Pharrell Williams lo quiere todo

Y últimamente parece estar en todas partes: en estos meses lo hemos visto serio y trajeado para el Get Lucky de Daft Punk y haciendo el ganso en Blurred Lines de Robin Thicke, dos éxitos de los que no pudimos escapar el año pasado. Y, aunque el domingo se fue a casa sin el Oscar a la mejor canción por Happy, un mes antes se había hecho con cuatro premios Grammy. Esa es la liga en la que se mueve actualmente Pharrell Williams.

Se lo ha ganado currando: el próximo mes de abril cumplirá 41 años. Ya ha llovido desde que, junto a Chad Hugo y bajo el nombre The Neptunes, pasaran el pop por una trituradora futurista y lo lanzaran hasta el nuevo milenio. Por el camino, recordemos, le regalaron a Justin Timberlake parte del disco y los hits que muy bien podría haber grabado Michael Jackson, y metieron mano a material de Madonna, Britney Spears y a gran parte del rap de la pasada década.

Si algo hemos sacado en claro todo este tiempo es que estamos ante uno de los más listos de la clase y que, entre otras habilidades, suya es una excelente capacidad para el reciclaje sonoro y para imitar movimientos. Williams sabe dónde mirar, sabe qué funciona y sabe repetirlo a su manera, de forma elegante, siempre vibrante. Su don es hacer que lo viejo suene nuevo, con vida propia.

En G I R L, su segundo disco en solitario hay, por supuesto, ecos a Prince y a Michael Jackson (Marilyn Monroe, Gush), al funk guarrindongo según INXS (Hunter recuerda mucho a ese Need You Tonight que tanto le gusta a Timberlake) y a OutKast: Happy es, en efecto, una versión mini, de bolsillo, del Hey Ya!, un intento por sintetizar el buen rollo en la música.

Las colaboraciones del disco son coherentes con esa liga en la que decíamos se mueve el músico. Tanto el trabajo de Justin Timberlake (Brand New) como el de Daft Punk (Gust of Wind) apuntan directamente al revival. También los arreglos de cuerda, obra de Hans Zimmer. Hablamos, por si quedaba alguna duda, de un disco que pretende ser sexy invitando al baile y expresándose por la boca, un orgasmo constante de falsetos.

Según ha explicado el músico, el título hace referencia a las mujeres que han sido una fuerza importante en su vida y su carrera. Williams dice imaginar un futuro liderado por mujeres, “y yo quiero estar en el lado correcto”, lo cual no lo convierte directamente en un disco feminista. En sus canciones hay sitio para reinas (Lost Queen) y para it girls, aunque sólo hay espacio para dos colaboradoras: Miley Cyrus en Come Get It Bae (de nuevo, ojo al talento de Pharrell para mimetizarse, en este caso, para montarse su propio Blurred Lines) y Alicia Keys en Know Who You Are.

Como Random Access Memories de Daft Punk, G I R L también es faraónico, hace una ostentación de cierto lujo (en sentido musical, de producción) que puede resultar molesto y que parece de otra época. Tiene algo de momia. En ambos casos se puede hablar de discos muy bien hechos, conservadores, obras de músicos que en su día supieron romper las mismas fórmulas que ahora abrazan, discos dirigidos al mainstream sin concesiones, 100% políticamente correctos, 100% accesibles para un público amplio.

Pop para maduritos hecho por maduritos. Pensado para que no puedas huir de ellos. No lo digo yo, lo dijo hace unos meses un jefazo de Columbia: “Blurred Lines y Get Lucky han definido la música pop en 2013, y ahora nos estamos preparando para lanzar a Pharrell como superestrella global en solitario en 2014”. Pues eso: bienvenidos a 2014. Esto es entretenimiento.

OTROS DESTACADOS DE LA SEMANA

OTROS DESTACADOS DE LA SEMANAVÍDEO DE LA SEMANAMajor Lazer: Lose Yourself feat. Moska & RDX

Lose Yourself feat. Moska & RDXY de Pharrel Williams y el twerking de Miley Cyrus… a Pharrell Williams y el twerking a secas. Y a los pitidos y el macarreo: Major Lazer, proyecto jamaicano-mutante que en los últimos tiempos ha reunido a Diplo, Jillionaire y Walshy Fire, tiene nuevo EP en la calle desde la semana pasada, titulado Apocalypse Soon. Además del omnipresente Pharrell (sí, de nuevo), cuenta con la colaboración de Sean Paul, RDX & Moska, Mr. Fox y Machel Montano.

Lo del perreo viene a raíz del videoclip que el colectivo ha montado para Lose Yourself, dirigido por Diplo y elegido como tarjeta de presentación del nuevo material. Además del dúo de dancehall RDX, además de Diplo, Jillionaire y compañía, por ahí, entre palmeras, una fábrica y una iglesia abandonada, carteles de “alto voltaje” y un par de cabras, se mueven cuatro bailarinas que se atreven con todo, incluso a hacer el pino.

El resto del EP puede escucharse aquí.

CANCIÓN DE LA SEMANANacho Vegas: Actores poco memorables

Actores poco memorables Actores poco memorables es la canción de adelanto del próximo disco de Nacho Vegas, Resituación, que se espera para el 8 de abril (junto a una gira de presentación). La canción está llena de “gente tan adorable como actores poco memorables”. Gente como Andrés, que “vive solo en Madrid, compra el ABC y escribe sonetos en latín”. O como Marián, “divorciada y liberal”, que “le echa vodka al té y se siente culpable si no va a votar”.

Gente como Ramón, policía nacional (“que hoy se gana la vida como torturador”) o como Nachín, que “es medio maricón y se meaba en la cama hasta los diez”. Gente como Raquel, que se presenta así: “Yo soy una hija de la Transición”.

Gente que sufre en los aeropuertos, canta Vegas.

Gente que sólo hace su papel, que dice lo que está escrito en el guión.

“Gente que dirías que es igual que tú”.

Actores poco memorables se puede escuchar en la web de Marxophone, sello donde se han publicado los dos últimos trabajos del músico asturiano.

CLÁSICO DE LA SEMANA Chic: Risqué

Risqué Entre los nuevos confirmados para el festival Sónar de este año está Nile Rodgers con Chic. Recordemos que no es la primera vez que pisa el festival, que ya le rindió homenaje y lo colocó como cabeza de cartel en su edición de 2006. Allí pudimos verle de negro habitual, rodeado de sus chicas y sin ninguna intención por actualizar su sonido. Si repite ahora a Barcelona es por una razón coyuntural: sus recientes colaboraciones con Daft Punk o Disclosure lo han vuelto a situar en la posición de ser recuperado y escuchado, cuando no reivindicado.

Se podría elegir cualquiera de sus discos de Chic como clásico y defenderlo sin demasiados problemas. Risqué fue el tercer trabajo del grupo, dura algo más de media hora pero sólo en sus tres singles (Good Times, My Feet Keep Dancing y My Forbidden Lover) se puede rastrear el pasado y el presente de parte de la música: hay fragmentos suyos en el Rapper's Delight de Sugarhill Gang y en Another One Bites the Dust de Queen, en canciones de The Black Eyed Peas y deadmau5. No es de extrañar que Rodgers dijera en su día que ganaba más dinero con los derechos que esto le suponía que haciendo discos: unos tres millones de dólares anuales.

Risqué es también un disco de R&B, con baladones como Will You Cry (When You Hear This Song) y ese erotismo soft que desprende A Warm Summer Night (con cita en español incluida, un poco sonrojante, todo sea dicho: “Te quiero, papi / Could you love me tonight / On a warm summer night / It would be so nice tonight”).

En 1979, cuando salió al mercado Risqué, todavía era una época excelente en ventas para Chic y para Rodgers, que ese mismo año escribiría y produciría We Are Family de Sister Sledge. Los años ochenta trajeron consigo un rechazo hacia la música disco y un bajón en las ventas, Rodgers cerraría Chic y empezaría una fructífera carrera como productor de, entre otros, Bowie, Madonna, Mick Jagger o Duran Duran. Chic no volverían a los escenarios, ya con nuevas vocalistas, hasta los años noventa.

SESIÓN DE LA SEMANASamuel Kerridge

A finales del año pasado, Kerridge escupió A Fallen Empire, un disco que daba mucho miedo y que sonaba a eso, al rugido que hacen los imperios al derrumbarse: electrónica oxidada, paisajes de hormigón, drone polvoriento, polución sonora, caos informativo. Ruido.

Kerridge fue invitado el pasado fin de semana por Fabric para traducir su sonido al directo, aunque antes grabó como muestra una amenazante sesión de 22 minutos. En una entrevista hecha por email para la ocasión, Kerridge, que creció musicalmente en los años noventa, habla de sus influencias, del jungle y el drum’n’bass, de Underground Resistance y de house añejo, pero también cita Sunn O))), Donato Dozzy y otros artistas caracterizados por crear atmósferas y por “manipular al oyente durante largos periodos de tiempo”.

CONCIERTO DE LA SEMANA Lorelle Meets the Obsolete

“Admiramos un montón las bandas que publican uno o dos discos al año, como Kurt Vile o Thee Oh Sees, que todo el tiempo están sacando cosas”, decían en una entrevista el dúo mexicano Lorelle Meets the Obsolete. No hace falta que lo juren: en poco más de 12 meses han sacado un LP Corruptible Faces, un directo, un single (What’s Holding You?) y han colaborado en el fabuloso EP recopilatorio de nueva psicodelia Psych For Sore Eyes.

Y ya está listo su tercer álbum, Chambers, que ha salido esta misma semana. El grupo, un cruce de lo más posible entre el kraut-pop de los primeros Stereolab y el garaje sónico de Moon Duo, bañados en ácido y shoegaze, pasa por España dentro de su gira europea para presentarlo, lo que les llevará por Vitoria (12 de marzo), Madrid (13), Barcelona (14), Hondarribia (15) y Zaragoza (16).