La Bienal del Libro de Sao Paulo apuesta por un matrimonio entre el libro y la innovación

El “matrimonio” entre la literatura tradicional y la convergencia digital es la gran apuesta de la XXV Bienal del Libro de Sao Paulo, que abrió hoy sus puertas a más de 300 autores que discutirán temas como innovación, tecnología, gastronomía, feminismo y el fenómeno de las 'fake news'.

Bajo el lema “Download de conocimiento”, el principal objetivo de esta edición es explorar las nuevas maneras de enseñanza y aprendizaje a partir de elementos que unen educación convencional y tecnología, que pasa a ser usada como un material de apoyo a la hora de formar niños y adolescentes.

“Desafortunadamente, las escuelas brasileñas aún tratan la cuestión de la educación como si estuvieran en el siglo pasado, por eso la idea de traer y enseñar a las personas esas tecnologías”, afirmó a Efe el presidente de la Cámara Brasileña del Libro (CBL), Luís Antonio Torelli.

Entre los 75.000 metros cuadrados que reúnen centenares de expositores, profesionales y visitantes, el público podrá conocer de cerca como será el “aula de 2030”, una experiencia futurista en la que herramientas como la realidad aumentada, virtual o de inmersión sirven como material didáctico.

“El potencial de la Inteligencia Artificial puede ser explorado de muchas maneras en el contexto educacional, volviendo la realidad de profesores y alumnos mucho más productiva, dinámica e interactiva”, explicó el director de programas académicos de Microsoft Brasil, Daniel Maia.

Sobre la figura y función del profesor, Torelli y Maia coinciden que se trata de un papel “insustituible” y que las herramientas digitales vienen para “agregar experiencias” y “servir como apoyo”, y no para reemplazar a los profesionales.

“La tecnología puede auxiliar mucho al profesor durante la clase, en la conquista de nuevos lectores o en la propia alfabetización. Queremos que maestros, directores, profesionales de la educación vengan y perciban estos beneficios”, expresó Torelli.

A pesar de la crisis que golpea a Brasil desde finales de 2014, Torelli se dijo optimista con el futuro de la industria librera, sector cuyas ventas crecieron un 7 % respecto al año pasado.

En conjunto, la Bienal 2018, que se presenta como un “escenario de experiencias y descubrimientos” y que espera acoger a unas 700.000 personas hasta el próximo día 12, además de descuentos de hasta un 50 % en el precio de los libros, ofrece una variada agenda para los más jóvenes.

Es así como niños y adolescentes podrán participar en desafíos matemáticos, explorar laberintos, conocer sus autores favoritos e interactuar con programas de Inteligencia Artificial, además de crear y dibujar su propio cómic en un ordenador y, después de 30 minutos, recibir en manos la versión impresa de su obra personalizada.

En un país en el que un 40 % de la población no cultiva hábitos de lectura, otro papel tradicional de la Bienal del Libro de Sao Paulo es el de fomentar el diálogo y el debate sobre temas sensibles como el feminismo, el racismo, la política y el fenómeno de las noticias falsas.

“Nosotros queremos mostrar la función fundamental del libro en ese contexto político. Los libros son importantes porque tienen un autor, una editorial y unos elementos muy particulares. Tienen un interlocutor con quien el lector puede dialogar, diferente de lo que pasa en las redes sociales”, subrayó Torelli.

Sin embargo, la industria librera es un sector en constante “adaptación” para garantizar que los lectores, en especial los más jóvenes, sigan “atraídos e interesados” por el universo de la literatura.

Según datos de la CBL, el 30 % de los brasileños nunca ha comprado un libro en su vida. Por eso, para la editora de la editorial Melhoramentos, Leila Bartolazzi, es esencial buscar nuevas maneras de “volver a cautivar” a los lectores de las nuevas generaciones.

“Siempre buscamos invertir en la interactividad, sobre todo a través de historias cruzadas (los 'crossover') entre personajes conocidos de libros, cómics y videojuegos o la incorporación de elementos audiovisuales y digitales en las páginas del libro, como los 'QR code'”, aseguró.