El avión Solar Impulse II partió hoy desde la ciudad birmana de Mandalay para proseguir la vuelta al mundo que en este quinto tramo le llevará hasta la ciudad de Chongqing, en el suroeste de China, informó hoy la organización.
El aparato, que busca ser el primer avión solar en completar una vuelta al mundo, recorrerá en este trayecto más de 1.300 kilómetros que tardará 20 horas en completar, sobrevolando incluso zonas en conflicto en el noreste birmano.
El suizo Bertrand Piccard, uno de los pilotos del proyecto, se encuentra a los mandos de la aeronave, que lleva instalados más de 17.000 placas solares, indicó la organización en las redes sociales y en su página web.
Este periplo alrededor del mundo, que se prolongará durante cinco meses y 35.000 kilómetros, aún tiene que superar las etapas más difíciles, a través de los océanos Pacífico y Atlántico, con escalas en Estados Unidos y en Europa, quizá en España, o en el norte de África antes de retornar a Abu Dhabi, de donde partió el pasado 9 de marzo.
El equipo del proyecto quiere demostrar que, además de poder volar de día y noche exclusivamente con energía solar, es posible dar la vuelta al mundo en avión sin emitir gases contaminantes.
El avión tiene unas enormes “alas” de 72 metros de envergadura (las de un Boeing 747 Jumbo miden 68,5 metros) y tiene una autonomía hasta de cinco noches y cinco días.
La cabina tiene un volumen de 3,8 metros cuadrados, suficientes para almacenar el oxígeno, la comida, el agua, el paracaídas y el resto del equipamiento necesario para el piloto, y tiene un asiento ergonómico que se reclina de forma que su ocupante pueda sentarse, estirarse e incluso hacer ejercicio.