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Berlinale

El cine español despliega todo su arsenal en la Berlinale un año después del 'boom' de ‘Alcarràs’

Javier Zurro

Berlín —
16 de febrero de 2023 22:43 h

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Tras la gala de los Goya toca mirar al futuro, o mejor, al presente. 2023 ya está aquí, y para el cine español será importante. Es el primero tras ‘el gran año del cine español’. Esa etiqueta que se puso —por méritos propios— a doce meses de películas diversas, emocionantes, diferentes y que triunfaron en todos los festivales del mundo. 2023 tiene la difícil misión de confirmar si realmente hay una nueva tendencia, un ‘nuevo cine español’, o si solo ha sido un oasis en el desierto de la producción industrial de plataformas y cadenas privadas. 

La primera cita importante fue Sundance, donde el cine español tuvo representación con Mamacruz y las coproducciones La pecera y Slow. Sin embargo, el primer sitio donde el cine español mostrará sus primeras cartas importantes será Berlín, un certamen más importante de lo que parece por la importancia de su mercado, capaz de vender un título en todo el mundo si gusta aquí. Las primeras sensaciones no pueden ser mejores. Hay cuatro producciones españolas y un quinto director en una producción francesa. Fue en la Berlinale donde hace un año se hizo historia con la victoria de Alcarràs. El Oso de Oro de Carla Simón fue un punto de inflexión. El cine español volvía a triunfar después de años de ostracismo y marcaba el comienzo de ese gran año.

De momento, Carla Simón estará en la Berlinale como jurado de la Sección Oficial que presidirá Kristen Stewart. Ella será una de las personas que decidirá quién la sucede en el palmarés. Entre las películas que tendrá que valorar, hay una producción española. Se trata de 20.000 especies de abejas, debut en el largometraje de ficción de Estíbaliz Urresola, que este año estuvo nominada al Goya por su cortometraje Cuerdas, que también se pudo ver en el Festival de Cannes. Es extraño que un festival tan importante apueste por debuts, por lo que parece que el filme de Urresola será su confirmación a nivel internacional y por todo lo alto.

Una historia que habla de una niña trans y del proceso de aceptación de su familia, pero también de varias generaciones de mujeres vascas marcadas por el patriarcado de alguna forma. Un filme protagonizado por Patricia López Arnaiz, hablado en euskera y con Ane Gabarain (Patria) en su reparto. Aquí podría estar la primera gran película española del año y una nueva mujer para la nominación al Goya a dirección novel. De Berlín salieron Carla Simón, Pilar Palomero y Alauda Ruiz de Azúa. Todas presentaron sus primeras obras en el certamen y acabaron ganando el Goya a la Mejor dirección novel. Urresola es la primera que rompe la barrera y entra en Sección oficial al primer intento. Entre sus rivales no hay nombres de peso, salvo quizás el alemán Christian Petzold, pero habrá que estar atentos a títulos como Past lives, que viene de recibir críticas excelentes en Sundance o Tótem, segunda obra de la mexicana Lila Avilés.

La segunda sección en importancia, Encuentros, recoge el cine más radical y autoral, y aquí habrá dos directores españoles. El filósofo Paul B. Preciado debuta en el cine con una revisión política a la figura de Orlando, en la que el director habla sobre lo trans en una producción francesa. Allí compite también el gallego Lois Patiño con Samsara, un filme sobre la reencarnación rodado en Laos y Zanzíbar, en donde volverá a demostrar que es una de las voces más personales y distintas de un cine español hecho en los márgenes y que lo emparenta con una generación donde también se encuentran Albert Serra u Oliver Laxe; todos ellos autores aupados por los certámenes internacionales más importantes. Patino tiene en este Berlín su oportunidad de saltar a las grandes ligas.

En Panorama fue donde se vieron las primeras lágrimas de los espectadores que pudieron disfrutar de Cinco lobitos justo hace un año. También habrá cine español en esta sección de la mano de Matria, esperado debut en la dirección de Álvaro Gago con un filme sobre madres trabajadoras que protagoniza la actriz María Vázquez, que puede tener su gran año este 2023, ya que también es la intérprete principal de otro de los filmes más esperados del año, Los pequeños amores, la segunda obra de Celia Rico tras Viaje al cuarto de una madre. Matria alarga el corto con el que el director triunfó en Sundance en 2018 y fue nominado al Goya un año después.

El repóker se completa con otro debut: el de Carla Subirana en Sica, filme rodado en gallego pero de directora catalana salida de la ESCAC y que cuenta con el apoyo en la producción de Alba Sotorra, autora de documentales como Las mujeres del ISIS. Un coming-of-age que cuenta la búsqueda que lleva a cabo una chica de 14 años, obsesionada con que el mar devuelva el cuerpo de su padre tras un naufragio en la Costa da Morte, protagonizado por la joven Thais García Blanco, vecina de la Costa da Morte junto a Núria Prims (Incerta gloria) y varios actores no profesionales de la zona. Una película que competirá en Generation 14Plus, una selección dedicada a primeras películas.

Un arsenal que deja claro que aquel gran año del cine español no parece una casualidad, sino el comienzo de una nueva etapa que este 2023 viene a consolidar y que tiene en Berlín una primera parada. Haya o no haya Oso de Oro, solo el hecho de que cinco directores españoles estén en las distintas secciones es un logro que nunca se había visto.