Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Juan Pablo Villalobos: El humor convencional alimenta un discurso del odio

El escritor mexicano Juan Pablo Villalobos aborda en clave de humor el miedo de los autóctonos a ser "invadidos" por los foráneos en su novela "La invasión del pueblo del espíritu", en la que el cierre de un restaurante aboca a la sublevación de los habitantes de un barrio tras propagarse varias teorías 'conspiranoicas'.

EFE

Barcelona —

0

El escritor mexicano afincado en Barcelona Juan Pablo Villalobos, que ha cambiado el registro humorístico en su nueva novela, “La invasión del pueblo del espíritu”, justifica esta evolución al constatar que “en este momento, el humor convencional alimenta un discurso del odio”.

En la presentación de la novela, Villalobos ha agradecido de manera irónica a Anagrama “la campaña de promoción ideal del libro, porque es perfecta para hablar de la xenofobia hacia el pueblo lejano oriental”, y ha precisado que “ese cambio de registro humorístico tiene que ver con el momento político que vivimos actualmente”.

En sus novelas anteriores, admite el escritor, había “un tipo de humor convencional, que tiene que ver con el mecanismo de humillación de alguien que se burla de otro, un tipo de humor que alimenta un discurso del odio”.

El cambio de registro, añade, surge de “una reflexión sobre cómo alimentamos los discursos del odio, cómo es que estos discursos excluyentes que hoy reconocemos en la política como propiedad de derecha y ultraderecha en realidad están en todos los lados, en las redes sociales y en lo cotidiano”.

Para el autor, cuando nos burlamos de los que consideramos ignorantes, “estamos alimentando un odio, incluso cuando ese odio es lógico, por ejemplo, contra un nazi”.

Villalobos intenta escribir un humor distinto, que no deje fuera la ternura, la empatía, la intención de comprensión; y su novela también surge como reacción a una serie de crisis existenciales “sobre cuál es el lugar de un expatriado, desde qué lugar vive, mira y narra, preguntas que me llevan a seguir escribiendo”.

Esa crisis existencial llevó a Villalobos a darse cuenta de que no podía seguir escribiendo “simulando que era un escritor mexicano”.

La consecuencia es que “La invasión del pueblo del espíritu” está escrita con diferentes registros idiomáticos del español, se apropia, sin mencionarla, de Barcelona como escenario multicultural, desde el convencimiento de que “cada novela debe proponer su propia puesta en práctica de un lenguaje distinto, si no, no hay literatura”.

El punto de partida de la novela es el encuentro de dos amigos inmigrantes con una crisis existencial: en una ciudad del poniente, Max acaba de perder su restaurante porque el propietario no le ha renovado el contrato de alquiler; y Gastón debe dormir a su perro, Gato, diagnosticado con una enfermedad terminal.

Aparece también el hijo de uno de ellos, que al final es de ambos, y eso da pie al autor a reflexionar sobre la masculinidad.

Villalobos asegura que le interesa afrontar sus novelas sin apriorismos y con un alto nivel de libertad, “que en la página 50 pueda aparecer un extraterrestre, por ejemplo, que curiosamente es lo más autobiográfico que hay en el libro”, pues la vida extraterrestre le fascinó desde pequeño.

Para escribir esta novela, revela Villalobos, leyó mucho sobre política y ocultismo, sobre astrobiología, y constató que estos temas habían perdido interés, “porque entrañan una nostalgia, que a lo largo de la historia ha alimentado a los totalitarismos”.

Villalobos ha escrito la novela “contra los discursos del odio y contra la nostalgia, porque toda idea de recuperar un pasado que fue mejor es un discurso perfectamente instrumentalizable por la ultraderecha”.

Etiquetas
stats