Grupos de vándalos arrasan con lo que queda del Museo del Calamar Gigante en Asturias

Un acto vandálico ha arrasado lo que quedaba del Museo del Calamar Gigante en Luarca, ubicado en el occidente asturiano. Tras los daños sufridos en el edifico por el temporal y la desaparición de diez ejemplares de calamar gigante, unas veinte personas entraron en la noche por la puerta de emergencia y causaron graves daños en las ya tocadas instalaciones museísticas.

Los asaltantes aprovecharon la escasa protección del edificio semiderruido para campar a sus anchas. El gerente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de Especies Marinas (Cepesma) y responsable del museo, Luis Laria, sospecha que son dos grupos, “que se cuentan con los dedos de dos manos, que, amparados en las desgracias, disfrutaron de lo lindo rompiendo todo lo que encontraban a su paso”. La policía científica ya está investigando a los posibles autores.

Urnas destruidas con extintores, donde se guardan ejemplares que ya no se pueden salvar, robo de los equipos informáticos, aves desplumadas y paredes con pintadas obscenas, se suman a los graves daños que sufre el edificio y a la pérdida de ejemplares valorados en dos millones de euros. Laira califica los hechos “de un atentado contra la cultura y la historia de veinte años de trabajo; no hacen daño al museo, sino a la sociedad asturiana”.

En la página web de la Coordinadora, Laria hizo público un sentido comunicado, en el que hace alusión a los autores de este acto vandálico: “a los pocos, que muchos sabemos quiénes son en Luarca, que desean la desaparición de este museo y de la CEPESMA, ya no sólo critican, sino que se ponen a la obra, les invito que me ataquen a mi directamente a la cara y lo que es de Luarca, como en éste caso la museística, la respeten, sino que la arrasen lo más pronto posible. Espero que sigan disfrutando con ello, porque a mi ya más daño no me pueden hacer”.

Laira reconoce el bajo estado de ánimo del personal que trabaja en la Cepesma y más cuando todavía no hay una resolución de los técnicos del Gobierno del Principado, que determinarán cual es la mejor alternativa para el futuro del edificio del calamar gigante, que de continuar tendrá una estructura diferente a la que tiene ahora.

Un acto vandálico ha arrasado lo que quedaba del Museo del Calamar Gigante en Luarca, ubicado en el occidente asturiano. Tras los daños sufridos en el edifico por el temporal y la desaparición de diez ejemplares de calamar gigante, unas veinte personas entraron en la noche por la puerta de emergencia y causaron graves daños en las ya tocadas instalaciones museísticas.

Los asaltantes aprovecharon la escasa protección del edificio semiderruido para campar a sus anchas. El gerente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de Especies Marinas (Cepesma) y responsable del museo, Luis Laria, sospecha que son dos grupos, “que se cuentan con los dedos de dos manos, que, amparados en las desgracias, disfrutaron de lo lindo rompiendo todo lo que encontraban a su paso”. La policía científica ya está investigando a los posibles autores.