Los filmes As Bestas y Cinco lobitos han sido las producciones más galardonadas en la gala de la Unión de Actores que tuvo lugar la noche del lunes en el Teatro Circo Price, una celebración en la que se encadenaron las reivindicaciones por la inclusión y diversidad de cuerpos disidentes, razas, géneros y edades.
Mientras la cinta de Sorogoyen se ha alzado con los premios a mejor actor revelación para Diego Anido, secundario para Luis Zahera y protagonista para Denis Ménochet, la película de Alauda Ruiz de Azúa también ha triunfado logrando los galardones para Ramón Barea como mejor actor de reparto, Susi Sánchez como mejor actriz secundaria y a Laia Costa como mejor actriz protagonista.
La celebración, dirigida por José Padilla y conducida por el actor Cristóbal Suárez y las actrices Almudena Puyo y Lucía Trentini, encargada de las actuaciones musicales, ha agrupado a actores consagrados del cine, teatro y televisión con actores de edad más avanzada e intérpretes con diversidad funcional en un alegato por un mundo de la actuación más inclusivo con sus artistas.
Las marcadas ausencias de Ménochet, Sánchez, Ana de Armas —mejor actriz internacional por Blonde— o Javier Bardem —mejor actor internacional por Being the Ricardos— fueron contrastadas con las cómicas declaraciones de Zahera, que definió su bum como actor como algo “insoportable”, o con la reivindicación de Barea acerca de la mirada femenina de Ruiz de Azúa al mostrar “cuidados que pasaban desapercibidos sobre una mirada netamente masculina”.
La también ausente Adelfa Calvo, mejor actriz de reparto por En los márgenes, dio su discurso de agradecimiento a Juan Diego Botto, reivindicó a los actores de figuración y denunció la situación de la burbuja inmobiliaria desde un teléfono móvil puesto en modo altavoz desde el escenario. La mejor actriz revelación Laura Galán —por Cerdita— quiso tener un gesto de cariño recordando la escuela de teatro en la que arrancó su formación.
Lola Herrera, galardonada con el premio honorífico 'Toda una vida' por representaciones como Cinco horas con Mario, resaltó la “forma de abrazo” que para ella representa el reconocimiento: “Creo que es el premio más importante que me han dado en mi vida. No me ha conmovido ningún premio como la notificación de este”, confesó. También quiso reivindicar la memoria de los intérpretes fallecidos.
El Premio especial de la edición ha recaído sobre los veteranos pioneros en la defensa de los derechos de la profesión, representados en el escenario por algunos de los fundadores de la Unión que insistieron en la necesidad de pasar el testigo de las reivindicaciones a las nuevas generaciones. Entre ellos, se hallaban familiares de la actriz Concha Velasco, que excusó su ausencia por problemas de salud.
El Ministerio de Igualdad también ha sido recompensado, esta vez por el premio 'Mujeres en Unión-Pilar Bardem' por la elaboración de la ley trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, reconocimiento que la ministra Irene Montero agradeció recordando la figura de Lorca y la importancia de la actuación para que los colectivos más marginados puedan expresar libremente su identidad.
En televisión, la serie La Unidad ha cosechado las victorias a Yassmine Othman —mejor actriz de reparto— y Nathalie Poza —mejor actriz protagonista—, quien resaltó la capacidad de su papel para “dar voz a quien no la tiene”.
Los premios de mejor actor de reparto y mejor protagonista han recaído en Iñaki Miramón por Amar es para siempre y en Luis Callejo por Apagón, mientras que Manolo Caro ha sido premiado por su papel como actor secundario en Entrevías. Su homónimo femenino fue para Beatriz Carvajal por Laura y el misterio del asesino inesperado.
La sorpresa más reseñable se ha obtenido en el mundo del teatro, donde el galardón ex aequo a mejor actor de reparto subió a las tablas a Rafa Castejón —El burlador de Sevilla— y a Carlos Serrano-Clark —Muerte de un viajante—, al igual que sucedió con el premio de actriz de reparto otorgados a Carmen Mayordomo —Robots universales Rossum— y a Verónica Ronda —Lo fingido verdadero—.
En cuanto a interpretaciones secundarias, el rol de Luis Bermejo en Los santos inocentes ha sido reconocido junto al de Zaira Montes en La casa de Bernarda Alba, que reivindicó por segunda vez en la velada la figura del poeta y dramaturgo granadino como guía hacia la lucidez antes de dedicar el premio a sus amigos y familiares más cercanos.
Los afortunados en este género como actores protagonistas han sido Alberto Velasco —Sweet dreams—, que quiso dar visibilidad a los actores con cuerpos diversos, y Blanca Portillo, por su papel en Silencio, venciendo a Marta Poveda y Aitana Sánchez-Gijón, con quienes compartió su mérito a la vez que ensalzó la figura de Herrera, primera actriz en la que se inspiró.
“Somos trabajadores sociales, somos espejos de cosas que gente no quiere que se vean”, declaró la actriz, quien, como otros muchos artistas en la noche, abogó por el lenguaje inclusivo al comentar: “Tenemos un infiltrado en la RAE, a Juan Mayorga, que estará haciendo muchas cosas por nosotras, por nosotros y por nosotres”.