Después de arrasar en los Feroz, en los Goya, y en casi todos los premios que se han entregado en nuestro país, El buen patrón, con Javier Bardem como gran embajador, ha sido el título más reconocido en la 30 edición de los premios anuales de interpretación que concede la Unión de Actores y que se han entregado esta noche en una ceremonia en el Teatro Circo Price en la que se ha vuelto a escuchar el “No a la guerra”. Desde Ángela Molina, merecedora del premio honorífico, a Petra Martínez, mejor actriz protagonista de cine por “La vida era eso”, o Alba Flores, muchos de los galardonados expresaron desde el escenario su rechazo a la guerra en Ucrania y a todas las guerras.
La gala, dirigida por Yolanda García Serrano y presentada por Gloria Albalete, también estuvo marcada por los llamamientos a favor de la igualdad y el recuerdo de Pilar Bardem, fallecida el verano pasado y que hoy hubiese cumplido 83 años. Javier Bardem, que este año compite por el Oscar por Being the Ricardos, dedicó su premio a los actores que están empezando a quienes recordó que “los accidentes ocurren y hay que estar preparado”. Él mismo se consideró fruto de varios accidentes desde que fue por primera vez a un casting de “Las edades de Lulú” para acompañar a su hermana y le dieron a él un papel. “Eso me llevó a 'Jamón, jamón”, a 'Huevos de oro', a una mujer y dos hijos“, recordó.
También confesó sentirse incómodo con el premio de un gremio en el que hay tanto paro. “Soy uno de los actores más afortunados del mundo, llevo trabajando desde los 18 años con algunos de los mejores directores de España y del mundo (...), no sé como devolveros el cariño y el apoyo que me habéis dado durante tantos años”. Para El buen patrón fueron un total de seis galardones, entre ellos Óscar de la Fuente y Sonia Almarcha como mejor actor y actriz secundarios, Fernando Albizu como mejor actor de reparto y Tarik Rmili y Almudena Amor como actor y actriz revelación.
Petra Martínez, “orgullosa” por haber ganado a Blanca Portillo y a Penélope Cruz, dio un rapapolvo a los políticos. “No entiendo porqué nos llevan por un camino tan difícil y que después de salir de Afganistán estemos aquí”, dijo antes de gritar -un guiño a su juventud hippie- “haz el amor y no la guerra”. Arantxa Aranguren, mejor actriz de reparto por Maixabel, pidió más papeles para mujeres de 50, un reclamo al que se unieron otras actrices como Ana Labordeta: “No somos invisibles, no nos tengáis miedo”, dijo.
En televisión, el premio al mejor actor protagonista fue para Javier Cámara por Venga Juan y el de mejor actriz protagonista para Candela Peña por Hierro. Cámara reconoció que la guerra le da miedo y expresó su agradecimiento a toda la gente “que fleta autobuses, que recoge gente en esta y en todas las guerras, porque la de Ucrania no es la única que hay”. Mientras, Peña pidió “más trabajo y menos premios” y reivindicó el trabajo que hacen los actores por los proyectos. Los premios de mejor actor secundario de televisión fueron para Fernando Cayo por La casa de papel y Ana Labordeta por Madres, amor y vida. Patrick Criado ganó como mejor actor de reparto por Antidisturbios y Roser Pujol, actriz de reparto por La cocinera de Castamar.
En teatro, Silvia de Pé, mejor actriz protagonista por El caballero incierto, sorprendió a todos con una petición de matrimonio en directo desde el escenario a su pareja y Juan Diego Botto, mejor actor protagonista por Una noche sin luna, se lo dedicó a la memoria de Lorca “y los que como él acabaron en una cuneta”. Como actores secundarios los premiados fueron Jesús Noguero, por El bar que se tragó a todos los españoles y Alba Flores por Shock 2: la tormenta y la guerra, que se lo dedicó a las personas que han pasado por una guerra y apeló a la responsabilidad de su generación: “no vale con poner un tuit”.
Alba Enríquez recibió el premio a mejor actriz de reparto por Troyanas y Guillermo Toledo, mejor actor de reparto por Shock 1: el cóndor y el puma, pidió no olvidar la tragedia de los inmigrantes que siguen muriendo en pateras en el mar. El reconocimiento a Toda Una Vida lo recibió la actriz Ángela Molina, quien dijo sentir la necesidad de expresar, “llena de humildad, que acabe la guerra, todas las guerras, cualquier guerra, que no permitamos que surja otra”.
Berta Ojea, secretaria de Igualdad del sindicato, anunció, acompañada por Mónica Bardem, que a partir de este año el premio Mujeres en Unión, dedicado a labores de promoción de la igualdad y que este año recayó en la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (Apramp), pasará a llamarse Mujeres en Unión Pilar Bardem. Mónica Bardem recordó que su madre rezaba a menudo y que tenía un altar en el que estaba la pancarta del No a la Guerra, el grito que la cultura española lanzó con motivo de la invasión de Irak en 2003. “Tenemos que desempolvar la pancarta y el grito y volver a decir 'No a la guerra, a ninguna guerra'”, señaló.