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The Killers: Direct Hits

Javier Pulido / Javier Pulido

Madrid —

Disco de la semana: The Killers -Direct hits-

Direct hitsA The Killers, como a Coldplay y al Equipo A, se les lleva persiguiendo años por un crimen que nunca cometieron: acceder a la primera división mediática tras su paso fugaz por la prensa de tendencias. Diez años después, parece evidente que ellos siempre tuvieron clara su vocación de banda de estadio y fueron los early adopters de la blogosfera los que erraron el tiro.

Cuenta la leyenda que Björn Ulvaeus y Benny Andersson se encerraban horas y horas en el estudio hasta que lograban desmenuzar los ingredientes de los hits del momento. Solo entonces se lanzaban a componer aquellos rompepistas infalibles de ABBA. La banda de Brandon Flowers, en cierta manera, ha cogido el testigo de los suecos. Como ellos, no tienen ningún disco memorable, pero han sabido picotear de sus ídolos de cabecera -De Duran a Duran a Springsteen, de Depeche Mode a The Cars- para diseñar sus mejores canciones, siempre coronadas por ese estribillo épico tan reconocible como la engolada voz de Flowers.

El secreto de su éxito siempre se ha basado en esta calculada ambivalencia. Son capaces de robarle un bajo a los Pixies o meter un tímido homenaje al kraut en temas que, por otra parte, no esconden su filiación A.O.R. En ese cruce de caminos entre el indie-rock blandito y la radiofórmula son infalibles, y por eso este recopilatorio está más que justificado en su caso. Que levante la mano quien no haya bailado o tarareado Mr. Brightside, Somebody Told me o Smile like you mean it -aunque sea en la intimidad o poniendo el Spotify en sesión privada- o no se sepa el estribillo de ese Human del que tantos se reían al principio por su letra tan boba y que a la chita callando se ha convertido en clásico.

Direct Hits recopila sus éxitos de forma cronológica. Por eso empieza en lo más alto, con las canciones de Hot Fuss y Sam´s town y pierde fuelle a medida que nos acercamos a territorio del apastelado Battle born. Sin quererlo, siembra dudas sobre el futuro inmediato de la banda, que los dos temas inéditos no resuelven. Shot at the night, a pesar de la producción de Anthony Gonzalez/M83 o precisamente por ello, apesta a REO Speedwagon y en Just another girl, más entonada, han optado por plagiarse a sí mismos mientras deciden si reinventarse, cosa poco probable, abandonarse unos añitos a la inercia del éxito o dejar paso a la fulgurante carrera de Brandon Flowers en solitario.

Canción de la semana: Röyksopp -Something in my heart-

Something in my heartDel encuentro entre las gélidas programaciones del dúo noruego Röyksopp y voces tan cálidas como las de Jamie McDermott -de la estupenda banda británica de pop de cámara The irrepressibles- surgen en ocasiones torch-songs tan emotivas como Something in my heart, un medio tiempo melancólico y electrónico que nos remite a esos ya lejanos años en los que Erasure componían baladones de synthpop tan enormes como Ship of Fools. No hace tanto que versionaron Ice Machine, de los primeros Depeche Mode, así que de una u otra manera el espíritu de Vince Clarke está presente en sus nuevas composiciones. Lo curioso es que en realidad Röyksopp han presentado una cara B. El corte titular de su nuevo single ya lo conocíamos desde hace meses -Running to sea, estrenado en la tele noruega, igual de melódico que Something in my heart pero bastante más clubber-, aunque es previsible que le laven la cara aprovechando su estreno en formato físico.

Clásico de la semana: Sam Cooke -Night Beat-

Night Beat-

“Déjame contarte algo. Sam siempre fue ambicioso. Siempre supo exactamente qué quería hacer”. Lo cuenta L.C. Cooke, hermano de Mr. Soul, en la interesante biografía Dream Boogie. The triumph of Sam Cooke, escrita por Peter Guralnik. Tan ambicioso y tan decidido que, pocas semanas después de volar el Harlem Square de Miami aquella noche memorable del 12 de enero de 1963 con una actuación histórica, ya estaba grabando Night Beat. Apenas tres días, un pequeño grupo de músicos y un tono taciturno para un disco con el que pretendía rendir tributo a sus raíces -también a su maestro Charles Brown- y abundar en su faceta gospel. Night beat es una bendita anomalía en su discografía, una obra despoblada de los floridos arreglos de otros de los discos de Cooke, hasta el punto de que en Lost & Lookin´ sólo se puede escuchar el leve sonido de fondo de un bajo y unos platillos. Tampoco hay apenas material propio -pero ojo al sedoso blues Laughin´and clownin´- y por eso, y porque 1963 fue el año de The Beatles y Dylan, se suele pasar por alto esta maravillosa obra.

Van Morrison cuenta que Sam Cooke podía cantar cualquier cosa y hacer que funcionara. Seguramente pensaba en Night beat, muestrario al desnudo de la prodigiosa garganta de Cooke, tan pronto capaz de insuflar swing a los clásicos -Shake Little Roll- como de emocionar hasta las lágrimas con Nobody Knows The trouble I´ve seen, gozosa oración gospel que también puede ser leída como muestra de su fatiga en la lucha contra actitudes racistas en los escenarios y en los estudios de grabación.

Videoclip de la semana: M.I.A. -Y.A.L.A-

Y.A.L.A-

El alemán Daniel Sannwald es uno de los fotógrafos de moda más experimentales y solicitados por las firmas menos remilgadas. Su querencia por las posibilidades de las cámaras térmicas y las luces estrobóscopicas y el halo del surrealismo onírico de su trabajo no han pasado inadvertidos a M.I.A, consumada fashion-hunter, que le reclutado para el vídeo de Y.A.L.A., con el que pretende revitalizar por penúltima vez un disco que no está funcionando en las listas de ventas y que ha sido recibido de forma desigual por la crítica. El bombardeo de coloridos estímulos visuales a toda pastilla sobre los rasgos en primer plano de la cantante -no hay más en el vídeo, pero tampoco no cansa- puede resultar hipnótico, pero también bastante perjudicial para las personas que sufren de epilepsia. Ojo, que no es broma.

Festival de la semana: BIME

La primera edición del Bizkaia Internacional Experience (BIME) pretende convertirse, del 19 al 23 de noviembre, en un hervidero de ideas en torno al presente y futuro de la industria musical, con charlas, mesas redondas, networking, etc. Habrá actuaciones en directo también, fundamentalmente viernes y sábado. Como de John Grant ya hemos hablado varias veces y Manic Street Preachers y The Wedding present son viejos conocidos de los escenarios españoles, recomendamos de entre los 24 artistas del cartel el directo de Mark Lanegan, que vuelve a Bilbao en formato acústico tras su coitus interruptus en el BBK Live. Una pena que se hayan caído del cartel Instituto Mexicano del Sonido y Juana Molina, aunque valdrá la pena ver como These New puritans defienden sobre las tablas un disco de espíritu tan avant-garde como Field of Reeds. También promete el nuevo directo de Yuk, que han pasado de encomendarse a Dinosaur Jr. A ponerle una vela a Teenage Fanclub. De propina, Red Bell Music Academy llevará al BIME su arsenal de conferencias, DJ sets y directos. La programación completa puede verse aquí.