El considerado como uno de los máximos referentes de la literatura estadounidense Philip Roth ha muerto a los 85 años en un hospital de Nueva York a causa de una insuficiencia cardíaca, según confirmó su agente a varios medios locales.
Ganó el Premio Pulitzer, dos Premios Faulkner, la Medalla Nacional de las Artes y el Premio Príncipe de Asturias. Sin embargo, hubo un galardón que se le quedó pendiente: el Nobel de Literatura. Su nombre sonó en varias ocasiones como candidato pero nunca lo recibió.
De origen polaco – ucraniano y nacido en Newwark en 1993, estudió literatura inglesa en Bucknell y Chicago. Al poco tiempo de licenciarse, Roth publicó sus primeros cuentos y críticas en revistas como The New Republic.
Temas como el sexo, el deseo, la vejez, la muerte o el judaísmo han recorrido su extensa obra en la que destacan principalmente sus novelas El lamento de Portnoy y la Trilogía Americana. En la primera, su protagonista cuenta sus aventuras sexuales a su psiquiatra y vive atormentado por los remordimientos y por su obsesión por el sexo. La segunda se compone de tres obras: American Pastoral (1997), Me casé con una comunista (1998) y La mancha humana (2000). Otra de sus obras es La conjura de América (2004), en la que relata una versión alternativa de la historia estadounidense incluyendo un pacto con los nazis.
En 2012 anunció en una entrevista a la revista francesa Les Inrockuptibles que Némesis sería su última novela. Y reconoció: “He dedicado mi vida a la novela. He estudiado, he enseñado, he escrito y he leído. He dejado fuera casi todo lo demás. Ya basta. Ya no siento ese fanatismo por escribir que sentía antes”. Su lucha contra la escritura, como él lo denominó, había terminado.