“No hay que poner el acento en declaraciones que se desautorizan por sí mismas”. Juan Antonio Bayona respondió así a Vox tras arrasar en los Premios Goya con 12 galardones para La sociedad de la nieve. El cineasta catalán aseguró que las palabras del partido de extrema derecha, que llamó “señoritos” a los profesionales del sector, “solo es ruido y hay que ignorarlo”.
El director atendió a los medios una vez concluida la ceremonia, “muy feliz” por el “abrumador” reconocimiento de la Academia, que le alzó como el tercer largometraje con más ‘cabezones’ de la historia tras Mar adentro y Ay, Carmela. De todos los ganados, Bayona destacó el que coronó a Matías Recalt como Mejor actor revelación y el de Mejor película, que permitió que sus dos productoras, Sandra Hermida y Belén Atienza levantaran, “por fin”, el galardón.
Hasta ahora, los dos filmes por los que él se había alzado con el Goya a Mejor dirección –Lo imposible (2012) y Un monstruo viene a verme (2016)–, no repitieron en la categoría a Mejor película. Gesta que La sociedad de la nieve, sí logró cumplir.
No hay que poner el acento en declaraciones que se desautorizan por sí mismas. Solo es ruido y hay que ignoralo
Bayona, como ya hizo durante la gala al recoger los premios, reivindicó “el gran talento” que hay en España y lo “complicada” que es la situación del sector. “Desde la pandemia se han perdido muchos espectadores en el cine. No hablo del cine español, hablo del cine en general. Y necesitamos un público fuerte, estable y consistente”, defendió.
“Se está produciendo ahora con menos recursos que cuando yo empecé”, lamentó después, valorando como coyuntura muy positiva que haya más mujeres accediendo a puestos como la dirección y la dirección de fotografía, pero apuntó: “¿Qué panorama se encuentra cuando llegan?”.
El cineasta sostuvo que para que puedan dar “lo mejor” de sí mismos, necesitan “los recursos necesarios”. “Cuantos menos recursos hay en cada película del cine español, se pierden espectadores porque una cosa va relacionada con la otra”, advirtió para explicar por qué poner el foco en este aspecto debe ser “el gran objetivo”. De ahí a que, más allá de ser una película de Netflix y agradecer que la hayan visto 150 millones de personas en todo el mundo, se haya echado él mismo a la carretera “para ir cine por cine a llenar las salas”. “Necesitamos que el público vuelva a las salas”, incidió.
Ahora se produce con menos recursos que cuando yo empecé
En concreto, celebró que La sociedad de la nieve esté acaparando a diferentes grupos de edades. “Se ha convertido en una película de fans muy jóvenes. Me encanta porque es el público del futuro. Bienvenido sea”, expuso.
Bayona triunfó en los Goya un mes antes de los Oscar, en los que el filme está nominado a Mejor película internacional y Mejor maquillaje y peluquería. Belén Atienza, productora de la cinta, expuso que hacerse con la estatuilla está “complicado” porque uno de los títulos con los que compite, La zona de interés de Jonathan Glazer, cuenta con cinco candidaturas. “En principio eso lo hará más difícil, pero vamos a por ello. Y también a disfrutarlo porque esto es algo que pasa una vez cada muchos años. Es muy difícil colocarse”, valoró.
La importancia de los discursos
Por la sala de prensa pasó también Estíbaliz Urresola, responsable de 20.000 especies de abejas, al concluir la ceremonia. La cinta se alzó con tres premios: Mejor dirección novel, Mejor guion original y Mejor actriz de reparto para Ane Gabarain. La intérprete protagonizó uno de los momentos más emotivos de la gala, al recibir el 'cabezón' de las manos de la protagonista del filme, Sofía Otero. “Ha sido muy especial ver a Ane subir al escenario y verlas abrazarse”, afirmó la cineasta, “Itziar [Lezcano, que también aspiraba al galardón] se complementan muy bien. Representan las dos caras de la sociedad”.
“Todos y todas querríamos tener a una Ane en nuestra vida. Alguien que nos acoge y nos abraza tal y como somos, sin hacer muchas preguntas”, alabó. Su largometraje partía como favorito por acumular el mayor número de nominaciones. Urresola expresó que estaba “feliz por el reconocimiento y la bienvenida tan bonita que se le dio desde la industria, siendo una directora novel con un guion igualmente premiado”. Eso sí, recordó que “los premios son el reconocimiento a un trabajo pero la película sigue siendo la que es”.
Soy parte de un tejido social que vibra y que tiene rabia por muchas cosas que suceden; e intento, igual que con las películas, aprovechar estos micrófonos para trasladar lo que me enfurece
Los discursos de la directora volvieron a ser de los más reivindicativos de la noche, en los que se acordó de las mujeres que sufren abusos tanto dentro como fuera del sector cultural, y de Palestina. “Tener un micrófono es un privilegio igual que hacer cine. Puedes llegar a tener un alcance con lo que dices que muchas personas no tendrían”, argumentó. “Soy parte de un tejido social que vibra y que tiene rabia por muchas cosas que suceden; e intento, igual que con las películas, aprovechar estos micrófonos para trasladar lo que me enfurece”, concluyó.