El Museo Nacional del Prado ha realizado una revisión provisional y de urgencia de sus fondos para localizar las obras robadas por la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico, creada por Franco en plena Guerra Civil española, que nunca devolvieron a sus legítimos dueños. Tal y como explican desde el Prado a este periódico, a raíz de una pregunta formalizada la pasada semana por elDiario.es sobre obras de esta procedencia en los fondos de la pinacoteca, el Museo del Prado se puso en contacto con el investigador Arturo Colorado. Gracias a la colaboración del experto, la institución reconoce por primera vez en 60 años que conserva 17 pinturas entregadas por la Comisaría General de Patrimonio Artístico Nacional, entre 1940 y 1942. Además, otras seis llegaron entre 1968 y 1971, procedentes del extinto Museo Español de Arte Contemporáneo. Y un frutero y un reloj enviados en 1972 desde la misma comisaría. Además de las entregadas por la Comisaría General, el Prado informa de que hay otras 39 depositadas por la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico. En total, 64 piezas del expolio.
El Museo del Prado, a diferencia del Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo), no ha constituido en estas seis décadas ninguna comisión que investigue los fondos y busque las obras de dudosa procedencia. De momento, el museo ha realizado una simple consulta en su base de datos (Sistema de Acceso a las Colecciones), en el campo de “procedencia”, por los términos “comisaría general”. Estas 25 obras localizadas “pueden ser solo las primeras”, indica Arturo Colorado. El investigador también avanza que estos resultados son solo una primera exploración de un encargo que el Prado le ha pedido a él y su equipo a raíz de las consultas del elDiario.es. “En enero entregaremos las conclusiones tras rastrear la colección al completo”, informa Colorado a este periódico.
El Museo del Prado también adelanta a este medio que tiene un “propósito de esclarecimiento y, en su caso, con todas las garantías documentales y procedimentales, la restitución”. Algo que museos como el Louvre, en Francia, lleva una década de adelanto con las obras expoliadas por los nazis. Por su parte, el Ministerio de Cultura, gestor de los 16 museos estatales en cuyos almacenes están depositados centenares de obras de arte robadas por el franquismo, según los estudios de Colorado, no tienen ningún plan de actuación. Desde el gabinete de comunicación de la cartera de Miquel Iceta indican que “los museos de titularidad estatal siempre están abiertos a colaborar en la investigación de la historia de las obras”.
El Museo del Prado avisa de que tres de las 25 obras localizadas padecen un deteriorado estado de conservación. Del resto destacan San Agustín meditando sobre el Misterio de la Trinidad, del taller de Rubens, Cabeza de mujer con mantilla blanca, de Joaquín Sorolla, y Paisaje nevado, de Jan Brueghel el Joven (atribuido). Las otras son Dama con abanico, de José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra (copia); dos versiones de Amorcillos vendimiando, ambas de François Boucher (copia); Cristo en el Pretorio, de Pedro Ruiz González; Paso de un río, de Joost de Momper II; Cristo varón de dolores, de Adriaen Isenbrandt; Retrato de Alonso Cano, anónimo; La natividad, de Francisco de Osona; Adoración de los Reyes Magos, de Francisco de Osona; Dama con abanico, de José Gutiérrez de la Vega; La huida a Egipto, de Manuel de Castro; Encadenada, de Lucas Velázquez; dos versiones de La virgen con santos y ángeles, de Pedro Bocanegra, El canónigo José Olcina y Macía, de josé Gutiérrez de la Vega; también del mismo autor una Alegoría del Antiguo Testamento, entre otros.
El albarán de entrega de la llegada de obra robada fue firmado por el entonces subdirector del museo Francisco José Sánchez Cantón, cuando lo dirigía Fernando Álvarez de Sotomayor. Sánchez Cantón fue subdirector desde 1922 y durante la Guerra Civil ejerció como director mientras lo era Pablo Picasso, que no abandonó París para ocupar su cargo. El franquismo nombró director a Sánchez Cantón, en 1960. Nunca se ocupó de la devolución de las obras.
El Prado asegura que ha realizado un esfuerzo en los últimos años por “describir, digitalizar y dar a conocer toda la documentación que conserva en su archivo relativa a los depósitos de obras de arte en el Prado durante la Guerra Civil”. Indican que cualquier afectado por las incautaciones puede ir a la biblioteca y consultar su archivo, que contiene 286 expedientes. Ahora, por primera vez, la institución actúa de oficio con la intención de crear un registro que aclare cuáles son las obras robadas por el franquismo.
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