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Destroyer Ft. Sr. Chinarro

Tenía que pasar: Sr. Chinarro vs. Destroyer

Javier Pulido / Javier Pulido

Madrid —

Disco de la semana. Destroyer: Five Spanish Songs / Dean Wareham: Emancipated Hearts

Five Spanish SongsEmancipated HeartsDan Bejar conoce la discografía de Señor Chinarro de primera mano. Su primo tocó en la primera demo, así que la obsesión por su imaginario sonoro y lírico –sí, también por los últimos discos, tan denostados por estos lares– viene de largo. Ahora que confiesa sentirse aburrido de componer en inglés, ha aprovechado para llevar a su terreno cinco de los temas compuestos por Antonio Luque, centrándose en su última etapa.

La crítica del New York Times habla de versiones sinceras de canciones encantadoras. Y sí, se palpa el cariño y el respeto, quizá demasiado en María de las Nieves –casi calcada a la original– y Bye, bye.

Más briosas son las versiones de El rito, que sustituye el andamiaje flamenco por un palmeo frenético y un riff muy glam, y Babieca en clave tropical. Ni por asomo están a la altura de las originales –probablemente no lo pretendan–, aunque sería fantástico que ayudasen a popularizar internacionalmente la obra de Luque.

Otra versión, en este caso de la Incredible String Band y mucho más legañosa, cierra el EP con el que Dean Wareham se estrena por fin en solitario.

El single Love is colder than death, que le podía haber compuesto Lee Hazlewood a Nancy Sinatra en los sesenta, es tan popero y soleado como poco representativo del resto de Emancipated hearts, seis canciones con las que Wareham retoma esa psicodelia de desarrollos hipnóticos y circulares y pocos acordes repetidos como un mantra.

Para consuelo de fans de largo recorrido y melómanos con gusto, Wareham no sólo ha vuelto a territorio de Galaxy 500, también recupera los guiños a The Velvet Underground en forma de violas eléctricas y fraseos nasales y desganados.

Canción de la semana. The War on Drugs: Red eyes

Red eyes

La meteórica carrera de Kurt Vile, y discos tan arrebatadores como Wakin on a pretty daze, ha eclipsado en parte los logros de la banda que cofundó hace años con Adam Granduciel, The war on drugs. Los de Filadelfia han anunciado nuevo disco para el 18 de marzo, Lost in the dream, y de aperitivo nos han regalado la preciosa Red eyes, que vuelve a oler a Springsteen por los cuatro costados, aunque han cambiado la armónica de antaño por una línea de sintetizador.

O de otra manera, Red eyes suena como si a algunas canciones de Slave ambient (2011) como Baby Missiles les hubieran bajado de revoluciones y limpiado el sonido. Eufórica celebración de la melancolía propulsada por una sección rítmica a piñón fijo y bañada por una emocionante épica radio-friendly.

Clásico de la semana. The Cars: The Cars

The CarsEn 1978, las nuevas bandas parecían condenadas a posicionarse entre dos opciones presuntamente incompatibles: abonarse a los guitarrazos empapados de azúcar del A.O.R. de la época o jugársela con los nuevos sonidos fríos y salvajes del punk y la new wave.

Los Cars de Ric Ocasek fueron más listos y decidieron quedarse con lo mejor de ambos mundos. Su homónimo disco de debut se saldó con ventas millonarias porque hechizó por igual a los fans del rock con laca y a la posmodernidad, sentando las bases para la versión más amable y digerible de la new wave.

Claro que es más fácil explotar la baza de la indefinición estilística cuando tienes un arsenal de hits en potencia. La banda de Boston siempre aseguró, no tan en broma, que este era en realidad su disco de grandes éxitos, algo que resulta difícil de rebatir cuando suenan del tirón himnos del pop nerd como Good times roll, My best friend´s girl y, claro, Just what I needed.

25 años después, sorprende recuperar los números menos crematísticos y obvios como Moving in stereo o All mixed up, un compendio de trucos de estudio con el que el productor Roy Thomas Baker parecía querer resarcirse del esquelético andamiaje sonoro del resto del disco, buscado expresamente para evitar las comparaciones con Queen –que las armonías vocales parecían propiciar– y ganarse el apoyo de la muchachada punk.

El debut de The Cars se grabó en tan solo 12 días, pero ojo, que aquí todo está perfectamente calculado al milímetro, como bien saben aplicados alumnos como The Killers.

Videoclip de la semana. Daft Punk: Instant Crush

Instant Crush

Aunque solo fuera por el cameo de relumbrón de Julian Casablancas, Instant crush olía a single seguro para el Random access memories de Daft Punk. De hecho, en el vídeo no se aprecia ni rastro del dúo francés y sí hay protagonismo absoluto del líder de los Strokes.

Instant crush combina fragmentos de Casablancas –bastante prescindibles– sobreactuando con una nueva versión del Soldadito de plomo de Hans Christian Andersen, que se desarrolla en un museo de cera y tiene un desarrollo y final bastante amargos. Evidentemente, los rasgos del soldadito son los de Casablancas. Su rostro fue diseñado por Tony Gardner, que ya trabajó con el grupo para crear sus famosos cascos de robot, como puede verse en este documental.

Festival de la semana: Heritage SON Estrella Galicia

Tras varios rumores y algún problema logístico, la edición de este año del Heritage SON Estrella Galicia se ha podido finalmente celebrar en diversos escenarios y fechas de Madrid y Londres. Abrieron fuego, el 3 de octubre, Deptford Goth y más de dos meses después cierran el festival itinerante Mount Kimbie.

Hace tres años, en plena fiebre del post-dubstep, conocimos a Dominic Maker y Kai Campos por ser amigos y colaboradores de James Blake. En 2013, su disco Cold Spring fault less youth ya no es la sensación del año ni del mes porque así de caprichosa y desmemoriada es la blogosfera, y eso que resulta mucho más trabajado, melódico y compacto que Crooks & Lovers. También mucho más agradecido de llevar al directo, como se podrá ver el sábado en la madrileña sala But.

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