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Siete aclaraciones sobre la “liberalización” de Getty Images

Getty tiene las mejores fotos. Las más bonitas, las más impactantes, las más apropiadas. También es una de las agencias más caras y no todo el mundo se la puede permitir. Es por eso que la noticia de que Getty “libera” sus fotos ha causado un razonable revuelo entre periodistas y bloggers pero, como todo lo que tiene que ver con la propiedad intelectual, ha causado una gran confusión. Especialmente en lo que se refiere al uso “no comercial” de sus contenidos, un concepto que hasta las licencias Creative Commons encuentran difícil de concretar.

Estas son las claves del experimento, que su vicepresidente comercial, Craig Peters, ha aclarado en el British Journal of Photography:

1. Getty no ha “liberado” sus fotos. Ante la imposibilidad de impedir que millones de bloggers usen sus contenidos sin pasar por caja –según Peters “en su mayor parte bloggers independientes que típicamente ignoran todo lo relacionado con el copyright y las licencias, y que no tienen presupuesto para contenido”– y la insensatez de demandar a todos y cada uno de ellos, Getty ha decidido crear un marco en el que, aunque no cobren directamente, se pueden beneficiar: un player para incrustar fotos que además sea una ventana a su web.

2. No están todas. Son sólo 35 millones de fotos, un paquete que no ha sido especificado pero que no incluye los bancos de fotos premiadas - Reportage by Getty Images, Contour by Getty Images- ni las que han relicenciado a terceros. Ni presumiblemente gran parte de la actualidad. Getty protege su negocio guardandose lo más valioso del último minuto, que es lo que pagan los grandes medios.

3. No son los primeros. En 2011, Wired también “liberó” todas las fotos de la casa (sin incluir las de agencia o fotógrafos independientes) bajo una licencia no-comercial Creative Commons. En este caso, se trata de un uso menos restrictivo del material, que se puede usar sin player (subidas al sistema, en lugar de “incrustadas”) y al tamaño que corresponda pero sin derecho a modificaciones (incluyendo cortar la foto) y bajo la condición de llevar siempre el nombre del fotógrafo y un enlace al artículo original de la revista. Nadie ha calculado todavía el valor de todos esos enlaces en indexadores como Google, pero debe de ser importante.

4. Tiene restricciones comerciales. Según sus términos de usuario, el Contenido insertado de Getty Images no puede emplearse: (a) con ningún fin comercial (por ejemplo, en eventos publicitarios, promocionales o de marketing) o para insinuar publicidad o patrocinio; (b) en caso de infracción de cualquiera de las restricciones indicadas; (c) en contextos difamatorios, pornográficos o ilegales de cualquier otro modo; o (d) en contextos distintos a los relacionados con el Visor de inserciones.

5. Se puede usar con anuncios, pero no como anuncio. Aunque tengan anuncios, tanto el New York Times como Playboy o el Faro de Vigo pueden usar el player. “Esto no lo consideramos uso comercial -ha dicho Peters- Que una web tenga beneficios de publicidad no limita el uso del player. Lo que lo limita es que usen esa imagen para promocionar un servicio, un producto o un negocio. Para eso tendrían que comprar la licencia”.

6. El formato no es negociable. De momento tiene unas proporciones de 594 x 465 pixels, incluyendo un pie de foto con el nombre del fotógrafo, la colección y el logo de Getty Images. Los usuarios no podrán modificar esos parámetros, un inconveniente para hacer portadas o formatos poco flexibles.

7. Pero es susceptible de cambiar. Getty sí se reserva el derecho a cambiar el formato cuando quiera y como quiera sin avisar. Esto significa que puede cambiar el diseño, aumentar las fuentes, cambiar el color del marco (ahora es básicamente invisible), cambiar su logo, añadir otros elementos tipográficos. Esto podría tener un impacto en las fotos que ya han sido incrustadas.