El actor irlandés Peter O'Toole, más conocido por interpretar el papel de Lawrence de Arabia, ha fallecido este domingo a los 81 años, como ha confirmado su agente a The Guardian. Su carrera de actor estuvo muy unida a grandes personajes históricos o procedentes de la literatura, como fue el caso de su película más conocida Lawrence de Arabia, pero también de Lord Jim, Becket y El león en invierno. Este irlandés hijo de una escocesa siempre podía aparentar ser un grandioso Rey de Inglaterra.
Iba para periodisca cuando descubrió el teatro y, después de dos años en la armada británica, se enroló en la Real Academia de las Artes Dramáticas. Allí estaba echando los primeros dientes la generación de actores que dominaría en los años siguientes los escenarios, las pantallas y, en algunos casos, los bares y las fiestas. Albert Finney, Richard Harris y Alan Bates fueron compañeros suyos de clase. O'Toole, Harris y el galés Richard Burton forrmaron un trío de actores de carácter indomable, tan dispuestos a vivir su trabajo con pasión como de inundarlo de whisky.
En la misma Stratford-upon-Avon rindió tributo a Shakespeare, por ejemplo en el papel de Shylock en El mercader de Venecia. Cuando en 1963 protagonizó Hamlet a las órdenes de Laurence Olivier ya quedaba claro que O'Toole iba a estar en lo más alto durante mucho tiempo. Después vino Lawrence de Arabia, y ya quedó fija en los espectadores su imagen como la del perfecto idealista y aventurero británico que finalmente también terminará pagando por sus pecados.
Record de nominaciones al Oscar
Cuentan que el director David Lean quería a Marlon Brando y a Albert Finney pero Brando dijo que “no quería pasarse los próximos dos años sentado en un camello” y Finney se negó a firmar el contrato. La película le valió a O'Toole su primera nominación a los Oscars, que perdió dignamente contra Atticus Finch, el abogado que interpretaba Gregory Peck en Matar a un ruiseñor.
Fue una de las constantes de su larga carrera, que llegó a sumar ocho nominaciones como mejor actor: Becket (1964), Un león en invierno (1968), Adiós, Mr. Chips (1969), La clase dirigente (1972), Profesión: el especialista (1980) y Mi año favorito (1982). Ningún otro actor ha recibido tantas nominaciones no consumadas. Cuando la academia le entregó un Oscar honorífico en 2003, estuvo a punto de no aceptarlo.
Después de Lawrence se especializó en llevar coronas. Fue dos veces Enrique II -en Becket (1964) y en Un león en invierno (1968)-, Rey Cedric Willingham en Rey Ralph (1991) y el Rey Priam en Troy (2004). También ha sido el emperador Tiberius Caesar en Caligula (1979) y el Emperador de Lilliput en Los viajes de Gulliver (1996). Fue el príncipe Meleagre en El ladrón de arcoiris de Alejandro Jodorowsky (1990) y el presidente Paul von Hindenburg en Hitler: El reinado del mal (2003).
Paradojicamente, cuando la reina ofreció hacerle caballero en 1987, O'Toole declinó el honor “por motivos políticos”.
Con las botas puestas
Su belleza delicada le ayudó al principio (Noel Coward le dijo una vez “si hubieras sido más lindo, se habría llamado Florence de Arabia”) pero no duró. Sus aristocráticos rasgos juveniles se estropearon rápidamente por culpa de su adicción al alcohol y de un cáncer al que sobrevivió en 1976 después de que le extirparan parte del estómago y el intestino.
En verano de 2012, el actor anunció su retirada de los escenarios después de una larga carrera, para escribir la tercera parte de sus memorias. “creo firmemente que uno debe decidir por sí mismo cuándo ha llegado el momento de irse -dijo entonces. - Es mi hora de tirar la toalla. Retirarme de los platós y escenarios. He perdido mi amor por el trabajo y no va a volver”.
Pero volvió hace tan sólo unos meses para el rodaje de Katherine de Alexandria, sobre el enfrentamiento de Santa Caterina (la de la rueda) y el emperador Constantino el Grande. O'Toole interpreta a Corenlius Gallus, el orador de palacio, que se ha convertido tristemente en su último papel.