Los Premios Goya han anunciado las nominaciones de su gala que este año se celebrará el 8 de febrero en Granada y que lidera con 14 nominaciones El 47 y seguida por el fenómeno de la taquilla del año, La infiltrada con 13 nominaciones. Ambas optan al premio a la Mejor película en un quinteto donde la sorpresa la ha dado la ausencia de La habitación de al lado, que a pesar de sus diez nominaciones se queda fuera de las finalistas en el premio más importante.
La ausencia en los Premios Forqué ya indicaron que parte de la profesión no había conectado con la propuesta de Pedro Almodóvar, pero cuesta entender que la primera película española en ganar el León de Oro en Venecia no haya logrado ese puesto. Finalmente, el quinteto de Mejor película lo conforman El 47, La infiltrada, Segundo premio (que acumula 11 nominaciones), Casa en llamas (que suma 8) y La estrella azul, sin duda el debut del año que logra también ocho candidaturas.
La Academia, sin embargo, sí que ha reconocido el trabajo de Pedro Almodóvar en la categoría de Mejor dirección. Un año curioso, ya que dos de los trabajos nominados a Mejor película que sí podían ser reconocidos aquí no aparecen. Marcel Barrena (El 47) y Dani de la Orden (Casa en llamas), no consiguen materializar su nominación a pesar de su presencia en Mejor película. Su ausencia ây la de La estrella azul que opta a Dirección novelâ, la aprovechan Aitor Arregi y Jon Garaño, por Marco, y Paula Ortiz, por La virgen roja (una de las sorpresas de estas nominaciones con sus nueve candidaturas).
Les acompañan la dupla de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, por Segundo Premio; y Arantxa Echevarría, por La infiltrada. El filme sobre un topo de la policía en ETA es la única película que consigue las nominaciones de Película, dirección, y guion, lo que unido a su arrase en las categiorías técnicas y hasta interpretativas âdonde han colocado a Luis Tosar como actor de reparto y Naussica Bonin, como actriz de repartoâ, convierten a La infiltrada en el rival a batir.
La habitación de al lado, a pesar de la ausencia en la categoría más importante, ha sumado diez nominaciones gracias a que consigue la de guion adaptado y que entre su dupla de estrellas de Hollywood. Tilda Swinton y Julianne Moore consiguen la candidatura como Mejores actrices protagonistas y se las verán con Carolina Yuste, por La infiltrada âque viene de ganar el Forquéâ; Emma Villarasau, por Casa en llamas; y Patricia López Arnaiz, por Los destellos. La película de Pilar Palomero es una de las grandes ausencias. Tiene cinco candidaturas, entre ellas las de sus dos actores âAntonio de la Torre es el favorito como Actor de repartoâ, y la de guion adaptado, pero Pilar Palomero se queda fuera de dirección y película.
Casa en llamas se confirma como otro de los fenómenos del año. La comedia de Dani de la Orden consigue ocho candidaturas, entre ellas la de Mejor película, Mejor guion, pero arrasando en las interpretativas. A la esperada de Emma Villarasau como Mejor actriz protagonista hay que sumar la de Alberto San Juan como Actor protagonista, la de Enric Auquer como actor de reparto y un doblete como Actriz de reparto para Macarena García y María Rodríguez Soto. Prácticamente todo el elenco logra su nominación en un premio que se puede leer como un triunfo colectivo de un reparto que funciona como un reloj.
Poco parece que puedan hacer los rivales de La estrella azul en mejor dirección novel. La ópera prima de Javier Macipe es todo un fenómeno y lo confirma con sus ocho candidaturas, entre ellas las de Mejor película y guion original, además de la de Pepe Lorente como actor revelación, en un quinteto donde también entra Cuti Carvajal. Una categoría donde aparece otro doblete, el de Cristalino y Daniel Ibáñez, es decir los Jota y Floren del Segundo Premio de Isaki Lacuesta. Junto a todos ellos Oscar Lasarte por su interpretación de Gila.
La ausencia de Pedro Almodóvar en la categoría de Mejor película no es la única, sino que títulos que han triunfado en festivales internacionales se quedan fuera de las categorías importantes. Es el caso de Polvo serán (cuya nominación más importante es la de Alfredo Castro como actor protagonista, aunque no lo consiga la maravillosa interpretación de Ángela Molina; Salve María (que consigue que esté su guion adaptado y Laura Weisshmar como actriz revelación); o Volveréis, que solo logra la presencia de Vito Sanz como actor protagonista. Sanz se enfrentará al favoritísimo Eduard Fernández, por Marco; los citados Alfredo Castro y Alberto San Juan y a Urko Olazabal por Soy Nevenka.
El boom del cine catalán
Tras el anuncio de las nominaciones, muchos de los nominados fueron pasando por la sede de la Academia en Madrid -aunque las nominaciones se leyeron fuera, desde Grabada, por primera vez- para atender a la prensa. Allí la emoción de las ‘novatas’, Laura Weissmahr (Salve María) y Marina Guerola (Los destellos), que entraron casi entre lágrimas se juntaron con el júbilo de los cortometrajistas, que salieron al estrado en bloque para reivindicar que el corto es cine y pedir “que se vea”.
Los que tienen más tablas en esto son los que aprovecharon para reflexionar, y entre los temas que salieron fue cómo las nominaciones dejaban claro que la presencia del cine catalán en salas y en los premios -con dos películas en catalán, El 47 y Casa en llamas, nominadas- se ha normalizado e incluso alcanzado su cima hasta ahora. Marcel Barrena, el director del filme, calificaba como una experiencia preciosa lo que había ocurrido con el filme, quitaba importancia a que no estuviera él nominado como director, y subrayaba cómo “ahora va a ser complicado no entrar en un proyecto argumentando que es por la lengua que se habla en él”.
Somos un país multicultural y plurilingüe y esconder eso es esconder este país. Estas películas pueden suponer un cambio de paradigma industrial y en el publico
“Somos un país multicultural y plurilingüe y esconder eso es esconder este país. Estas películas pueden suponer un cambio de paradigma industrial y en el publico”, decía el cineasta. Encontraba el apoyo de su productor, Javier Méndez, de Mediapro, que hizo hincapié en que ellos han defendido que no hubiera una versión doblada del filme: “Es una decisión. Somos una empresa catalana, apostamos por la versión original y se ha recibido estupendamente bien. No vamos contra el doblaje, pero defendemos la versión original por el hecho lingüístico y hay que seguir naturalizando ese proceso”.
Aitor Arregi, codirector de Marco y nominado como Mejor realizador, pidió que nadie se confíe, porque aunque haya “un cambio de paradigma, este es muy frágil, y si no lo riegas se cae enseguida”. “Nosotros llevamos desde 2010 haciendo cine en euskera. Marco ha sido parte en español y parte en catalán. Tenemos una sensibilidad hacia el tema y sí que es verdad que si lo comparas con hace unos años está cambiando, pero ni es de ahora ni nos tenemos q confiar, porque según el año o según quien esta en el poder, esto puede cambiar”, zanjó.
Pletóricas estaban Arantxa Echevarría, Maria Luisa Gutiérrez y Mercedes Gamero, directora y productora de La infiltrada, que a sus ocho millones de euros en taquilla suma ahora 13 nominaciones a los Goya. Hablaba Echevarría de cómo las dos directoras nominadas, Paula Ortiz (La virgen roja) y ella coinciden en algo: “Las dos intentamos tener grandes presupuestos, hacer cosas grandes y sin perder nuestro agarre al suelo”. Las productores confesaron que nunca pensaron en que una mujer no pudiera hacer un thriller, y que la elección de Echevarría no fue una declaración de intenciones, sino una apuesta normal. Destacaron la importancia de que un thriller triunfara en taquilla para frenar la avalancha de comedias que han asolado el cine español recientemente.
Feliz estaba también Isaki Lacuesta, que valoró la diversidad de las películas en un año en el que nadie tenía nada asegurado. Bromeó sobre la respuesta de Los Planetas, “habrá que esperar a que se levanten”, dijo y analizó una industria que es capaz de producir taquillazos de acción y filmes tan personales como el suyo y que ambos convivan en los Goya.