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El Reina Sofía compra 30 obras en ARCO por más de 553.000 euros

'Ella' (1973), de Esther Boix

Laura García Higueras

8 de marzo de 2024 16:47 h

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El Museo Reina Sofía ha comprado en ARCO 30 obras de 22 artistas, 17 de ellas mujeres, por un valor que supera los 553.000 euros. El año pasado adquirió 26 piezas por 400.000 euros. Nuria Güell, Ana Laura Aláez, Lola Bosshard, Esther Boix, Mitsuo Miura, Ana Gallardo, Alicia Herrero, Josep Ponsatí, Miguel Ángel Rojas y Regina José Galindo son algunas de las figuras cuyos trabajos han sido obtenidos por el Estado.

16 de ellas pertenecen al contexto español, mientras que las 6 restantes han llegado desde Brasil, Venezuela, Argentina, Colombia, Guatemala e Italia.

'Sin título' y 'Serie monocromos' (1966-1967) de Lola Booshard (1922-2012)

Lola Booshard fue una artista pionera de la pintura Minimal y del 'Ambiente Arte' de la España de finales de los 60. Sin título y los cinco dibujos de la Serie monocromos son una de las primeras apariciones de la abstracción pura en el país. En aquel momento se encontraba en la línea de los artistas geométricos que estaban trabajando en el país.

De padres suizos, estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. En 1948 se trasladó a Zúrich para asistir a la escuela de Bellas Artes en la Kunstgewerbeschule, dirigida por Johannes Itten, que abrió su trabajo al color expresionista. De ahí se mudó a París, donde fue discípula de de André Lhote y Fernand Léger en 1952. La adquisición forma parte del proyecto del Reina Sofía con el que busca recuperar a una generación de creadoras contemporáneas olvidadas por la historiografía.

'Ella' (1973) y 'No clou' (Serie Dianes) (1971) de Esther Boix Pons (1927-2014)

Boix comenzó su carrera en el grupo Postectura en los 50, realizando sus primeras exposiciones individuales y participando en la III Bienal de Arte Hispanoamericano celebrada en Barcelona en 1955. En 1965 promovió en esta ciudad el movimiento 'Estampa Popular', compuesto por un grupo de artistas progresistas que querían llevar a cabo obras con mensaje sociopolítico que conectara con todas las capas sociales. En 1967 fundó la escuela de técnicas de expresión L’Arc.

Tras un inicio marcado por el clasicismo noucenista y cierto expresionismo, su estancia en París y recorrido por Europa, le ayudaron a configurar un estilo propio en el que los paisajes urbanos tomaron más relevancia que los interiores y figuras humanas que protagonizaron su etapa anterior.

'París HLM' (1972) de Mari Puri Herrero (1942)

La bilbaína realizó esta obra durante su estancia en París. Su título, HML, hace referencia al sistema que se creó en 1950 como respuesta a la crisis inmobiliaria de la posguerra en el país. Las residencias se construían a menudo en grandes complejos, rectangulares. El lienzo muestra cómo estas construcciones asfixian el paisaje y colapsan el horizonte.

'Sin título' (1970) y 'Sin título' (1980) de Armando (1928-2002)

Ambas obras son dos de las versiones que Armando Suárez realizó sobre la temática de los ovnis, que inició en la década de los sesenta. En 1961 se popularizó el primer caso documentado de una supuesta abducción alienígena a un matrimonio de Portsmouth, New Hampshire, en Estados Unidos. La colección personal del autor cuenta con numerosos recortes de prensa de este hecho que suscitó gran interés en él y siguió representándolo a lo largo de toda su trayectoria.

Es posible que con sus títulos expresara su relación con un mundo que no comprendía, o más bien, donde él no era comprendido. En un momento donde los tratamientos psiquiátricos eran especialmente agresivos, y a la pintura no se le asignaba ninguna capacidad terapéutica; Armando se refugió en ella y la usó como medio de expresión personal.

'Brisa de verano' (1990) y las dos 'Playa de los Genoveses' (1983) de Mitsuo Miura (1946)

La instalación del artista japonés está basada en la idea del monocromo y la reducción minimalista. La referencia paisajista y sensorial del título está definida por el carácter colorista y etéreo de las telas que se mueven con la presencia del espectador. Mitsuo Miura trabaja creando las imágenes mentales, las abstracciones personales que él mismo crea tras su contemplación. Y es la levedad del material, de la tela a la seda, el medio que usa para esta pieza en la que refleja la calma ante la naturaleza, en la playa al final del verano.

El Museo Reina Sofía ha adquirido también sus dos fotografías tituladas Playa de los Genoveses, que datan de 1983. Ambas se encuadran dentro de los primeros trabajos que realizó en este emplazamiento de Almería que frecuentó en desde 1978 hasta principios de los 90.

'El «cuadro» de la «calleja»' (2013) de Julia Montilla (1970)

Las cuatro obras adquiridas componen el conjunto El «cuadro» de la «calleja», que profundiza en los fenómenos visionaros que se originaron a partir de 1961 en la aldea de San Sebastián de Garabandal (Cantabria). El proyecto forma parte de los trabajos realizados por esta artista catalana en torno al papel de las creencias religiosas y, en concreto, de los iconos femeninos en la construcción y preservación de los mitos nacionales.

'Partidos políticos desaparecidos en la democracia' de Alexander Apóstol (1969)

El artista venezolano realiza en su obra mural un juego simbólico-estético a partir de las tarjetas de votación de los partidos políticos minoritarios que, surgidos en democracia, fueron despareciendo de forma paulatina durante el mandato de los últimos gobiernos democráticos. La llegada al poder de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en las últimas décadas del siglo XX provocaron su extinción.

'Culito' (1996), de Ana Laura Aláez (1954)

La escultura de la artista bilbaína se enmarca dentro de la serie de obras realizadas en los noventa vinculadas con la epidemia del SIDA y los tabúes sociales que conllevaron a que la sociedad estigmatizara algunas prácticas sexuales, como a la que alude en su pieza, a través del concepto de orificio taponado.

Ana Laura Aláez se licenció en escultura en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao en 1989, y continuó su formación en los talleres de Ángel Bados y Juan Muñoz en Arteleku. Representa a una generación de artistas que rompen con la fuerte tradición de la escultura vasca; aportando ironía, humor, nuevos materiales, estética Kitsch y vínculos con representaciones populares de la baja cultura.

'Vida cotidiana' (2024) de Sonia Navarro (1975)

Vida cotidiana forma parte de la última producción de esta artista murciana, y mone de manifiesto la línea fundamental de su trabajo: el uso de los materiales textiles como referencia al mundo doméstico femenino y su invisibilidad ante la sociedad. Con sus piezas desafía y confronta los mecanismos de poder y sus instituciones, especialmente las que han contribuido al establecimiento de una jerarquía entre géneros, relacionando a las mujeres con el trabajo doméstico y la imposibilidad de movilidad. Además de reflexionar sobre la lucha constante de las mujeres contra las convenciones sociales establecidas.

'El sol i la taula (El sol y la mesa)' (2018), de Regina Giménez (1966)

La obra de la catalana está compuesta por un conjunto de 65 plantillas de metacrilatos creadas a partir de formas geométricas utilizadas normalmente en las representaciones gráficas y que eran habituales en la pedagogía del siglo pasado para explicar la astronomía: eclipses, órbitas, planetas y fases lunares. En sus palabras, la obra está “hecha a la medida de un juego de niños, y espera ser activada por un público infantil” o adulto “que realice sus propios dibujos y composiciones”. Se inspira en los diseños de las vanguardias históricas.

Formada en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, su trabajo se ubica en la abstracción geométrica con especial consideración al color.  Ha realizado obra pictórica, collages fotográficos, obras en metacrilato y grandes telas que están entre lo pictórico y lo teatral, libros de artista, y obra gráfica.

'The Most Given of Givens (Lo más dado de lo dado)' (2016), de Eli Cortiñas (1979)

La obra de la artista está compuesta por una triple pantalla y dura 11 minutos. En ella se apropia de materiales fílmicos heterogéneos para desmontar el mito racista de Tarzán, el hombre-mono, el buen salvaje blanco y la visión occidental del continente africano. Emplea secuencias de películas como Jurasic Park y La guerra de las galaxias para poner en cuestión la supuesta visión objetiva del cine antropológico y el concepto de cultura. También discute la proyección maltratada de un continente que no pudo producir sus propias imágenes fílmicas hasta liberarse del poder colonial.

Eli Cortiñas es una artista canaria de ascendencia cubana que vive en Berlín. Estudió con Matthias Müller y Marcel Odenbach en la Academia de Medios de Colonia y en la European Film College Ebeltoft de Dinamarca.

'Vídeo Aplicación Legal Desplazada #1: Reserva Fraccionaria (2010-2011), de Nuria Güell (1981)

La práctica artística de la catalana se caracteriza por la confrontación permanente y el cuestionamiento de las convenciones morales y las restricciones sociales. Más que entender su trabajo como un ejercicio cultural, lo concibe como una intervención social políticamente necesaria en la que lo cultural y lo establecido se ponen en tensión. Su obra fue realizada entre 2010 y 2011, fruto del contexto posterior a la crisis financiera que estalló en 2008, que motivó que gran parte de la opinión pública empezara a mirar con recelo a las entidades bancarias y el sistema capitalista.

'Izarrak' (2023), de Sahatsa Jauregui (1984)

Izarrak pertenece a una serie de trabajos que forman diferentes ensamblajes de objetos, algunos encontrados y otros manufacturados por la artista. Sostenidos por fuerzas en tensión, reúnen siluetas de partes del cuerpo hechas de chapas de metal que se estiran o sostienen gracias a sus elementos textiles. Las uniones están realizadas con un tipo de hilo de soldadura que no necesita de la propulsión de un gas externo porque ya lo tiene incorporado. La artista brasileña crea así una sucesión de personajes suspendidos, instalados como cuerpos transitorios. Partiendo a menudo de la fotografía como modelo, sus esculturas expresan el deseo de crear y materializar situaciones que le resultan estimulantes.

'Kurba (ballena beso baile)' (2023), de Nora Aurrekoetxea (1989)

Esta obra formó parte de la site specific creada para Racoon Project de Barcelona. Explora el lenguaje corporal y verbal en relación con el espacio cotidiano, el vivido más íntimamente. La artista bilbaína explica que para ella el trabajo con el lenguaje ha sido una experiencia “reveladora y reafirmativa” que no le importan “tanto el significado de lo que se lee sino la sonoridad del lenguaje el cuerpo /forma que este toma”. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco (2013), posteriormente cursó el máster de escultura del Royal Collage of Art de Londres. Ha cursado estudios de postgrado en Sexología en el Instituto Científico Sexológico de Madrid (2011-13), formación que ha sido crucial para su obra que explora la instalación, la escultura y la performance.

'Antojo' (2018), de Elena Alonso (1981)

Antojo fue la contribución de Elena Alonso a la exposición Querer parecer de noche del CA2M de Madrid en 2019, en la que se planteó una revisión de su trabajo en los diez años previos. Es una obra escultórica arquitectónica en la que se mezclan los géneros románico, secesionista vienés y una fisonomía entre geométrica y sensual. La ambigüedad es una constante en su obra desde sus primeros dibujos, siempre armónicos y con unas ricas texturas que instan al acto a la vez que a la visión.

'Ponsatí III Peça, Cap de Creus-Cadaqués - Benidorm' (1972/2023) y 'Ponsatí III Peça, Cap de Creus-Cadaqués - Benidorm (1972), de Josep Ponsatí' (1947)

Josep Ponsatí ha centrado su expresión plástica en la producción de hinchables de grandes dimensiones desde que construyera el primero en 1971. Ponsatí III Peça, Cap de Creus - Cadaqués – Benidorm, reeditada en 2023, se alzó inicialmente en el Cap de Creus y en Cadaqués en 1972, alcanzando los 160 metros y después, en Benidorm donde se elevó cerca de 300 metros. La pieza formó parte de un evento histórico de enorme relevancia dentro de la historia de los conceptualismos en España. También se ha adquirido un audiovisual que describe el proceso creativo del artista y la dimensión que toman sus obras una vez expuestas.

'Shell (3017), 202' (2023) e 'Inço' (2024), de Belén Uriel (1974)

La práctica artística de Belén Uriel se centra en los objetos domésticos y en cómo la forma en que nos relacionamos con ellos puede condicionar nuestros hábitos sociales. La madrileña crea con materiales como el video y el metal formas orgánicas que tienen su origen en el diseño de objetos que acomodarían, sostendrían o tendrían relación con el cuerpo humano.

'CV laboral' (2009), de Ana Gallardo (1958)

La obra de esta artista argentina se inserta desde los 90 en los discursos feministas que denuncian la precariedad y la violencia contra las mujeres. CV laboral es una instalación sonora en la que la propia Ana Gallardo narra los trabajos por los que ha ido deambulando en su vida (subempleos subsidiarios de asistencias en galerías, ferias, venta ambulante, etc.), mostrando un escenario de contrariedad. También asoman las contradicciones del sistema del arte, en el que los artistas se sienten desprotegidos.

'Erotismos' (1992), de Alicia Herrero

La artista argentina se apropia en Erotismos, de la serie Huacos eróticos, de la imagen de unos estigmatizados objetos precolombinos de cerámica con representaciones eróticas. Contra los prejuicios y tabúes de la sexualidad moderna occidental, estas escenas explícitas de una sensualidad diversa y creativa sitúan los cuerpos y el placer en el centro de la vida. La visión crítica de Alicia Herrero reivindica la función social de estos objetos que se depositados habitualmente en las tumbas como parte del ajuar funerario en distintas civilizaciones prehispánicas. Con ellos se invocaba la regeneración de la vida, la abundancia, la energía creadora y la fertilidad.

'El dolor en un pañuelo' (1999), de Regina José Galindo (1974)

En El dolor en un pañuelo, la guatemalteca Regina José Galindo denuncia la violencia contra las mujeres proyectando un titular de periódico sobre su propio cuerpo desnudo y atado a un lecho, haciendo referencia a la fantasía de indefensión que lleva implícita la llamada 'cultura de la violación'. La artista ha participado en eventos como Documenta14 (Kassel y Atenas), las ediciones 54ª, 53ª, 51ª y 49ª de la Bienal de Venecia, la 11ª Bienal Internacional de Cuenca; y la 29ª Bienal de Artes Gráficas de Liubliana.

'David #5' (2005), de Miguel Ángel Rojas (1946)

Miguel Ángel Rojas aborda en sus obras temáticas como lo marginal, la violencia, las sustancias psicotrópicas, el narcotráfico y lo sexual, entendido como espacio íntimo e infinito de luz y sombra en lo humano. La obra surge de la actitud crítica del artista colombiano frente a las estructuras sociales y económicas del país. Su David no presenta un ideal de belleza, sino que expone la crueldad de la guerra y de lo irreversible.

'Erbario' (1978), de Elisa Montessori (1931)

Elisa Montessori es una polifacética artista italiana que usa múltiples técnicas. Se formó en Roma como pintora y dibujante en el estudio de Mirko Basaldella, con quien comenzó a introducirse en la cerámica, la orfebrería y el grabado. Su producción se caracteriza por la versatilidad. A partir de los ochenta se interesó por el papel de la ilustración y la relación entre imagen y texto tanto en la poesía como la literatura.

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