“Una cosa es no poder vivir del cine y otra es que te arruines haciéndolo”
A su paso por el festival de San Sebastián, María (y los demás) dejó una huella palpable en la crítica cinematográfica patria. Bárbara Lennie copaba los titulares por su excelente interpretación del personaje del título del filme. El equilibrado tono de su historia, a medio camino entre el drama familiar y la comedia, convencía al público. Y sin embargo, la responsable de la obra era prácticamente desconocida.
Nely Reguera se formó en la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña) y trabajó durante años en publicidad, videoclips y cortometrajes. Aún se mueve en esos círculos porque dice haber asumido que es prácticamente imposible vivir del cine.
Tras hacerse un hueco como ayudante de dirección en películas como Tres días con la familia (Mar Coll) y Blog (Elena Trapé), Reguera dirige el cortometraje Pablo. A día de hoy se reparte entre colaborar con la asociación A Bao A Qu en el proyecto Cine en curso, impartir talleres de cine en cursos de primaria y dar clases en la escuela que la formó a ella.
María (y los demás), su primer largometraje, cuenta la historia de una joven atrapada en una encrucijada vital. Su padre acaba de superar una grave enfermedad cuando se compromete con una mujer que acaba de conocer. La joven, que ha sacrificado gran parte de su vida cuidándole, ahora se descubre con tiempo libre, sin nadie a su cargo, pero con una ansiedad creciente por su falta de objetivos. No sabe qué hacer.
Hacía años que iba tratando de convertir su guión de María (y los demás) en una película. ¿Cómo y cuándo se convierte en una posibilidad real?María (y los demás)
A base de terquedad. De decir “yo quiero hacer esta peli”. Esto se remonta a cuando estaba en la ESCAC. Allí organizaban unas jornadas de pitchings en el que podías presentar tu proyecto, tras haber rodado un teaser del mismo. Presenté lo que iba a ser esta peli allí. Al principio se interesó una productora con la que al final el proyecto no cuajó. Pero gracias a aquello conocí a la gente que ha terminado haciendo la peli: Frida Films. Eso fue hace unos cuatro años, cinco contando el rodaje y el estreno de la peli. El proceso se alarga porque no dejas de trabajar en otras cosas... porque tienes que comer.
La historia se desarrolla en Galicia y el escenario se convierte en parte de la psicología de los personajes. ¿María (y los demás) siempre se ambientó en Galicia?María (y los demás)
No, qué va. Creo que ocurre allí por algo emocional pero no premeditado. Yo relacionaba las escenas familiares con mi familia gallega, y mi experiencia con ese tema. Aparte, sí que es cierto que pasé allí un verano escribiendo el guión y supongo que hubo cosas que se impregnaron de aquel ambiente. No era un escenario imprescindible pero fue tomando fuerza. Ahora ves la peli y piensas... “tenía que pasar allí”.
La película recae sobre la interpretación de Bárbara Lennie. Siendo como era un guión suyo, ¿cómo fue trabajar el límite de lo que se improvisaba y lo que no se podía cambiar?
En el guión todo estaba muy explicado y eso es algo que Bárbara agradeció. Pero es una actriz como la copa de un pino y claro que sugería y aportaba constantemente. Fue un trabajo de ambas, conformamos el personaje juntas: ella tenía ganas de soltarse y aportar ese punto de torpeza. Pero, como digo, el personaje estaba muy claro. Solo teníamos que encontrar cómo contribuir a hacer creíbles ciertos detalles.
María intenta realizarse llevando a cabo un proyecto creativo propio como es escribir una novela. A usted le ha costado años estrenar el primer largometraje. ¿Hasta qué punto hay cosas suyas en el personaje protagonista?
Mi caso no es, ni de lejos, tan extremo como en el caso de María, pero hay una parte que sí, obviamente. Me interesaba presentar al personaje en pleno momento de crisis. En ese momento en el que parece que todo va mal pero lo esencial era que la forma de salir de esa situación surgiese de ella misma. De una realización personal e íntima. Su evolución no podía basarse en su relación con los demás. Hay cosas que tienes que superar tú mismo. Para mí, María tenía que ser capaz de permitirse hacer lo que quería hacer. Escribir esa novela.
María, en la película, se siente apresada por lo que la rodea: a su edad debería tener pareja, hijos, un trabajo estable... todo eso que se espera de ella. ¿Este discurso surgió del personaje o fue algo más generacional?
Sí, en parte es mera observación de mi entorno. Hay cierto momento en el que la sociedad te dice que tienes que haber conseguido ciertas cosas que considera inapelables. Si no las has conseguido, eres un ciudadano de segunda. Además, resulta que ni yo he conseguido esas cosas ni veo que la gente que me rodea las tenga tampoco.
Aunque puede que más que la presión social obvia, creo que la presión más difícil de combatir es la que te impones tú mismo. A María le puede ese pensamiento de “a mi edad me tocaría esto”, sin preguntarse si lo desea o no. ¿Cómo te puedes sentir frustrado por algo que no sabes si quieres?
María (y los demás) ha terminado con dos nominaciones a los Premios Feroz y parece que aún le quedan más premios y festivales. Digamos que ahora se ha dado a conocer. ¿Cree que eso facilitará el próximo proyecto?María (y los demás)
Estoy con dos historias que me gustan pero cada vez es más complicado hacer cine en España. No hay intención de ayudar para que se haga cierto cine. Los cambios que se hicieron en la Ley del Cine dificultan enormemente el trabajo de nuevos directores. Eso limita también cierto tipo concreto de cine porque si lo que más se valora, antes que tener un buen guión, es un plan de financiación ligado a distribuidoras y grandes canales, estás dejando fuera muchos proyectos. Como Gobierno, lo que podrías hacer es leerte el guión y si la historia vale la pena, ver como puedes colaborar tú.
Espero que no pasen cuatro ni cinco años más hasta volver a poder hacer algo. Pero la realidad es totalmente descorazonadora. Ojalá fuera distinto porque creo que estamos en un momento que es absolutamente impresionante a nivel de talento. Estamos haciendo un cine absolutamente maravilloso, lleno de nuevas miradas y maneras de entender el cine. Y luego piensas... ¿por qué, si el cine español está viviendo este auge, no hay una ayuda para que el talento llegue a buen puerto? No estamos hablando de que nos den limosna: se trata de una intención de fomentar y poner en valor la cultura y el talento joven.
¿Crees que un director novel lo tiene más difícil para estrenar que cuando empezó esta película?
Creo que la perspectiva es peor. Ahora mismo, a mí no me daban las ayudas del ICAA. Porque no tenía ninguna televisión apoyando la iniciativa, presenté el proyecto sin tener a una distribuidora detrás. Había un plan de financiación pero no se había conseguido nada. Si presento aquello ahora, no supero la primer fase. Nadie se lee mi guión porque no supero la fase de un plan de financiación.
Yo tengo asumido que no voy a vivir del cine. Yo trabajo en otras cosas y he tenido la suerte de poder hacer María (y los demás). Pero una cosa es no vivir del cine y la otra es que te arruines haciendo cine. Esto es un trabajo, si queremos un cine nacional y joven, no puede ser un hobby.
¿Qué hay que hacer para que la situación mejore?
Hay que hacer mucho trabajo de fondo. Pero esto no es algo que ataña solamente al cine, hablamos de valorar la cultura en términos generales. Pero luego ves que van a bajar el IVA a los toros y subirlo a los productos azucarados y... no sé... veremos hacia donde nos llevan estas políticas. Tendremos que encontrar la manera de seguir haciendo esto de una manera digna.
Encontrar circuitos alternativos de distribución, estrenar al margen...
El problema de trabajar al margen es que tú no haces una película para que la vean tus colegas y ya está. Trabajar al margen te puede limitar a que no llegues al público que no ve cine al margen. Me refiero a que incluso si tu peli va a festivales, gusta y llega a estrenarse, en un fin de semana te la pueden quitar si no vendes las entradas que se esperaban. Pero tal vez sea porque no has tenido la suficiente promoción.
Hay demasiados factores que valorar. También es cierto que estamos demasiado pendientes de cómo funciona el estreno. La película, una vez está hecha, puede tener mucha vida y quizás funcione a largo plazo. Pero si resulta que si quieres poner en valor tu trabajo, cuando vas a buscar financiación para la siguiente se fijan en la recaudación de la anterior. Es una pena porque se está confundiendo la calidad de una película con el éxito de taquilla que ha tenido, y son dos cosas distintas.