Anna Weyant, la pintora de 27 años con la que sueña el mercado del arte
En la ecuación de un mercado al alza, empujado por la compra de gama alta de obras de arte, por coleccionistas conservadores en tiempos de crisis e incertidumbre, cuando las mujeres artistas están algo más representadas pero muy lejos de los precios de ellos, no se esperaba el fenómeno económico de Anna Weyant. La pintora canadiense de Calgary multiplicó en las subastas los precios de sus obras de arte en el año de su debut y así lo recoge el informe anual de ventas internacionales de 2022, que ha publicado Art Basel y UBS. Su autora Clare McAndrew, fundadora de Arts Economics, llama la atención sobre el caso de esta pintora —que no ha cumplido los 28 años— para subrayar algo extraordinario el año pasado: “Estuvo marcado por una serie de precios récord y debuts en subastas de artistas muy jóvenes, con precios superiores al millón de dólares”, puede leerse en el informe. Weyant representa el Dorado del dinero norteamericano.
La artista es el sueño de cualquier inversor que compra obra de una artista viva porque es barata y, con mucha suerte, puede llegar a multiplicarse algún día. En 2022 el cuadro Falling Woman, que Weyant pintó dos años antes, se vendió por 1,6 millones de dólares, ocho veces más de lo que la casa de subastas había estimado que se iba a pagar por la pintura. Otras dos obras suyas también fueron pagadas por casi cuatro veces más, sumando 1,5 millones de dólares. En total, las pinturas que se subastaron con su firma superaron los 10 millones de dólares.
Su pintura es tan realista y convincente como los viejos maestros y tan irónica y cotidiana como los artistas pop. Hay rastros evidentes de maneras flamencas barrocas y gestos de Instagram. Ella también destaca la influencia de películas de Todd Solondz y de Sofia Coppola. Esta chimichanga estética, que la convierte en uno de los gustos más conservadores del arte contemporáneo, saltó a la fama en 2020. Ese año la portada del New American Painters iba ilustrada con una obra suya… había sido bendecida como el futuro de la pintura americana.
En Loose Screw presenta a una mujer solitaria en un bar, riéndose. “Se ve algo desesperada, sola y desquiciada y puedo decir eso porque es una especie de autorretrato”, ha reconocido Weyant. Se inspiró en una letra de The Real Slim Shady de Eminem: “Probablemente tengo un par de tornillos sueltos en la cabeza”. Gran parte de su trabajo trata sobre el miedo, la desesperación, el aislamiento, la ignorancia y, a veces, la agresión. “Con suerte, también hay humor en algunos lugares”, ha explicado la artista que se dio a conocer en 2019, en una exposición en la galería Tina Kim de Nueva York. Desde sus inicios se ha leído su obra como una “figuración casi surrealista, enfocada en la psicología femenina”.
El camino de la igualdad
Clare McAndrew señala en su extenso informe que la igualdad avanza en el mercado del arte muy lentamente. Asegura que el número de las mujeres artistas en las galerías encuestadas en 2022 sumaron el 39%, frente al 37% de 2021, pero por debajo del 44% de 2019. La autora habla de “estancamiento”. Esta cifra se reduce todavía más en el sector de las subastas, donde solo el 16% de artistas representados son mujeres. “Lo que no es sorprendente dado la infrarrepresentación de la mujer en la historia del arte”, indica McAndrew.
El estudio no aporta el dato de ventas totales, aunque explica que ellas han aportado un 40% al mercado de la venta en galerías desde los últimos cinco años. Las ventas fuertes se han limitado a “un pequeño grupo de artistas”. Entre ellas está Yayoi Kusama, con retrospectiva en estos momentos en el Guggenheim de Bilbao.
El informe demuestra que las galerías de arte necesitan a las artistas para sobrevivir: “Aquellas galerías con menos del 20% de mujeres artistas en sus programas tuvieron ventas estancadas y en declive, año tras año. Mientras que aquellas con más del 80% de mujeres artistas tuvieron un crecimiento significativo del 21% en sus ventas. En conclusión, tener una mayor proporción de mujeres no ha sido un factor negativo para las ventas de 2022, pero contar con pocas mujeres podría serlo”, afirma Clare McAndrew. Más del 80% de las galerías encuestadas dice contar con más de un 20% de mujeres entre sus representantes. Solo menos del 20% de los comercios tienen menos del 9% de mujeres artistas.
Cuentas en crecimiento
El mercado del arte internacional creció un 3% en el año 2022, un aumento del 7% respecto al año anterior y lo deja en cifras cercanas a 2019 (a pesar de la guerra en Ucrania y los ecos postpandémicos). Es la principal conclusión del informe que realiza Clare McAndrew. Estima que las ventas globales alcanzaron los 67.800 millones de dólares. Es el segundo mejor dato histórico, después de 2014. El mercado del arte creció sobre todo en los EEUU, donde se cerraron casi el 40% de las ventas mundiales.
Las crisis han hecho a los coleccionistas mucho más cautelosos en sus compras. No es momento para arriesgar, por eso ha crecido la gama alta del mercado del arte. En tiempos revueltos el dinero se vuelve más conservador y apuesta por los valores seguros, por artistas más reconocidos, más establecidos y, claro, más caros. La prueba es que el artista más vendido en subastas de arte contemporáneo y posguerra, en el año 2022, fue Andy Warhol. Sus ventas sumaron cerca de 570 millones de dólares.
Por detrás de él, un quinteto que representa el 27% del total del valor de las ventas en subastas: Francis Bacon, Gerhard Ritcher, Jean-Michel Basquiat y Mark Rothko. Como los valores buscaron estabilidad y se concentraron en ellos, aumentaron sus ventas en un 23%. Los 20 mejores artistas sumaron el 56% del valor total. La obra del artista vivo más vendido en 2022 fue Gerhard Richter, con un total de 226 millones de dólares. Por delante de David Hockney y la artista Yayoi Kusama.
¿Un cambio de modelo?
El estudio advierte que para mantener la viabilidad de sus negocios, “a menudo es necesario que las galerías utilicen el éxito comercial de uno o unos pocos artistas, para financiar sus operaciones y ayudar a subvencionar las carreras de otros, invirtiendo las ganancias de sus artistas más vendidos en el carreras de aquellos que aún no han tenido tanto éxito”. En 2022, las ventas del artista individual más vendido representaron un promedio del 31% de las ventas de las galerías. Los artistas de mayores ventas en una galería representaron en 2022 algo más de un tercio de media, en las ventas en 2022.
La especialista introduce otra línea de análisis muy delicada en el sector, de la que se habla desde hace años pero que se ha visto “impulsada” con los avances tecnológicos y mayor venta online: la “desintermediación” del mercado. “El poder de los propios artistas ha crecido y su capacidad de venta directa se ha vuelto centro de atención en los últimos años, gracias a la creciente adopción digital en el mercado que ha habilitado más canales para la venta directa y el marketing”, dice la autora del estudio.
La experta preguntó a los galeristas si estaban preocupados por este asunto y el 35% de los intermediarios respondieron a su encuesta que estaban muy preocupados. Solo un 20% no se mostró inquieto. Casi el 40% de los galeristas pronosticaron un aumento en la venta directa de artistas a coleccionistas durante 2023, “lo que indica que este podría ser un problema que evolucionará en el futuro”, anota el informe. En los últimos cinco años, las galerías analizadas por el informe han disminuido considerablemente el número de artistas representados, pasando de 25 artistas a 19 de media.
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