Darío Argento ha visitado la capital para recoger el premio Maestro del Fantástico que le otorga el Nocturna, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, donde además se ha proyectado una edición remasterizada de la que para muchos es su mejor película, Rojo Oscuro.
Ahora está considerado como uno de los maestros del cine de terror, pero cuando filmaba sus primeros gialli, películas como El Pájaro de las Plumas de Cristal, ¿era consciente de estar poniendo en pie películas que cambiarían el aspecto y la forma de entender el cine de género?gialliEl Pájaro de las Plumas de Cristal
En cierto sentido, sí. Me daba cuenta de que mis primeras películas eran muy distintas de lo que se hacía por aquel entonces, y llegué a pensar que era yo el que se equivocaba, que lo estaba haciendo mal por ir a contracorriente, pero al final aquellas películas encontraron su público, así que algo de razón tenía. De todos modos, nunca estuve solo: en Italia éramos toda una generación de cineastas quienes hacíamos este nuevo cine de género.
¿Cómo se ve a sí mismo? ¿Un cineasta que hace cine de terror o un artista que usa los códigos del género para comunicar una forma de ver las cosas?
Soy más un autor, un cineasta con un estilo propio y una forma personal de contar las historias, todas con un espíritu común. No me gusta ser clasificado como un director exclusivamente de cine de terror porque no es lo único que he hecho, no es lo único que me interesa: he hecho películas de suspense, de terror sobrenatural, clásicos... creo que es cierto espíritu común lo que da unidad a todas mis películas.
Su influencia en directores más jóvenes, dentro y fuera del género, es incalculable.
Sí, he influido en cineastas de todo el mundo a lo largo de los años. Hay una nueva hornada de directores franceses de cine de terror que hablan de mí como influencia, y también norteamericanos como Quentin Tarantino, que me cita como referente para su cine no solo en lo visual, sino también en aspectos como las bandas sonoras. Me invitaron a ir a Corea del Sur, a un homenaje en Seúl, y me sorprendió encontrar a muchos directores jóvenes que hablaban de mis películas como muy influyentes para ellos. Luego comprobé que así era, especialmente en el aspecto psicológico.
Y de todo ello, del cine de género que se hace ahora, ¿qué es lo que le parece más interesante?
El cine de ahora, si nos atenemos al que viene de Norteamérica, que es el que más éxito tiene, no me interesa demasiado. Son películas sin historia, que solo atienden a los efectos especiales. Todas las películas parecen la misma y hecha por el mismo director. Pero hay cosas en el resto del mundo muy diferentes. Por ejemplo, lo que se hace en América Latina, en países como Argentina o México. También es muy destacable el cine oriental, que me parece mucho más profundo.
Rojo Oscuro, vista hoy, sigue siendo igual de poderosa y fascinante que en su día. ¿Qué cree que tiene la película para que haya soportado tan bien el paso del tiempo?Rojo Oscuro
No me inspiro en los hechos actuales y cotidianos, sino en mis sensaciones más profundas, en mi subconsciente. Mis películas no están basadas o centradas en una época, las cosas que cuento son eternas, ya que hablo de los pensamientos y de los sueños.
¿Es eso lo que el público actual puede encontrar en sus películas clásicas, algunas ya con más de cuarenta años a sus espaldas?
Posiblemente lo que siguen encontrando en ellas es cómo están contadas. Cómo se narra una película es su aspecto más importante, mucho más que el argumento.