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La baraja de copas menstruales vuelve para romper tabúes

EFE

Ourense —

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Después del éxito de ventas cosechado el año pasado, la ilustradora gallega Antía Alberte vuelve con la segunda edición de su singular baraja de naipes feminista, que es de todo menos discreta, donde los palos son copas menstruales y los bastos, consoladores.

Lo que comenzó como una pequeña idea durante una voluntariado en pleno corazón del Parque Natural del Xurés, ya es toda una realidad con la presentación de esta nueva baraja, que llega al mercado por un precio inicial de 15 euros y una tirada de 500 ejemplares.

“Hablé con BenComún, una especie de coworking de Allariz, donde hay varias editoriales, como Aira das Letras, Punto e Coma y Maruxairas; les gustó el proyecto y me ayudaron con la financiación de estas barajas”, ha comentado a Efe Antía, que destaca el esfuerzo que hay detrás de este trabajo.

Después de “mucho sondear” el mercado, esta ilustradora apostó no obstante por una imprenta de Madrid para hacer la baraja “más profesional”, después de descartar la posibilidad de elaborarlas en la casa Fournier porque le exigían “hacer como mínimo 3.000 barajas”.

El reto ahora es intentar al menos repetir el éxito de la primera edición -tirada de 150- y dar a conocer estas novedosas barajas, que pretenden romper tabúes.

Las cartas mantienen la esencia de la primera edición, que combina los colores rojos con otros más grises o negro y los cuatro palos utilizados: esto es, copas menstruales (copas), cuchillas de afeitar, por espadas, dildos (bastos) y pizzas, representando los oros.

La idea es distribuir las barajas a través de diferentes puntos de venta así como en la página web.

Y el siguiente paso, avanza, será elaborar un cómic de La Chica de la Pisa, personaje primigenio que se inspira en su propias vivencias y que ha ido cogiendo vida propia con el tiempo aunque reconoce que es una idea que “todavía está en ascuas”.

El objetivo con La Chica de la Pisa es “normalizar” aspectos cotidianos de su vida y de la de otras mujeres, como la depilación o la regla, todo ello “a través del humor” y el apoyo de su entorno más cercano.

Por Lorena Rodríguez