Pilar Mazo y Ana Lumbreras
Haro (La Rioja), 20 oct (EFECOM).- Bodegas Ramón Bilbao, integrada en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja y que este año cumple su primer centenario, es una compañía que pone su foco principal en la “escucha al consumidor”, al que quiere acompañar en sus momentos de socialización.
Así lo ha detallado a EFE su director general y enólogo, Rodolfo Bastida, con motivo de los actos de celebración de este centenario, cuya presidencia de honor ostentan los reyes y que comenzarán el próximo día 24 de octubre en Haro (La Rioja), donde tiene su sede, con la asistencia del ministro de Agricultura, Luis Planas.
El día 29 , en Logroño, se celebrará una cata con vinos de bodegas centenarias de Argentina, Italia, Portugal, Francia y España; y se elegirá a la persona que más sabe del vino español en el mundo entre seis finalistas de España, Reino Unido, Colombia, Estados Unidos, México y República Dominicana.
Adaptar e interpretar los vinos con una visión de consumidor es uno de los retos que cree que tiene actualmente el sector vitivinícola y que esta bodega centenaria ya ha interiorizado en su hoja de ruta, ha detallado Bastida.
“Si el consumidor quiere vinos blancos, le tendremos que dar blancos; si quiere vinos con menos contenido alcohólico, tendremos que trabajar para obtener vinos menos alcohólicos”, ha subrayado, aunque en este sector es “prácticamente imposible definir el consumidor porque es un abanico muy amplio”.
Embajadores de la marca Rioja
En Ramón Bilbao, que opera con esta marca en las denominaciones de Rioja y Rueda, han notado que desde la pandemia de la covid-19 ha cambiado mucho el perfil del visitante a la bodega.
Hay un predominio mayor de mujeres respecto a los hombres, generalmente de entre 30 y 45 años, y grupos jóvenes, con interés por conocer todo lo que concierne a la historia y cultura del vino, su significado, su forma de elaboración, el origen de las uvas y la diferencia entre unos y otros territorios.
La DOCa Rioja -que comparten La Rioja, País Vasco y Navarra- tiene un gran valor respecto a otras regiones vitivinícolas por su diversidad de paisajes y suelos “únicos”, que la convierten en “un marco incomparable” de cara al enoturismo y con “un gran potencial a futuro”, ha subrayado.
Bodegas Ramón Bilbao, que forma parte de la empresa familiar Zamora Compay desde 1999, apuesta, dentro de su política enoturística, por convertir a sus visitantes en “embajadores de la marca Rioja”.
Este cambio de perfil en las visitas y el interés que se muestra en ellas por conocer la riqueza patrimonial vitivinícola, la bodega y su marca es, para Ramón Bilbao, como si “nos tocara la lotería” y esta es una parte que “tenemos que mejorar y profundizar en ella mucho más” para “estar más cerca de lo que el consumidor quiere”.
En esta línea, también se plantea, de cara al futuro, que sus viñedos tengan un componente estético, además de que sean propicios para elaborar unos vinos de calidad.
Un 30 % a la exportación
Ha explicado que el foco principal de la bodega de la que es director general desde 1999 es el canal de la hostelería, junto a la venta online, que crece de forma bastante rápida, de la mano también de diferentes plataformas y clubes de vino.
La bodega elabora anualmente en el entorno de los 6 millones de kilos de uva, provenientes de sus 255 hectáreas en propiedad y otras vinculadas, para obtener unos 4,5 millones de botellas.
Exporta el 30 % de sus producción, fundamentalmente, a Reino Unido, que es su principal país comprador, seguido de Holanda y Alemania y, fuera de Europa, Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica, sobre todo de Centro América.
Sobre el aniversario del primer centenario, Bastida ha detallado que esta efeméride supone “un hito” para la compañía, que comenzó en 1924, cuando Ramón Bilbao registró oficialmente su marca en Haro y fundó la bodega.
En 1971, Ramón Bilbao se convirtió en una sociedad anónima y en 1999 la bodega comenzó su andadura de la mano de Zamora Company y, con Bastida al frente como director general y enólogo, puso el foco en mejorar y adaptar los vinos a un estilo no tan clásico, aunque manteniendo la apuesta por los vinos criados.
También apostó por configurar una oferta que completara una propuesta “atractiva” para los mercados internacionales; y, en 2016, Ramón Bilbao construyó su propia bodega en Rueda, lo que supone, ha indicado, una apuesta por los vinos blancos.