jordania, Siria y Líbano. Para conseguir este objetivo se encuentra con un obstáculo: la UNRWA.