Carla Simón, Premio Nacional de Cinematografía: “Este momento dulce del cine español durará poco si no se cuida”

Carla Simón ha sido distinguida con el Premio Nacional de Cinematografía 2023, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte. La directora toma el relevo a la actriz Penélope Cruz, ganadora del prestigioso galardón en su edición de 2022. El jurado destaca a la cineasta y guionista “por posicionar el cine español en el panorama internacional con la obtención del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, uno de los más prestigiosos a nivel mundial”.

Alcarràs fue el largometraje con el que la catalana triunfó en el certamen alemán el año pasado, obteniendo su máximo galardón. Un reconocimiento que España no recibía desde 1983, cuando Mario Camús venció por La colmena. “Supuso un hito en la historia de nuestro cine gracias a una película en la que la naturalidad y precisión en la construcción de historias y personajes, combina con inteligencia y rigor el realismo y la ficción mediante una mirada de plena actualidad a problemas sociales”, valoran. Además, el jurado destaca la forma en la que “incorpora de manera orgánica la diversidad de lenguas que caracterizan y enriquecen nuestra sociedad y cultura”.

“Ha sido una sorpresa muy bonita”, declara Simón a elDiario.es. minutos después de recibir la llamada del ministro Miquel Iceta para darle la noticia. La directora se muestra “muy feliz” por ser incluida en una lista de homenajeados de la que figuran nombres como José Sacristán, Isabel Coixet y Fernando Trueba. “Pensar que entro a formar parte de esta gente del cine español que son referentes, personas a las que admiro muchísimo y cuyo cine es historia de la cinematografía de aquí me hace mucha ilusión”, indica.

El grupo de expertos responsables del galardón considera que la cineasta “representa a una generación de cineastas que han logrado en muy poco tiempo desarrollar un cine de calidad y comprometido con el propio medio y la sociedad alcanzando a un público global. Sin lugar a dudas, es uno de los referentes del gran momento que vive el cine español”. Como colofón, valoran la forma en la que ha sido “capaz de promover que se hayan abierto salas en un momento tan complicado tras la pandemia de COVID”.

Para Simón, que sus obras sean leídas como 'comprometidas' es algo que considera que le surge “de manera natural”: “Parto de cosas muy personales pero me importa mucho que la gente se pueda emocionar e identificar con estas historias. Que sientan que las familias que retrato puedan ser las suyas. Entender que lo que les pasa tanto a la de Alcarràs, la de Verano 1993 y la que protagoniza la película que estoy escribiendo ahora, son cosas que les han pasado a otras”. “Retrato el contexto político y social de un sitio a través de una intimidad muy particular, pero todo lo íntimo acaba siendo también político”, añade sobre cómo partir de lo particular conduce a lo “universal”.

Retrato el contexto político y social de un sitio a través de una intimidad muy particular, pero todo lo íntimo acaba siendo también político

Sobre el hecho de ser considerada un “referente”, defiende: “No me siento más referente que otras u otros. Me siento afortunada de estar viviendo y haciendo cine en este momento particular, en el que siento que está pasando algo muy bueno para el cine español en general, y para las mujeres en particular. Es muy guay formar parte de este momento que siento muy compartido. Cuando estaba preparando Verano 1993 muchas de ellas ya estaban preparando sus películas y muchas fueron inspiradoras”.

La artista opina que está siendo una cuestión generacional. “Cuando estaba estudiando conocía a tres, cuatro directoras; y esto ahora es muy distinto. Las chicas que estudian ahora tienen muchos más referentes. Yo y toda una generación entera que compartimos mucho”, asegura.

La directora destaca esta sororidad entre compañeras, por cómo, al menos en Barcelona, muchas se leen sus guiones y enseñan cortes de sus trabajos: “Esto es algo muy bonito, y no es evidente. Muchas veces sacamos que hay una sensación de competencia, pero nosotras no lo vivimos así. Es más compartir que competir”.

Además, aplaude que el idilio con el Festival de Berlín no es exclusivamente suyo. Cinco lobitos de Alauda Ruíz de Azúa comenzó también allí su andadura en 2022 y en su edición de 2023, que ha contado con gran presencia española, la ópera prima de Estíbaliz Urresola 20000 especies de abejas triunfó con Oso de Plata a Mejor interpretación para su protagonista de nueve años, Sofía Otero.

Simón destaca que lo más importante de los premios es que sean “una manera de abrir la puerta a seguir haciendo cine. Te dan la seguridad de que vas a poder hacer otra película”. La directora reconoce que claro que los disfruta, pero considera vital “relativizarlos”: “Entender que a veces te toca y a veces no. Y que cuando no, no quiere decir que tu cine sea mejor o peor. Hay momentos en los que hay cosas que se valoran y otros en los que no. Lo importante es ser honesto con uno mismo. Que lo que hagas no sea para ganar premios, que tenga sentido para ti”.

Lo más importante de los premios es que te dan la seguridad de que vas a poder hacer otra película

Un contexto político que “da miedo”

El Premio Nacional de Cinematografía le llega días después de las elecciones autonómicas y municipales que tuvieron una victoria apabullante de la derecha; y el posterior adelantamiento de los comicios generales por parte de Pedro Sánchez al próximo 23 de julio. Simón se incorporó a las listas de Junts de su municipio para las primeras. Cuatro días después renunció a su participación alegando que se había realizado una “lectura descontextualizada” de su apoyo al alcalde de su pueblo. Pese a que considera que los resultados son “tan recientes que son difíciles de analizar”, reconoce que lo sucedido “da mucho miedo”.

“Estamos demostrando que nuestro cine está viajando mucho por el mundo, que algo interesante está pasando. Pero toda esta sensación de que hay una bomba de talento que ha explotado, se puede acabar en dos días si no se sigue apoyando”, advierte, “cómo se hace la política cultural afecta muchísimo al resultado de lo que se crea. Da mucho miedo porque estamos en un momento dulce que puede durar muy poco si no se cuida”.

La sensación de que hay una bomba de talento que ha explotado, se puede acabar en dos días si no se cuida

Precisamente la aprobación de la nueva Ley del Cine es uno de las normativas que de momento se han quedado en el aire, coyuntura sobre la que muestra preocupación: “Estamos en un momento en el que cine independiente es muy frágil. Han surgido maneras de producir que funcionan muy bien, muy útiles en muchos sentidos y que dan mucho trabajo. Pero el cine independiente que hacen productoras pequeñas, los directores que hacen cosas que nacen desde dentro, que necesitan tiempo y buscan nuevos caminos para contar sus historias; es algo que se tiene que cuidar. Y que luego hace avanzar el lenguaje cinematográfico. Este cine está siempre en la cuerda floja, y ahora mismo más”.

Una trayectoria marcada por su biografía

La cineasta nació en Barcelona en 1986 pero creció en Les Planes d'Hostoles. Sus padres fallecieron cuando tenía seis años, lo que provocó que se mudara con sus tíos y una prima menor a La Garrocha. Este episodio de su infancia sería el germen de su ópera prima, Verano 1993, con la que irrumpió en 2017 con suma fuerza y personalidad en el panorama cinematográfico. La cinta, protagonizada por Laia Artigas, Bruna Cusi, David Verdaguer e Isabel Rocatti, se alzó con el premio a Mejor Ópera Prima en la Berlinale y tres Goya, incluido el de Mejor dirección novel para Simón.

No me siento más referente que otras u otros, sino afortunada de estar haciendo cine en este momento muy bueno para el cine español en general, y para las mujeres en particular

Previamente estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona, el Máster en Televisión de Calidad e Innovación organizado por la Televisió de Catalunya y el Master of Arts en la Escuela de Cine de Londres, al que accedió gracias a la beca de postgrado de Obra Social 'la Caixa'.

El jurado del premio

El Premio Nacional de Cinematografía recompensa la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español. El galardón, que el ministro de Cultura y Deporte entrega habitualmente en el marco del Festival de San Sebastián, reconoció en su pasada edición a Penélope Cruz, uniéndose a una amplia lista de personalidades, entre las que se encuentran José Sacristán, Isabel Coixet, Fernando Trueba y Antonio Banderas, entre otros.

El jurado ha estado presidido por Beatriz Navas Valdés, directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), y como vicepresidente ha actuado Camilo Vázquez Bello, subdirector general de Promoción y Relaciones Internacionales del ICAA.

Como vocales han actuado Fernando Méndez-Leite Serrano, a propuesta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España; Ignacio López Muro, a propuesta de Autores Literarios de Medios Audiovisuales; Silvia García de Pé, a propuesta de la Unión de Actores y Actrices; Patricia Maria Roda Amador, a propuesta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA); Miriam Lorenzo Fernández, Gregorio Belinchón Yagüe y Koldo Zuazua Álvarez, a propuesta del ICAA.