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Bernardo Atxaga, Premio Nacional de las Letras 2019

EFE

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El escritor vasco Bernardo Atxaga ha sido galardonado hoy lunes con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2019 por “su contribución fundamental a la modernización y a la proyección internacional de las lenguas vasca y castellana”, según ha destacado el jurado.

El premio, dotado con 40.000 euros y concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual.

Y en Atxaga ha reconocido su contribución a la proyección de las lenguas vasca y castellana a través de una narrativa “impregnada de poesía en la que ha combinado de una manera brillante realidad y ficción”.

Joseba Irazu Garmendia (Asteasu, Gipuzkoa, 1951), conocido por el seudónimo literario de Bernardo Atxaga, recibe este galardón poco después de haber anunciado que se despedía de la novela tras publicar la que asegura que sería la última, “Etxeak eta Hilobiak (Casas y tumbas)”, un ejercicio de “prestidigitación” literaria que saldrá en castellano el próximo mes de febrero.

Para Atxaga, la concesión de este premio a su carrera “es algo más que un aliciente, es un impulso”, ha dicho en declaraciones a Efe, tras recordar que él es un escritor que se mueve “en los límites de lo humano”.

“Haberlo recibido antes de los 150 años es una alegría”, ha bromeado el autor que ha recordado que hace 47 años que publicó su primer libro.

Durante estos casi 50 años ha ido cogiendo notas, escribiendo en los márgenes de los catálogos de exposiciones de pinturas, de los poemas y canciones que ha escrito en miles de hojas. Y es hora de hacer un repaso en lo que denomina “Marginalia”.

“Tengo que repasar lo que ha ido quedando en los márgenes y ver si me da pie para hacer cosas nuevas. Es como recoger la cocina. Y el Premio Nacional de las Letras viene a la hora en la que voy a ver qué hay por los rincones de la cocina y qué hago con lo que encuentro por ahí”, ha indicado el escritor, que dice que precisamente por eso ha estado haciendo estos días una especie de inventario.

Bernardo Atxaga considera que los escritores viven “un poco a merced de corrientes exteriores” y reconoce que el hecho de ser un escritor en euskera y castellano ha podido favorecer la concesión de este premio.

“Al menos hay dos corrientes culturales y políticas. Hace mucho tiempo se impuso la corriente de literatura en una sola lengua y hay otra, que se ha notado últimamente por ejemplo en el Instituto Cervantes, que es la de que la literatura en España es plural. No solamente estoy de acuerdo con esta segunda corriente, sino que creo que me ha favorecido”, ha indicado.

“Y el que diga que prefiere la monocultura que se vaya a vivir a un bosque donde solo haya pinos”, ha señalado este autor, considerado el máximo exponente de la narrativa vasca.

Atxaga es miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia, desde 2006, y miembro de Jakiunde, Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras, desde 2010.

La mayor parte de su obra, escrita y publicada en euskera, puede leerse en 32 lenguas. Es un autor que cultiva todos los géneros, novela, poesía, teatro, ensayo, o literatura infantil, y también ha escrito letras para canciones de artistas de pop, folk y rock.

Comenzó a escribir cuentos en euskera unido a los movimientos literarios de vanguardia de Euskadi de finales de los años 70.

En su territorio legendario de Obaba se sitúan algunas de sus narraciones más conocidas, como “Sugeak txoriari begiratzen dionean (Cuando la serpiente mira al pájaro)” (1984), “Bi letter (Dos letter)” (1984), la novela “Bi anai (Dos hermanos)” (1985, Premio de la Crítica) y, sobre todo, “Obabakoak” (1988), la obra que más fama y reconocimiento le ha aportado y que ha sido traducida a 26 idiomas.

Una obra que fue galardonada con el Premio de la Crítica, el Premio Euskadi, el Premio Nacional de Narrativa y el Premio Millepages de París, y quedó finalista en el European Literary Award, además de ser llevada al cine por Montxo Armendáriz como “Obaba” (2005).

Posteriormente ha publicado otras novelas como “Gizona bere bakardadean (El hombre solo)” (1993, Premio Euskadi de Plata en euskera y Premio de la Crítica), “Zeru horiek (Esos cielos)” (1995), “Soinujolearen semea (El hijo del acordeonista)” (2004, Premio de la Crítica de la Feria del Libro de Bilbao, Premio Grinzane Cavour y Premio Mondello), o “Zazpi etxe Frantzian (Siete casas en Francia)” (2009).

“Nevadako egunak (Días de Nevada)” (2013, Premio Euskadi y Premio de la Crítica) o “Txoriak kolpeka (Pájaros que golpean)” (2014), son otras de sus obras. En 1994 fue incorporado a la Lista de honor del IBBY por “Behi euskaldun baten memoriak (Memorias de una vaca)”.