Cosas que no se pueden hacer con una hostia consagrada

Belén Remacha

24 de noviembre de 2015 16:38 h

Abel Azcona explicó que para crear su proyecto Amén consiguió acumular 242 hostias consagradas asistiendo a diversas eucaristías. El objetivo, formar con ellas la palabra “Pederastia”. Se expone en la sala de la plaza Serapio Esparza de Pamplona desde el viernes pasado como anexo, junto a otras obras pasadas del artista navarro, de la exposición Desenterrados, sobre los fusilados durante la Guerra Civil.

En la mañana de este martes, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (Bildu) ha declarado que se está intentando contactar con el artista para “hablar, negociar y llegar al compromiso de que se elimine” esta parte de Desenterrados, exposición que se mantiene hasta el 17 de enero. Ha sido tras las protestas de la Asociación Española de Abogados cristianos, quienes han tomado esa apropiación de formas sagradas como una “profanación explícita en máximo grado en una sala de exposiciones sufragada con nuestros impuestos”. Han anunciado una querella contra el artista y han lanzado una petición en Change.org para la retirada de la obra. La petición, en dos días, ya lleva más de 60.000 firmas. El uso indebido, que en este caso incluye el tráfico de la eucaristía, es una de las mayores ofensas que se pueden dar en el cristianismo y por lo que la Asociación ha llevado a cabo la denuncia. 

Asiron ha afirmado que la voluntad del consistorio es que sea el propio performer navarro el que acceda a la rectificación. En rueda de prensa, ha defendido la libertad de expresión siempre y cuando esta sea “sin llegar a la ofensa” y ha confesado que a él personalmente no le gusta “en absoluto”. Desde el Ayuntamiento se mantiene que cuando se dio permiso para la realización de la exhibición no les constaba que en la exposición se incluyese esta obra, que no es inédita. Por su parte, la Delegación del Gobierno ha trasladado a la Fiscalía un informe sobre la exposición de Azcona.

Abogados Cristianos es la misma organización que hace algo más de un mes denunció a los médicos que retiraron la medicación a la niña Andrea o que hace un año se querelló contra el director del Museo Reina Sofía por supuestos delitos religiosos vinculados a la exposición Un saber realmente útil. En su página de Change.org también aparecen, entre otras muchas, peticiones para que la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena no retire las calles dedicadas a los “mártires cristianos”, y numerosas iniciativas antiaborto. La Asociación pretende presentar una querella contra Azcona, que se extendería hasta la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona si no retirase inmediatamente la obra. Azcona, por su parte, ha denunciado el robo de diversas piezas en el edificio donde se aloja Desenterrados.

Artista polémico

Las protestas no se han limitado al medio online: anoche un grupo de personas se concentró en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para rezar un Padre Nuestro como protesta, y esta mañana la capital navarra se ha despertado con algunas pintadas en las que se puede leer lemas como “quita la exposición blasfema, Dios te ama Abel”. Azcona ya ha hablado abiertamente alguna vez de abusos sufridos durante su infancia y de su postura anti Opus Dei, una institución con gran presencia en Navarra.

No es la primera vez que Abel Azcona lleva a cabo una obra polémica. Sus proyectos suelen tener un alto cariz político y reivindicativo. En sus redes sociales ha recordado que la cristiana no es la única religión que ha atacado: en 2012 estuvo 6 horas comiéndose un Corán. Tampoco es la primera vez que es noticia por sus performances: en 2013 terminó en urgencias tras 42 días emulando la vida en una placenta.