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'Deadpool y Lobezno', violencia e irreverencia “sin líneas rojas” para acabar con la “fatiga superheroica”

Javier Zurro

22 de julio de 2024 22:43 h

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Algo pasa con los superhéroes. Si durante años han estado reventando la taquilla de forma habitual, en 2023 se encendieron todas las alarmas. Se acuñó, por primera vez, un término hasta entonces desconocido, la fatiga superheroica. La prensa de EEUU se refería así al cansancio por acumulación de series y películas de Marvel y DC que habían hecho que el público desconectara. Una fatiga que era cuantitativa, pero también cualitativa. Tras cimas como el final de la saga de Los vengadores o Black Panther, Marvel había ofrecido filmes que habían decepcionado a sus seguidores. Mientras, DC seguía sin atinar y reseteaba su franquicia de nuevo para ver si encontraba la tecla.

El resultado es que el año pasado solo hubo una película de superhéroes entre las más vistas del año (Guardianes de la Galaxia 3), mientras que los fracasos se sucedieron: The Flash, Aquaman… pero también y por primera vez Marvel daba sensación de agotamiento con verdaderos fiascos como The Marvels o la tercera entrega de Ant-Man. La compañía, rápidamente, recolocó su parrilla para los próximos años y el miedo se instaló en el ambiente. 

¿Hay realmente cansancio hacia los superhéroes? Aunque parezca que sí, el más canalla de todos ellos viene para negarlo. Deadpool logró, desde Fox antes que fuera comprada por Disney, que se podía hacer cine de superhéroes con una calificación R (para mayores de 17 años o menores acompañados); e incluir toda la violencia y las bromas sexuales y bestias que se les ocurriera. El resultado fue un fenómeno en taquilla en las dos primeras películas.

Con la compra de Fox la duda era si Disney (y Marvel) iba a permitir que siguiera con el humor corrosivo y la sangre a borbotones. No solo lo han permitido, sino que han puesto en la tercera entrega todas sus esperanzas para demostrar que los superhéroes siguen interesando a la gente. Y lo hacen poniendo toda la carne en el asador, ya que Deadpool se junta por fin con Lobezno. Es decir, Ryan Reynolds y Hugh Jackman unidos por primera vez, y la primera vez que ambos lo están bajo el sello del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). Algo que el propio personaje, con su humor que rompe la cuarta pared y hace bromas metarreferenciales, menciona una y otra vez en el filme. 

Aunque Jackman había prometido no volver a interpretar al mítico personaje después de cerrarlo por todo lo alto en Logan, lo hace y hasta se enfunda el mítico traje de los cómics. Según la productora del filme, Wendy Jacobson, fue tan sencillo como que fue idea del propio Jackman. “Fue él quien levantó la mano y dijo que quería hacerlo. Fue un regalo del universo para nosotros. Nadie cuida más el legado de Lobzeno que el propio Hugh Jackman, así que creo que no tenía ninguna duda de que le rendiríamos reverencia”, cuenta.

Lo que Jacobson tiene claro. O al menos afirma con rotundidad, es que la gente sigue queriendo estas películas. “Personalmente no creo que haya fatiga de superhéroes. Hay apetito por las grandes historias. El final de la segunda temporada de Loki lo vieron 11,2 millones de personas, eso es un éxito enorme para una serie, así que creo que se trata de contar historias que resuenen con el público, por eso no siento que haya un cansancio hacia los superhéroes”, zanja sobre el debate.

Tampoco niega que puede que haya una parte de público que se ha sentido perdido entre tanto universo expandido de películas y series. “Eso es ciertamente posible, pero creo que nuestro enfoque es que cada programa o cada película sea un espectáculo individual. No queremos que haya una barrera a la entrada. Para esta película no es necesario haber visto los dos primeros Deadpool ni ninguna de las películas de X-Men. No es necesario que veas ninguna de las películas del Universo de Marvel. No creo que sea sólo una gran película de superhéroes o una gran película de cómics. Creo que es una gran película, punto”, dice la productora.

El final de la segunda temporada de 'Loki' lo vieron 11,2 millones de personas, eso es un éxito enorme para una serie, así que creo que se trata de contar historias que resuenen con el público

Como siempre en Marvel, el secretismo es el rey, y Wendy Jacobson no suelta prenda sobre el futuro de Deadpool dentro de la marca solo que espera que “desempeñe un papel muy importante dentro del universo”. Tendrán que ver cómo encajan dos estilos completamente diferentes, pero también dos calificaciones por edades, ya que la violencia y el humor irreverente son la marca de la casa de Deadpool, pero no del resto de largometrajes.

De momento, Disney les dio carta blanca para hacer lo que quisieran en esta entrega, incluso una broma que remite al discurso de Will Smith en los Oscar tras el bofetón a Chris Rock. “No hubo ninguna línea roja”, confirma Jacobson, aunque luego se acuerda de una y explica cómo se la saltaron: “Lo único que Kevin Feige dijo al principio del desarrollo fue que que lo único que le hacía sentirse como un mojigato era el uso de drogas. Lo primero que hizo Ryan Reynolds fue escribir un chiste en el que Deadpool le dice al público que Kevin Feige le ha dicho que no puede usar cocaína en esta película. Es un clásico suyo, pero más allá de eso no hubo ninguna ‘red flag’. Es más, queríamos que se volvieran locos”. 

Pese a que en las últimas semanas la taquilla ha vuelto a remontar gracias a éxitos como Del revés 2, Gru 4 y Twisters; las alarmas habían saltado y todo el mundo esperaba Deadpool y Lobezno con ansias salvadoras, aunque eso no ha puesto más presión en la productora. “La verdadera presión que todos sentimos fue que hay mucho amor por estos dos personajes e iconos. No creo que ninguno de nosotros hubiera firmado para rodar esta película si pensáramos que era una historia que los fans no se merecían. Sinceramente, no pienso en la taquilla. No pienso en nada de eso. Solo quiero darles a los fans lo que se merecen”.

Vuelve a lanzar balones fuera cuando se le pregunta por el fandom tóxico del universo Marvel y dice que no ha tenido malas experiencias, pero al menos aporta algo de luz diciendo que espera que las películas que ella produce “puedan cambiar esos comportamientos”. “La verdad es que trato de mantener la cabeza gacha y hacer el trabajo y mantenerme alejada de Internet y no hundirme en esas madrigueras”, dice. Una buena táctica cuando una es la encargada de una de las franquicias con más seguidores del cine.