Hablamos con Fernando Trueba en el lluvioso rodaje de La reina de España seis meses atrás. Allí nos confesó que nunca le habían atraído las segundas partes, aunque se lo ofrecieron con Ópera Prima y Belle Époque. Pero de repente ahí está, engrosando la larga lista de reencuentros casi dos décadas después del estreno de La niña de tus ojos. Más talluditos y con una baja importante, la del guionista Rafael Azcona, pero tan nostálgicos que no descartan embarcarse en una tercera “si estamos todos cerca y con ganas, aunque tengamos 95 años”.
Lo que no imaginaba el director era que el lanzamiento de su nueva producción levantaría ampollas del pasado y alimentaría tantos titulares. Aunque siempre ha presumido de ensalzar los valores artísticos en su cine y dejar de lado el mensaje político, cierta parte del público no está dispuesta a disociarlo.
La reina de España ha sufrido la embestida de quienes no toleraron que confesase no sentirse español “ni cinco minutos” de su vida. Aunque la llamada al boicot de un puñado de detractores animase aún más a la gente a ir a las salas este viernes, eso demuestra –dice– que este país “no tolera la diferencia de opiniones”. Y eso le entristece enormemente.
Tanto La reina de España como la anterior se sitúan entre los bastidores del cine: primero del Tercer Reich y luego el Hollywood rodado en suelo franquista. ¿Dónde le gustaría ambientar una tercera?La reina de España
Nunca lo planeo a largo plazo. Creo que sería muy agradable si en el futuro estamos todos cerca y con ganas, aunque tengamos 95 años. De momento lo máximo que hemos hecho ha sido jugar con la idea y yo les decía que me gustaría ambientarla en Mayo del 68. ¿En París? No, en Madrid, en la época de los spaguetti western.
¿Le atrae mucho el Lejano Oeste?
¡Qué va! Creo que fue una época horrible para el cine y en la que se hicieron un montón de cosas feas. Pero había una cosa graciosa. Aunque casi todas las películas se rodaron en Almería, las que no tenían dinero ni para irse al sur se rodaban en Torrelodones. Ahí hay un pueblo con decorados western donde aún queda algo.
Esta película es una comedia pero con un trasfondo contundente. ¿Tienen los personajes más compromiso político que en La niña de tus ojos?La niña de tus ojos
Es imposible evitarlo, está ahí y más cuando hablas de conflictos de época. Siempre es bueno que la comedia tenga ese trasfondo político que le aleje de la frivolidad. Pero mis personajes no son nada heroicos en ninguna de las dos películas, son muy precavidos e incluso diría que son unos cagaos. Como la mayor parte de la gente, vaya. Los seres humanos somos antihéroes, en todo caso somos más valientes en un momento concreto de ofuscación.
¿Diría que es valiente atreverse a hacer una representación cómica de Franco?
Debería preocuparnos que, a estas alturas ya del curso, no se pueda representar el franquismo o a Franco. De todas formas no he pretendido hacer una caricatura en ningún momento. Le dejé muy claro a Carlos Areces que debía tratar al personaje con cierto realismo, hacer una encarnación. No quería que saliese como una parodia política de Polònia. El resultado es muy fino y, aunque es una escena con puntos duros, la gente se meaba de risa en la butaca.
Justo ahora que Telecinco ha estrenado su drama romántico sobre Serrano Suñer, ¿hace falta hablar claro de los franquistas desde las artes?ha estrenado su drama romántico sobre Serrano Suñer
No entiendo a los que critican que haya tantas películas sobre la Guerra Civil. Es nuestro pasado, ¿cómo no vamos a hablar de ello? Lo que hace falta es más cultura e información. La ignorancia es un problema muy grave y muy extendido, y necesitamos combatirla con mejor educación. No puedo creer que la gente vea esa serie de Telecinco sin caer en que Serrano Suñer era un nazi (de las pocas veces que podemos utilizar esa palabra con su significado real).
No quiero ser grandilocuente, pero están en juego la civilización occidental y las conquistas del progreso de las últimas décadas. Estamos viviendo un retroceso al embrutecimiento, a una especie de hooliganismo moral.
En la película es la estrella emigrada a Hollywood, Macarena, la que habla sin pelos en la lengua de la represión franquista. ¿Por qué ahora se castiga más a los actores que se posicionan políticamente y trabajan fuera de España? (como la misma Cruz o Bardem)
Recuerdo que hace años estaba en una manifestación contra Fidel Castro por una serie de encarcelamientos en Cuba. De repente vi a un grupo con una pancarta contra la familia Bardem. Me acerqué y les dije: ¿tú has visto la película Antes de que anochezca? Ahí Javier Bardem interpreta al disidente cubano Reinaldo Arenas. ¿Has hecho algo por la libertad en Cuba mejor que eso?, dije. Les increpé, aunque no los conocía, pero me no me pude contener (ríe).
A usted también le ha salido caro expresar su ideología, ¿cómo sienta que pidan boicotear su arte por sus creencias?que pidan boicotear su arte por sus creencias
Qué pretenden, ¿asustarme? Que se vayan a la mierda. Me ha salido caro, pero uno tiene que seguir haciéndolo y más en el sector en el que estamos. Sienta fatal, me entristece enormemente. He trabajado y rodado en este país, y creo que me he ganado el derecho a ser yo mismo y a poder hablar con tranquilidad. No me meto con nadie, solo intento hacer películas bonitas para que la gente se lo pase bien. Por eso no entiendo qué les he hecho para merecerme esto.
En otros países como EEUU o Francia, muchos artistas tienen posiciones políticas conocidas. ¿Por qué cree que aquí se condena más?
Aquí hay gente que tiene afición al odio. En cualquier sitio los actores o los directores hablan de su ideología o de las políticas actuales, y no pasa nada. Se acepta que cada uno tenga sus ideas. Pero aquí no hay tolerancia, en eso sí que vamos por detrás.
La otra polémica de la película es la demanda que le han interpuesto los dos coguionistas de La niña de tus ojos por volver a usar los personajes.La niña de tus ojos
Eso se resume muy fácilmente. Estos señores escribieron un guión y la productora que se lo había comprado me lo ofreció. Lo leí y no me gustó. Así que empecé a escribirlo de nuevo con Rafael Azcona y tardamos años hasta que David [Trueba] nos ayudó a hacer las últimas versiones. Jamás llegamos a usar aquel guión ni a trabajar con ellos, aunque haya veces que la prensa diga lo contrario.
¿Tampoco usaron los personajes?
El guión trataba de un hecho histórico, que es una troupe que va a rodar a Alemania, inspirado en Imperio Argentina, Florián Rey y Carmela de Triana. Nosotros también nos basamos en los españoles que se iban a hacer películas a Berlín. Pero nuestros personajes no tenían nada que ver con ellos. Su protagonista era una actriz famosa, desagradable y trepa. Nuestra Macarena es una actriz desconocida, joven, generosa. En definitiva, un personaje positivo.
Pero no solo lo digo yo. Los mismos productores que me ofrecieron el guión también coinciden. Hemos solicitado incluso un peritaje independiente, que ha comparado los dos guiones con análisis lexicológicos, y han llegado a la misma conclusión.
Hablando de Rafael Azcona, la gran falta de esta película, ¿le han echado mucho de menos?
Lo hago todos los días, no solo escribiendo el guión. Una de las mejores cosas que me ha pasado fue conocerle. Fue mi maestro sin pretenderlo y la persona que más me ha influido en la vida.
En una época en la que los guionistas denuncian su falta de visibilidad, ¿hace falta recordar figuras como Azcona para reivindicar su importancia?los guionistas denuncian su falta de visibilidad
Las cuatro mejores películas del cine español son Plácido, El verdugo, El cochecito y El pisito. Por ese orden: dos de Berlanga, dos de Ferreri. Y las cuatro las escribió él. Es una figura clave no solo del cine, sino de la literatura española de la posguerra. Pero el reconocimiento público lo tienen que tener los guionistas por su trabajo. El respeto y la admiración se ganan haciendo un producto de calidad.
Por ejemplo, Azcona no daba entrevistas ni iba a festivales porque decía que las películas pertenecen al director. Pero eso no lo hacía menos imprescindible. El guionista es la base de esta industria. Toda la debilidad actual de las películas españolas viene de eso.
¿No tiene que ver también con que no haya (otra vez) un Ministerio de Cultura?no haya (otra vez) un Ministerio de Cultura
Este país siente un desprecio total por la cultura. Y la mayor evidencia es este Ministerio triple: Educación, Cultura y Deporte en el mismo saco. ¡Con lo necesaria que es la educación! Es el mal del mundo ahora mismo. Si en Estados Unidos hubiera una educación como hace falta, no habría ganado Trump las elecciones. Por eso precisamente tienen tanto interés por que el sistema educativo sea una mierda.
Siempre dice que no le gusta hablar de política en promoción, ¿no es necesario que las voces públicas se manifiesten sobre las injusticias?
Yo lo entiendo. Pero precisamente por eso me he visto envuelto en unas situaciones muy incómodas. Es supertriste sentirse atacado de forma gratuita. Claro que pienso que hay que estar informado, porque si no te la meten hasta el fondo. También defendiendo a la gente, la sanidad o la educación en atriles y en la calle. Pero estoy agotado de nuestra política y muy decepcionado.
Hay veces que sigo más la política internacional que la española. Prefiero no estar chapoteando en el barro cotidiano. Cada día salen tantas tramas diferentes o sinvergonzonerías diferentes, que hasta eso se ha dejado de castigar en las urnas. Tengo la sensación de que me ensucio solo de escucharlo. Prefiero estar leyendo a Didi-Huberman o a Diderot que ver un telediario.