10 libros por minuto en Amazon: la venta de Fariña se dispara tras el secuestro judicial
'Fariña' se ha convertido en el libro más vendido en la plataforma de Amazon después de que una jueza acordara su secuestro cautelar. Según confirma la editorial, se han llegado a vender durante este miércoles hasta 10 ejemplares por minuto en algunos momentos del día.
La orden de retirar el libro cautelarmente ha sido tomada por una magistrada de Villalba tras una demanda por supuesta vulneración del derecho al honor de José Alfredo Bea, exalcalde de O Grove, que aparece citado en el libro tras una condena por narcotráfico que fue revocada por el Supremo.
El libro escrito por Nacho Carretero tendrá que ser retirado de las tiendas cuando Bea deposite 10.000 euros—para responder de los posibles daños y perjuicios que la medida cautelar suponga para el patrimonio del demandado—, algo que ocurre apenas unos días después de la impresión y distribución de los 10.000 ejemplares de una nueva edición. Sin embargo, la decisión judicial no ha podido frenar por ahora su distribución digital.
Lo que pretendía ser una medida para frenar la difusión de Fariña, solo ha acabado por alimentar la curiosidad de la gente, que lo han coronado en las ventas de Amazon.
La decisión judicial se produce tres años después de la publicación del libro, ya convertido en superventas, y con una serie de televisión basada en el texto de Nacho Carretero pendiente de estreno. En este caso, la jueza ha desestimado la pretensión del denunciante de paralizar la emisión, una medida que considera “desproporcionada” al desconocer si el exalcalde figura en el guión.
El efecto Barbra Streisand
Los intentos de censura a veces no consiguen lo que pretenden, sino más bien todo lo contrario. No es la primera vez que algo prohibido termina viralizándose en Internet y teniendo más importancia de la que habría conseguido por vías menos extraordinarias. Esto es popularmente llamado como efecto Barbra Streisand, que nació en 2003 a raíz de la actriz estadounidense que protagoniza el término.
Como explican en The Guardian, la intérprete denunció al fotógrafo Kenneth Adelman y a la página Pictopia.com exigiendo la retirada de una imagen donde aparecía su casa de Malibú (California). La instantánea no pretendía ilustrar la vida privada de la cantante, sino que formaba parte de un proyecto para mostrar la erosión de la costa. Aun así, esta se amparó en su derecho a la privacidad para imponer una multa de 50 millones de dólares.
No obstante, la denuncia encontró el resultado contrario al que buscaba. Antes de la acusación la imagen solo había sido descargada seis veces, dos de ellas por los abogados de Barbra. Pero, como indican en la BBC, después de toda la polémica el número de visualizaciones ascendió a más de 420.000 personas. De esta manera, una información que habría pasado desapercibida se convierte en trascendente.
Existen muchos casos similares, también agrupados bajo la etiqueta de “efecto Barbra Streisand”. Por ejemplo, cuando William Randolph Hearst intentó censurar la película Ciudadano Kane, el vídeo donde Tom Cruise hablaba de la Cienciología o incluso el intento de bloquear la página de descargas The Pirate Bay. Todos tienen algo en común: son ahora más importantes y accesibles que antes gracias a la represión.