El martillo ha sonado tras la oferta final de 16 millones de libras por Love is in the bin, la obra del creador de arte callejero Bansky, que finalmente se ha quedado en 18,58 millones de libras (21,25 millones de euros) en una subasta en Sotheby's. Al formalizar la compra, el subastador la remató con un “y ahí sigue”, en relación a la destrucción que sufrió la primera vez, por poco más de un millón de euros hace tres años, y que ha provocado su revalorización.
La venta se ha realizado en la misma sala que la espectacular primera subasta de Girl with Balloon —el nombre que recibió la obra antes de su destrucción parcial— un evento que en sí mismo se convirtió en un acontecimiento artístico, debido a la intervención del propio Banksy. El precio de salida estaba entre los 4 y los 6 millones de libras.
La noche del 5 de octubre de 2018, unos segundos después del golpe de martillo, se escuchó un pitido que desconcertó al público. En ese momento, el lienzo comenzó a deslizarse por el marco a través de una trituradora oculta. “Parece que acabamos de ser Banksy-tados”, dijo el director de arte contemporáneo de Sotheby's, Alex Branczik. En ese momento, el mercado del arte ya se estaba reprogramando para la impresionante revalorización de la obra que llegaría años después. La obra debería haberse destruido por completo pero el sistema falló, según explicó el artista. Lo que Banksy había preparado como un acto de resistencia ante el mercado, se volvió en su contra y ha sido el mercado quien, de nuevo, ha ganado la partida.