Las galerías más caras no quieren mujeres artistas (en ARCO tampoco)

Peio H. Riaño

6 de julio de 2021 22:10 h

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Según el estudio del mercado del arte en el año 2020 publicado recientemente por Art Basel y UBS, los cambios hacia una mayor paridad en ventas “se han materializado lentamente”. Entre la montaña de datos que han cosechado en el informe llama la atención que “los galeristas más importantes representaron menos mujeres artistas”. Por eso no hay reconocimiento de ellas en la cúpula del mercado, ya sea en subastas, galerías, exposiciones y ferias. “La proporción de artistas femeninas representadas por galeristas sigue siendo una minoría”, sostienen. De hecho, descubren un retroceso en la paridad: la proporción de representadas en el año de la pandemia fue del 39%, frente al 41% de 2019.

Los datos de las encuestas que realizan entre los galeristas también descubren que hay una tendencia a crecer en la proporción de artistas femeninas emergentes, pero esa participación disminuye a medida que aumenta el nivel del comercio. De ahí que no se rompa con la ausencia y que las artistas establecidas no aparezcan entre los galeristas más notables. También evaluaron cómo afectó al rendimiento de ventas y al beneficio de la galería la proporción de mujeres entre sus artistas representados y encontraron que “aquellos comercios con la proporción más baja de mujeres artistas tuvieron mayores caídas en ventas”. Es decir, cuanto mayor es la participación de las artistas, menor es la caída en ventas, asegura el informe de Art Basel y UBS.

Aquellos comercios con la proporción más baja de mujeres artistas tuvieron mayores caídas en ventas

La edición de ARCO que arranca este miércoles (por culpa del coronavirus) coincide con este análisis internacional. Aunque este año Mujeres en las Artes Visuales (MAV) no ha elaborado su informe sobre la escasa presencia femenina en la feria (porque ARCO no ha podido publicar el catálogo sobre el que trabajaba la asociación), sí sabemos que en 2019, la presencia de mujeres artistas españolas en la feria de arte contemporáneo no superó el 7%.

¿Por qué no incluye ARCO en los criterios de selección de las galerías seleccionadas la valoración de la presencia de mujeres? Maribel López, directora de ARCO, prefiere no responder a la pregunta, pero sí asegura que desde su llegada en 2019 ha pretendido normalizar la presencia de las mujeres artistas. “Desde la organización vamos a intentar encontrar estrategias para mejorar esa visibilidad de las mujeres en la feria y que eso vaya penetrando”, explica López.  

Carol Rodovalho es investigadora de género y mercado y ha colaborado con Marta Pérez Ibáñez y Semíramis González en la elaboración del Estudio sobre desigualdad de género en el sistema del arte en España. Confirma que en 2020 las galerías que menos cayeron en ventas fueron las que más mujeres representaban. ¿Entonces por qué hay tan poca representación femenina en ARCO? “Porque ARCO debería exigir mayor equilibrio en sus representados, que puntúen más las galerías más igualitarias. El género hay que tenerlo en cuenta en la criba. Para algo tenemos una Ley de Igualdad, aunque no sancione, para que se aplique en organismos públicos como ARCO”, incide Rodovalho. “Es mentira que no haya demanda de obras de mujeres, pero ellos son más rentables porque el precio es injustificadamente más alto y dan más márgenes de beneficio”, indica.

Lejos de la igualdad

A ARCO irá Marlborough Madrid, que representa a 16 artistas y dos son mujeres (un 12,5%). También la galería Elvira González, que trabaja con 33 artistas y entre ellos sólo hay dos mujeres (6%). Es el modelo que ha descubierto el informe de Art Basel y UBS: a más importancia, menos mujeres representadas. El precio de ellas sigue siendo inferior al de ellos y este hecho arbitrario determina la rentabilidad del producto. La igualdad no compensa a las galerías más potentes.

Ni Marlborough ni Elvira González han querido responder a las preguntas de elDiario.es al respecto. Aunque han enviado sendos comunicados en los que aseguran que “el mundo del arte, exactamente igual que el empresarial, político, económico o literario ha estado dominado por inercias machistas durante siglos”, explican desde Marlborough, donde sólo representan a la pintora Soledad Sevilla y a la escultora Blanca Muñoz. “No es algo sencillo de revertir, pero el sector está tomando conciencia poco a poco”, añaden Anne Barthe y Belén Herrera, las directoras de Marlborough Madrid. Por su lado, desde Elvira González –que representan a Eleba Asins y Pae White– aseguran que “reconocen” la “poca presencia de mujeres en la historia del arte”. 

No se trata de calidad, sino de discriminación. “A la igualdad hay que animarla”, dice Idoia Fernández, directora junto con su hermana Nerea de la galería Nieves Fernández. Asegura que las últimas cinco incorporaciones a sus representados son mujeres, porque es “lo mejor que hemos visto en los últimos años”. “Nadie puede decir ya que no hay mujeres artistas y cada uno debe corregirlo en sus galerías”, añade Idoia, cuyo comercio representa a 19 artistas y ocho son mujeres, casi paridad absoluta. Cuenta la galerista que cada vez hay más coleccionistas que son conscientes de la ausencia de artistas en sus conjuntos y que lo remedian. “Hay esperanza”, dice.