La censura llega a ARCO. El IFEMA ha ordenado la retirada de la obra creada por Santiago Sierra para “evitar polémicas”, ya que estaba dedicada a los presos políticos españoles. De esta manera, no podrán verse los cuadros que recordaban a personajes “condenados por sus ideas” como Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
La decisión, que el propio autor de la obra cataloga como “una falta de respeto a la inteligencia del público”, no es demasiado habitual en una Feria de Arte Contemporáneo donde previamente existieron otras muestras también sujetas a debate. El único precedente es el de Camila Cañeque, una artista catalana que hizo una performance de forma espontánea en un pasillo del pabellón. “Allí se compra y se vende arte, pero no se hace”, recriminó la creadora.
Aun así, la cultura en ARCO se mostraba sin temer a la polémica y a las ataduras. Al menos, lo hacía. Porque ya fuera usando el sentido del humor, la ironía o el desnudo explícito, en las salas del IFEMA también había lugar para denunciar a la sociedad, a la política y a la propia cultura. Recopilamos algunos de los casos más destacados.
Always Franco
Always
El artista Eugenio Merino fue responsable de una de las obras con más controversia de 2012. El autor colocó un fiel representación de Francisco Franco que contaba con todo lujo de detalles: uñas, pelo, arrugas... Como metáfora de su conservación, la estatua estaba colocada en un frigorífico. Merino fue denunciado por la Fundación Francisco Franco, pero ganó el pleito.
Congress topless
Congress topless
El artista francés Yann Leto afirma haber sido “vetado” después de Congress topless, su obra de 2014, pero esta se desarrolló sin ningún tipo de censura. De hecho, fue una de las muestras que más titulares acaparó. Con esta performance, consistente en dos strippers bailando alrededor de una barra, intentaba representar lo que, a su parecer, era el Congreso de los Diputados.
Stairway to Heaven
Stairway to Heaven
El madrileño Eugenio Merino no solo destacó por meter a Franco en una nevera. Previamente, en 2010, ya provocó la ofensa de diversas religiones con una escultura donde podía verse un árabe rezando, un sacerdote católico y, en la cima, un rabino. Como era de esperar, la muestra generó quejas de diferentes colectivos entre los que se encontró la Embajada de Israel en España.
Porno Queen
Porno Queen
El escultor italiano Paolo Schmidlin creó un busto hiperrealista de la reina de Inglaterra. Lo particular de este es que mostraba a Isabel II con los pechos desnudos y siendo acariciados por dos manos desconocidas.
No hay pan para tanto chorizo
No hay pan para tanto chorizo
El catalán Antoni Miralda convirtió las revindicaciones del 15M en una obra de arte. Trasladó una de las frases más sonadas durante la acampada en la Puerta del Sol: “no hay pan para tanto chorizo”. Para ello, empleó tinta comestible y una masa similar a la de las galletas para que esta reivindicación política pudiera, además, cumplir con el propósito que lanzaba su propio mensaje: ser ingerida.