“Estoy cansada y estoy cabreada”. La actriz Esther Expósito recibió este lunes el premio Bazaar Women of the Year 2024 y, al subir a recogerlo, lo primero que hizo fue expresar su “apoyo a todas las mujeres víctimas de abuso”. Lo siguiente fue avanzar que iba a aprovechar su discurso para “desahogarse” tras haber estado reflexionando sobre “las formas tan distintas de violencia” que sufren las mujeres.
“Me di cuenta de lo normalizado que está que una persona se esconda detrás de una pantalla y una red social para criticar el cuerpo de una mujer y señalarla por ello”, expuso. “Hoy quiero ser yo la que señale a esas personas y les diga que lo que hacen no está bien. No se opina y menos públicamente sobre el físico de otra persona. Y menos todavía si no tienes ni idea de lo que estás hablando”.
“Llevo leyendo la estupidez de que me he realizado como cincuenta cirugías y retoques estéticos en la cara desde que tengo 19 años. Y me pregunto cuánto tiempo más voy a tener que seguir leyéndolo”, indicó rememorando sus inicios, cuando saltó a la fama como protagonista de la serie Élite en 2018.
La intérprete acaba de estrenar El llanto, la película de Pedro Martín-Calero que se alzó con la Concha de Plata a la Mejor dirección en el pasado Festiva de San Sebastián. Como parte de la promoción del filme de terror, Expósito acudió la semana pasada al plató de La Revuelta de TVE, para ser entrevistada por David Broncano. La actriz criticó los comentarios que se habían vertido sobre su físico desde entonces en redes.
“Al parecer me he estirado la cara con bótox o no sé qué cosas más”, lamentó. “Que si así fuera, estaría en todo mi derecho, y ningún desconocido tiene que venir a pedirme nada porque no le he preguntado y porque es mi cara y para eso hago lo que quiero con ella”. “Pero resulta que no”, zanjó, “que he subido un poco de peso y ya está. Porque lo creáis o no, las mujeres, al igual que los hombres, también crecemos, cambiamos, engordamos o adelgazamos. Y menos mal, porque esto significa que estamos vivas y que no somos muñecas”.
“Pido que dejemos de estudiar con lupa, de analizar y de cuestionar tan exhaustivamente, sobre todo a las mujeres”, concluyó.