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MÚSICA

La bronca entre Residente y J Balvin no es personal, es política

Queda un mes para la celebración de los premios Latin Grammy, pero la bronca generada a su costa entre Residente y J Balvin no parece que vaya a tener final. Los dos exponentes del género urbano llevan varios días enzarzados después de que el segundo llamara a boicotear los premios concedidos por la Academia Latina. Esa es la razón oficial. Pero la aversión de René Pérez hacia José Álvaro Osorio –y viceversa– entraña otros asuntos de mayor calado como el activismo político, el respeto por las raíces de lo urbano y el resquemor de los músicos de reggaeton hacia una industria que los vapulea mientras se llena los bolsillos con ellos.

Perritos contra estrellas Michelin

Los Latin Grammy nacieron en el 2000 como respuesta a los homólogos estadounidenses y a su escasa representación del sonido y el talento latinoamericanos. Cuentan con 53 categorías que incluyen desde pop hasta jazz, rock, tropical y género urbano. Pero solo esta última ha hecho saltar chispas entre los dos artistas.

J Balvin, que este año está nominado a tres premios –canción del año y mejor canción urbana por Agua, la banda sonora de la película de Bob Esponja, y mejor interpretación por Tu veneno–, ha criticado que el reggaeton se englobe bajo la etiqueta de lo urbano junto al rap y al trap y que no ostente una categoría propia. Con eso aumentarían sus posibilidades de obtener más nominaciones. O así lo cree el colombiano.

Los Grammys no nos valoran, pero nos necesitan. Es mi opinión y no tengo nada nada contra los otros géneros porque se merecen todo el respeto. Pero ya el truco esta aburrido. Les damos rating pero no nos dan el respeto.

El puertorriqueño Residente, antiguo fundador de Calle 13, ha sido duro en sus ataques contra J Balvin, a quien acusa de componer hot dogs (perritos calientes) y querer competir con las “estrellas Michelin” de la música urbana. “Tú le estás diciendo a la gente que boicotee los premios y que no vayan a celebrarle la vida artística a Rubén Blades, cabrón”, dijo René en referencia al cantautor panameño que homenajean los Latin Grammy este año. “Un tipo que, a diferencia de ti, escribe sus canciones y las siente”.

Lo cierto es que cada uno ha generado diferentes relaciones con los Grammy. Residente es un viejo amigo de la Academia desde Calle 13, con quienes ganó en 2006 en los apartados de nuevo artista, álbum y vídeo musical. Los éxitos han seguido, a veces en la categoría general y otras bajo la etiqueta de lo urbano, la que este año desprecia J Balvin. El idilio de René y los Grammy se ha mantenido hasta el año pasado, cuando se hizo con el trofeo a mejor canción de rap y mejor canción del año con Antes que el mundo se acabe y René, respectivamente.

“Si los Grammy no nos valoran, entonces por qué yo tengo 31 premios. ¿Yo no soy urbano, yo no rapeo?”, contesta René. Por su parte, Balvin tiene solo cuatro Grammys y todos de la “subcategoría” urbana. “Yo te creería lo del boicot si el año pasado, cuando te nominaron 13 veces, no hubieses ido, pero ahí tú no pediste boicot”, le reprocha Residente en un vídeo de dos minutos subido a sus redes, que más tarde borró a petición de su rival.

“Tienes que entender que es como si un carrito de hot dog se molestara porque no puede ganar una estrella Michelin. Y no me malinterpretes, José, tu música es como un carrito de hot dog, le gusta a todo el mundo, pero cuando la gente quiere comer bien se va a un restaurante, que son los que ganan las estrellas Michelin”, continua René. La metáfora no solo ha sido pasto de las redes, sino que ha sido usada por el mismo J Balvin para lanzar merchandising de su nuevo disco. Pero la frase final del vídeo sintetiza el reproche de algunos artistas del sector a Balvin: “Si tú no tienes lápiz, José, le tienes que bajar 20”.

La “pureza” de lo urbano

J Balvin es uno de los artistas de reggaeton más comerciales, y no solo por su música. Ha sido imagen de Nike, McDonalds, Fortnite o del mencionado Bob Esponja. A la vez, se le acusa de no escribir sus propias canciones ni de cantarlas –sin el uso del autotune–. Por todo ello sus desprecios hacia la etiqueta urbana y su reivindicación de separar el reggaeton del rap o el trap ha enfadado a cantantes como Residente o Yotuel, vocalista de Orishas. A raíz de la polémica de los Grammy, el primero le recuerda que hay otros estilos que ni siquiera “están en ninguna lista”, como “la salsa, la bossa nova de Brasil o el flamenco”.

Me interesa que la gente sepa el tipo de persona que tú eres. Dile a tu viejo que en vez de compararte con el economista Peter Drucker, como si fueras un genio de la economía, que te enseñe valores, porque no todo en la vida es negocio.

Los Latin Grammy han ensalzado durante estos años Juanes, Visitante, Juan Luis Guerra o Natalia Lafourcade. La mayoría de ellos no amasa la fortuna (20 millones de dólares) ni las escuchas (60 millones de oyentes mensuales en Spotify) de J Balvin. De ahí las críticas de René Pérez porque llame al boicot “del único medio masivo que tienen los artistas reales de promocionar su música”. “Los gaiteros de San Jacinto de Colombia con una nominación pueden hacer una gira pequeña para traer comida pa sus casas”, continúa en un nuevo vídeo de cinco minutos en respuesta a su campaña de marketing.

Residente le compara también con el puertorriqueño Tego Calderón, para algunos el mejor artista de reggaeton de la historia, altavoz de injusticias sociales y causas políticas, y menos premiado que Balvin. Calderón solo tiene un Grammy Latino como mejor disco de música urbana por El que vale, vale. “Y no oirás a Tego quejarse”, le replica.

“Me interesa que la gente sepa el tipo de persona que tú eres. Dile a tu viejo que en vez de compararte con el economista Peter Drucker, como si fueras un genio de la economía, te enseñe valores, porque no todo en la vida es negocio”, le ha criticado. También “están los códigos de la calle, hablar de frente, tener compasión por los demás, la que yo tuve cuando me llamaste llorando al subir el video pidiendo que por favor lo bajara, y lo bajé”.

El reggaeton como arma política

Otra de las críticas que subyacen al mensaje de Residente, y al que se han sumado artistas y personalidades colombianas, es la tibieza política de J Balvin hacia las movilizaciones de su lugar de origen. “Mi padre me enseñó a amar mi país por encima de todas las cosas”, le dice. “Por eso yo te tuve que escribir el único mensaje que le dedicaste a Colombia durante las manifestaciones, y te lo escribió un puertorriqueño”, ha desvelado el artista. “Tu país quemándose en llamas y tú pendiente de sacar un disco”.

En julio de 2019, artistas conocidos de reggaetón como Daddy Yankee, Luis Fonsi, Ricky Martin, Residente y Bad Bunny encabezaron algunas de las manifestaciones en Puerto Rico en contra del presidente Ricardo Roselló. Afilando los cuchillos, la canción que René sacó con Bad Bunny, se coreó durante las marchas y se transformó en pancartas con frases como “que se enteren todos los continentes que Ricardo Roselló es un incompetente, homofóbico, embustero y delincuente”. En ese momento ya no hubo duda: el reggaeton era un gran altavoz para la causa de Puerto Rico.

Por una parte, con este acto remitían a los orígenes underground del rap o el hip-hop, donde la lucha obrera, la pobreza, el racismo y la brutalidad policial estaban más presentes que en el reggaeton, género que les lanzó al estrellato. Pero, a la vez, conseguían situar las protestas en las portadas de todo el mundo, algo que sin sus rostros habría sido mucho más difícil. Algo que J Balvin no ha hecho ahora ni parece que vaya a hacer nunca.