La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El arquitecto japonés Riken Yamamoto, premio Pritzker 2024

El arquitecto japonés Riken Yamamoto ha ganado este martes el Premio Pritzker 2024 “por recordarnos que en arquitectura, como en democracia, los espacios deben ser creados por la voluntad del pueblo”, señala el jurado.

Nacido en China, aunque pronto se trasladó a Japón, donde ha ejercido su carrera, se le considera un gran defensor de los lazos comunitarios en el urbanismo. El jurado ha destacado que su obra es importante por “crear conciencia en la comunidad sobre lo que es responsabilidad de la demanda social, por cuestionar la disciplina de la arquitectura para calibrar cada respuesta arquitectónica individual, y sobre todo por recordarnos que en arquitectura, como en democracia, los espacios deben ser creados por la voluntad del pueblo”.

“Para mí, reconocer el espacio es reconocer a toda una comunidad”, ha definido Yamamoto mediante declaraciones a la organización del premio. “El enfoque arquitectónico actual enfatiza la privacidad, negando la necesidad de relaciones sociales. Sin embargo, aún podemos honrar la libertad de cada individuo mientras vivimos juntos en un espacio arquitectónico como una república, fomentando la armonía entre culturas y fases de la vida”.

Yamamoto nació en Beijing (República Popular China) en 1945 y se mudó a Yokohama (Japón), poco después del final de la Segunda Guerra Mundial. Vivió en una casa que fue modelada según una machiya tradicional japonesa, con la farmacia de su madre en el frente y su sala de estar en la parte trasera. Esta característica de diálogo entre lo público y lo privado que vivió en su infancia, marcara su carrera.

Su padre falleció cuando Yamamoto tenía cinco años. En cierto modo, buscó emular la carrera de su padre como ingeniero, pero en cambio forjó su propio camino hacia la arquitectura.

Su primera experiencia con la arquitectura tuvo lugar a los 17 años, según él mismo ha explicado. Sucedió cuando visitó el templo Kôfuku-ji, en Nara (Japón), y quedó cautivado por la Pagoda de cinco pisos que simboliza los cinco elementos budistas: tierra, agua, fuego, aire y espacio. Se graduó en 1968 y tras finalizar un máster, fundó su propio estudio, Riken Yamamoto & Field Shop en 1973.