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“El boxeador”, un cómic que golpea fuerte antes de saber si se publicará
Dos púgiles, un ring y una meta por conseguir son los elementos con los que los autores de cómic Manolo Carot, aka Man, y Rubén del Rincón, han construido “El boxeador”, un cómic que lucha por conseguir 9.000 euros para ganar su particular combate: convertirse en realidad y llegar a los lectores.
Antes de saber si su proyecto consigue o no en los próximos 22 días (a través de la plataforma Verkami) alcanzar esta cantidad de dinero, lo que ya se puede decir de “El boxeador” es que se trata de un auténtico combate pugilístico no sólo disputado en la narración, sino también en el terreno de la creatividad y el arte.
Y lo es porque ambos autores, amantes de las artes marciales y del boxeo, se han calado los guantes con la rabia necesaria para poder triunfar y transformar las páginas en blanco en auténticos cuadriláteros donde ambos se han “retado”.
“Los dos hemos tenido libertad para hacer lo que queríamos y, como veíamos lo que estaba haciendo cada uno ha sido un proceso muy orgánico y muy creativo. Ha sido como un combate continuo porque al ver lo que estaba haciendo Rubén yo intentaba hacerlo mejor”, ha relatado a Efe Carot mientras tatuaba a un cliente en el estudio de tatuaje barcelonés donde trabaja.
En este sentido, según ha reconocido Man mientras pide disculpas por la vibración de la máquina de tatuar, “El boxeador” aborda las dos historias que cada uno han ido escribiendo y dibujando a la par. Dos narraciones que se unirán a la mitad del libro en un combate al que el lector llegará de una manera u otra, según la historia que haya elegido.
“Una historia empieza por la portada y otra en la contraportada y acaban en el centro. Los dos personajes quieren llegar a una misma meta y la metáfora de todo está en el último combate de boxeo que se disputa en las páginas centrales del libro”, explica.
Aunque a priori esta lectura pueda entrañar una dificultad para el lector, Carot ha reconocido que “no será complicado” porque ambas historias son “autoconclusivas” y se “nutren” la una de la otra.
Realizado con la “certeza” de que se trata de un cómic que “puede gustar a la gente”, de no ser así no se hubieran metido en faena, Carot (Mollet del Vallès, 1976) ha recordado también la pasión que tanto él como Del Rincón sienten por el boxeo y las artes marciales.
“Siempre me ha gustado y me ha parecido un deporte muy noble, es un fondo perfecto para explicar historias, es súper goloso. También era una metáfora acerca de lo que nos hemos enfrentado nosotros, que ha sido como enfrentarte a alguien que está haciendo perfectamente lo mismo que tu estas haciendo, es enfrentar el sueño de uno con el otro”, ha matizado.
Y por eso, porque el boxeo es pasión, honor, amor propio, libertad y un reto vital, este cómic se ha realizado en blanco, negro y rojo, los colores del drama, la luz y de la sangre de las heridas que la lucha provoca en los cuerpos de estos deportistas.
Un concepto vital que ambos autores entienden y respetan hasta el punto de tomarse la vida con la filosofía de los que se saben ganadores: “Si el cómic no sale de esta manera, saldrá de otra, pero saldrá”, concluye Man mientras el cliente interrumpe la entrevista para exclamar entre risas que pese a que nunca se le había ocurrido leer un cómic, sí que leerá “El boxeador”.
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