'Eso que tú me das': las lecciones de vida que nos deja la última y emocionante charla con Pau Donés

“Gracias por estar, por tu amistad y tu compañía. Eres lo mejor que me ha dado la vida”, se puede escuchar en el single principal del último álbum de Jarabe de Palo. A pesar de sus ritmos alegres denotaba cierto aire de despedida, y pudimos comprobar el porqué poco después del lanzamiento: Pau Donés falleció el pasado mes de junio a los 53 años después de sufrir una recaída en el cáncer que padecía

El cantante que nos enseñó a dar jarabe de palo a los problemas de la vida con temas como La flaca, Bonito o El lado oscuro nos dijo adiós, pero antes quiso dejar un mensaje. Dos semanas antes de su muerte Donés decidió llamar a Jordi Évole para invitarle a su casa en el Valle de Arán (en Lérida), donde había decidido pasar los últimos días de su vida en compañía de sus allegados y de la imponente belleza de los Pirineos. 

El resultado es Eso que tú me das, un documental que a efectos prácticos es la íntima conversación entre dos amigos a punto de despedirse para siempre. El largometraje previamente pasó por el Festival de Málaga ganándose el buen reconocimiento de la crítica, y ahora llega a la gran pantalla destinando parte de su recaudación a la investigación de la lucha contra el cáncer.

Los primeros compases de la cinta son probablemente los más duros. Comienza con un plano desde un coche ascendiendo por una carretera hasta el Valle de Arán, casi tan tortuosa e incómoda como la conversación que Évole mantiene con la oncóloga de su próximo entrevistado. El aspecto que tendrá, el humor del que estará, qué preguntas son las apropiadas… Los nervios iniciales del periodista llegan hasta las butacas de los espectadores, que todavía no ponen cara al rostro de Donés. Y cuando aparece el shock es inevitable.

Aquella persona a la que recordamos llena de energía sobre el escenario se nos muestra ahora extremadamente delgada, enchufado a una sonda y con un tímido hilo de voz del que apenas se distinguen las palabras. Pero esa es precisamente la intención de Donés: que en lugar de mirar hacia otro lado normalicemos la imagen de alguien enfermo. Y lo consigue. A medida que pasan los minutos, la sensación de tensión va desapareciendo y con ello logra lo que ha perseguido durante todo su tratamiento: desestigmatizar el cáncer.

“Sardà y Donés sirven para que se hable del cáncer de otra manera. Encarándolo, visibilizándolo y hablando de la enfermedad sin eufemismos. Y ambos dando la cara hasta prácticamente el último momento. Son grandes ejemplos de cómo está cambiando también la forma de comprender y hablar de la enfermedad”, dijo el periodista en una entrevista publicada por elDiario.es

Un canto a la vida

“Sabes que cuando salga este documental ya estarás muerto, ¿verdad?”, le dice Évole al cantante, a lo que este responde mirando a cámara y haciendo un gesto para asustar a los espectadores. El documental no elude hablar de temas sensibles de Pau, como lo que significó el suicidio de su madre o qué opinión tiene de él mismo como figura paternal después de haber estado un tiempo sin saber de su hija. Podría haberse prestado a la lágrima fácil, a recrearse en la mal llamada “lucha” contra el cáncer (porque implica que quienes pierden esa “batalla” y no han ganado han sido menos fuertes). Y se trata el tema de la muerte, sí, pero incide ante todo en por qué merece la pena vivir. 

La conversación con Donés celebra la vida apreciando la rutina del día a día. Levantarse por la mañana, comprar queso al vecino de enfrente y pasear por el monte antes de comer con la familia. Y no lo aborda desde el escapismo de la muerte, sino de la aceptación de que esta forma parte de nuestra condición como seres vivos. 

El líder de Jarabe de Palo tenía la idea de seguir dando giras por todo el mundo para presentar su último disco. “La manera tan serena que tuvo Pau de irse, esa tranquilidad que nos ofreció en esa entrevista que nos pidió que hiciésemos y, sobre todo, el canto a la vida que hace en esa entrevista: es un ejemplo de vida que nos hace mucha ilusión llevar a las salas de cine para que a los espectadores les pueda ser útil”, señaló Évole a este periódico.

De hecho, en un momento de la entrevista el periodista le pide que lance a cámara un consejo para alguien al que también le hayan diagnosticado cáncer y esté pasando por una situación como la suya: “No te preocupes, ocúpate”, recomienda Donés.

Ejemplo de ello es el último tramo del largometraje. El final de la entrevista se rodó en un prado del Valle de Arán, lugar al que el cantante llegó conduciendo con sus propias manos un 4x4 mientras seguía conectado al gotero. Una vez allí, el tímido hilo de voz desapareció por unos instantes y Donés, como dice su canción, se despidió dando las gracias a todos.