Si bien ayer mismo especulábamos sobre la posibilidad de que la última película de Almodóvar fuese una probable Palma de Oro, hoy toca pensárselo mejor. El pase que por la tarde tuvo Aquarius desequilibra la balanza y trastoca bastante el escenario.
Aún están por llegar las reacciones a La fille inconnue, la nueva película de los hermanos Dardenne, o a Juste la Fin du Monde de Xavier Dolan, que pueden seguir dando juego en las apuestas críticas para un festival que parece tener reservado algún as en la manga. Pero las excelentes críticas y lo que algunos llamaron “un ensordecedor aplauso” convierten al segundo largometraje de Kleber Mendonça Filho en uno de los más comentados del festival. Y no sólo por el contenido cinematográfico del film: todo el equipo de la película enarboló el martes pancartas en protesta contra “un golpe de Estado en Brasil”.
La película narra la historia de Clara, una crítica musical que, a sus 60 años, sigue viviendo en un edificio llamado Aquarius. El mismo edificio, construido en la década de los 40, se convertirá en el objetivo de un importante promotor que quiere comprar todos los apartamentos. Cuando Clara se niegue a vender el suyo, empezará una guerra contra la empresa que le acosa, mientras recordará su pasado, su vida y a sus seres queridos.
Aquarius es el segundo largometraje de Kleber Mendonça Filho, director brasileño de importante trayectoria en el cortometraje que saltó al escenario internacional con Sonidos de barrio, una película que le llevó por festivales de todo el mundo. The New York Times incluyó su película entre las 10 mejores de aquel año y el Financial Times lo incluyó en la lista de los “25 brasileños que merecen la atención de todo el mundo”. Con su último film confirma un talento que tiene por delante largo recorrido.
El resurgir de Sonia Braga
Aquarius supone, también, lo que muchos han calificado como el resurgir artístico de Sonia Braga, mito erótico de los ochenta que ha encandilado a la crítica internacional con su interpretación de Clara, una mujer tan llena de matices como contundente en sus principios. Peter Bradshaw, de The Guardian, califica su actuación como “soberbiamente interpretada”, una opinión a la que se suman las entusiastas primeras críticas que llegan de medios como Variety o The Hollywood Reporter.
Sonia Braga vuelve con mucha fuerza al panorama internacional, reivindicando su carrera, ya superado el recuerdo de mito erótico que El beso de la mujer araña nos brindó para siempre. Ahora, Mendonça Filho le ofrece un papel que hace borrón y cuenta nueva a casi veinte años de ostracismo por shows televisivos como C.S.I Miami y varios papeles secundarios en películas de dudosa calidad.
Con tal panorama, no sería de extrañar, que el premio a mejor actriz recaiga sobre Braga, abriendo al puerta a un resurgir actoral digno a sus 65 años.
“Brasil está viviendo un golpe de Estado”
El proceso de destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llevó al equipo de la película a hacer el recorrido por la alfombra roja con pancartas en un acto de protesta inédito en esta edición del festival. “Brasil está viviendo un golpe de Estado” o “Brasil ya no es una democracia” fueron algunas de las consignas que el elenco de la película mostró al subir las escaleras antes de la proyección del filme a competición en la sección oficial del certamen.