Najwa Nimri es un misterio fascinante. Lo lleva siendo décadas, desde que sorprendiera en el cine de Calparsoro y Medem. Desde que aquel misterio se hiciera cuerpo en películas como Abre los ojos o Los amantes del círculo polar. Ahora lo sigue siendo y, como dice ella, se encuentra en un momento en el que tiene la confianza para no tener que convencer a nadie de si ese enigma es real o una máscara desde la que proteger su timidez.
Lo que está claro es que la actriz se encuentra en un momento de madurez profesional en el que ha logrado aunar el éxito entre unas nuevas generaciones que no vivieron aquella explosión noventera gracias a series como La casa de papel, y retos interpretativos como el que ha asumido en La virgen roja, el nuevo filme de Paula Ortiz que ha llegado a los cines este viernes.
Nimri interpreta a Aurora Rodríguez, la mujer que intentó moldear a su hija como una mujer perfecta en los años 30. Un experimento que terminó con el asesinato de la joven cuando quiso despegarse de su madre. Una historia fascinante que Ortiz ha llevado a su universo personal y en el que Najwa Nimri construye un personaje que es una olla a presión. Tan impredecible como sus respuestas en cada entrevista.
¿Conocía la historia de Aurora y Hildegart?
No, no la conocía y creo que se debería conocer más. Yo cuando me adentré en ella dije, ¿cómo no me he enterado de esto antes? Es que es muy significativo lo que sucedió. Lo que pasa es que el hecho de que fuera un parricidio tapó todo. Lo entiendo porque es una tragedia, pero creo que ese fue el motivo por el que no se estudió más quiénes eran estas intelectuales.
¿Ese era el riesgo de la película, quedarse en el morbo de un parricidio?
Es que el suceso en sí lo tapa todo y es lo normal, porque es un hecho casi incomprensible e imperdonable. No se puede justificar de ninguna de las maneras. No juzgarlo en el proceso ha sido muy complicado. Tiene una cosa como de posesión permanente, infernal, como de Nosferatu, vampírica, en donde necesita al de enfrente para poder encarnar y que las cosas sucedan de la manera que ella proyecta.
Siempre se dice lo de no juzgar a los personajes, ¿es un tópico o es verdad?
Es mi especialidad. No es mi carrera, es mi especialidad. Hago otro tipo de personajes también, pero elijo lo denostable porque aprendo más.
¿Le ponen como actriz esos personajes?
No, no tiene que ver tanto con que me ponga. No me pone la gente moralmente inaceptable. Aprendo de ellos porque siempre llego a la misma conclusión, que es que la moral depende de la necesidad, y que las necesidades son diferentes en cada caso y todo el mundo es un poco mierda y todo el mundo es un poco maravilloso.
Normalmente la gente parece que va al cine a que le den la razón, a ver un reflejo de nosotros y reafirmarnos en lo que pensamos, ¿cree que pasa eso y por eso busca ese otro tipo de personajes?
No. Yo no hago política, aunque haga de política a veces. Con conseguir que la audiencia, en cualquiera de los casos, se plantee cualquier cuestión, ya me parece suficiente. No tengo una aspiración didáctica, ni pretendo que la gente se una en unos pensamientos que además desconozco. Yo soy empollona momentánea. Me preparo para las cosas que tengo que hacer, pero luego no tengo un amplio conocimiento de todo. Por eso soy bastante cauta a la hora de expresar cosas que le conciernen a todo el mundo, y más hoy en día.
Los periodistas normalmente les pedimos que se posicionen.
No creo que sean solo los periodistas, es todo el mundo con todo el mundo. Es la audiencia, es tu hijo, es tu madre. Se espera que el periodismo sea más imparcial y que no se tenga que posicionar tanto, que simplemente se dedique a alumbrar.
Hay una cosa del personaje que es su misterio, ¿eso se tiene o se construye?
Eso se construye con estudios de psicología. De hecho, me encanta que digas eso, porque realmente es una olla a presión y se construye desde una patología que es una especie de represión automática que llevas desde que eres pequeño. Una tipología de psicopatía que lo que haces es reprimir todo lo que tiene que ver con la sexualidad, sobre todo fallida.
¿Y el misterio de Najwa Nimri como actriz? Siempre se dice que es misteriosa, ¿es algo también construido como máscara para poner una distancia con la exposición pública?
No, es que hablar de que si eres o no misteriosa… imagínate lo ridículo que te sientes contestando esta pregunta, porque diga lo que diga va a sonar estúpido. Es como cuando te preguntan, ¿eres tímida? Yo en realidad soy una persona muy tímida, pero estoy haciendo una entrevista, una contradicción viviente. Que cada uno piense lo que quiera pensar. No forma parte de un plan. Yo tengo una ambición muy poco dirigida. Ahora soy más consciente y ahora soy capaz de hablar delante de las cámaras sin tanto miedo. Pero recuerdo lo que me costaba cuando tenía 19.
Es curioso que diga que tiene ahora menos miedo, cuando cualquier declaración está inmediatamente en vídeo y en redes sociales.
Es que muchas de las preguntas que me estás haciendo tienen que ver con cómo me veo yo. Sí tengo una consciencia sobre cómo me reciben los demás pero realmente no estoy pensando en que ahora hay muchas más cámaras. De lo que te estoy hablando es de que yo ahora estoy más preparada. Menos mal que me está tocando ahora que hay cámaras, porque si me hubiera tocado con 19 estaría haciendo el ridículo todo el rato.
Hacía ocho años que no rodaba una película, ¿ha sido porque las series le han ocupado más tiempo o es una decisión personal y ha dicho a mucho que no?
Hemos dicho que no a cosas. En la oficina tienen muy claro que tengo que ir alternando series con cine. El cine… se cobra menos y es muy complicado de hacer, pero es donde realmente tenemos parte del corazón y de la pulsión puesta, porque es un ejercicio de concentración muchísimo más bestia. Decidimos muy mucho qué películas se hacen. Puedo meterme en una serie en la que no sé si el contexto va a ser bueno o no sé si va a triunfar pero me interesa el papel que hago, por ejemplo. Pero en cambio con una película tengo que mirarlo todo.
Decir que no nunca ha sido un privilegio, siempre ha sido un derecho. Odio cuando me lo dicen. Sobre todo la gente cercana. Siempre he dicho que no, hasta cuando no me lo podía permitir
¿Cuesta mucho decir que no? Imagino que también es un privilegio…
Decir que no nunca ha sido un privilegio, siempre ha sido un derecho.
Qué bonito.
Ya, me acaba de salir. Me ha molado. Pero es que no creo en eso de, ‘claro, tú que te lo puedes permitir’. A mí me la pela eso. Perdón, es que no me lo creo. Es que odio cuando me lo dicen. Sobre todo la gente cercana. El otro día me lo dijo una familiar, y dije, ¿pero tú de qué vas, colega? Me lo he tenido que currar. Y aparte, siempre he dicho que no hasta cuando no me lo podía permitir.
Eso es tener unos principios muy claros.
No sé si es tener los principios muy claros. Todo el mundo puede decir que no. El no ese siempre responde a dinero en realidad. Quiero decir, te pagan todo esto para hacer esta mierda. Porque por lo general, la falta de talento y la falta de compromiso con el arte se suple con pasta.
Leí hace poco en una entrevista que hizo un intento de ir a Hollywood
No intenté ir a Hollywood. Vinieron a reclutarme en unos Goya. Concretamente en una alfombra roja.
¿Qué vieron en usted?
Que era una estrella potencialmente. Las estrellas son como unos cuerpos incandescentes que lo que están es quemándose hasta morir. Y no lo aguanté. Me reclutaron, fui y no me moló.
En unos Feroz en Zaragoza vi el fervor que despierta en la gente joven, ¿cómo ha vivido ese fenómeno fan en esa generación?
No sé. La conexión es conexión, y la forma en la que se expresa ahora es diferente a la que se expresaba antes, porque estamos muy comunicados. No me acabo de tomar muy en serio la efervescencia del input de un adolescente porque están con las hormonas disparadas pero lo agradezco, porque no dejo de ser una persona 30 años mayor que ellos.
Pero está claro que hay una conexión muy fuerte.
Ha habido una conexión porque han conectado con la 'no princesa'.
¿Es difícil no quemarse en esta profesión?
Es difícil no quemarse si no tienes la cabeza puesta en quién eres.
¿Es importante rodearse de gente que te haga de colchón para no quemarse?
Creo que con 50 años puedo decir que estoy llegando a la conclusión de que lo más importante es quién te rodea. De hecho, no lo sabes con 20, pero sí lo sabes con 50. Estar mal rodeado te cuesta la carrera, te cuesta la vida, te cuesta todo.
Con 50 años puedo decir que estoy llegando a la conclusión de que lo más importante es quién te rodea. Estar mal rodeado te cuesta la carrera, te cuesta la vida, te cuesta todo
¿Suele mirar atrás a su carrera?
No, no tengo mucha morriña. No tiendo a mirar al pasado. Y es un error, porque no se puede avanzar. No lo vivo como un tanto a favor.
¿Y hacia el futuro?
Mogollón. Y es horrible. Pero curiosamente no me proyecto a mí en un estatus. Nunca ha sido mi ambición.
¿Le gustaría dirigir o escribir?
Escribir y producir. Muchas ideas que aporto en rodajes son recibidas con buen gusto y he dicho, joder, imagínate cobrar por ello… Estamos en ello, sí.
¿Qué historias cree que faltan por contar en el audiovisual español?
Me gustaría ver historias de mujeres de una manera menos politizada. Existen esas mujeres. No todo atiende a un discurso político, aunque todo sea política. Me gustaría ver historias en donde la abstracción te lleve a imaginar cosas, historias que no tienen que ver con dónde te posicionas, que tiene que ver más con cómo y desde dónde vives la vida. Lo veo muy polarizado todo, y eso para la creatividad y para todo lo que tiene que ver con una expresión artística, es absolutamente limitante.
Ya ha dicho que no le gusta posicionarse, pero ¿le preocupa esa polarización?
No es que no me guste posicionarme, es que no estoy posicionada en ningún lado. Es que no sé tanto de las cosas. Sé de lo que sé, y el resto del día escucho, hablo, escribo… pero no me paso el día documentando. Nunca creo que sé lo suficiente como para plantarme y hablar desde una posición. Eso no quiere decir que no la tenga. Eso quiere decir que no la comparto.
Ahora normalmente es al revés, la gente opina de todo en las tertulias todo el rato.
Pero no les entiendes. Yo no entiendo la mitad de lo que dice la gente que habla, sobre todo los políticos. A algunos no se les entiende nada. Hay otros que hablan bien, eso hay que concedérselo. Saben montar los verbos, hablan con frases construidas y dices ‘hostia, menos mal que este fue al cole’.
Ha dicho antes que le gusta dar su opinión en los rodajes. Me he acordado de lo que suele decir Candela Peña, que a la mujer que opinan la tachan de molesta, de que da problemas.
Yo a Candela la adoro. Imagino que esa ha sido su experiencia. Yo creo que tiene mucho que ver con cuál es tu naturaleza en el set. Yo soy muy reservada, y creo que eso me juega muy a favor. Pienso, ya se lo diré mañana. Y lo hago como más… soy más perra, yo lo hago sin avisarte.
Cuando menos lo esperan.
Soy más zorra. Pero entiendo lo que dice ella perfectamente. Y me la banco, la avalo y a tope porque es un pedazo de actriz que se deja los huevos. Seguro que le juega malas pasadas hablar tan claro. Yo voy más a la chita callando.
Vídeo de la entrevista completa
Vídeo: Nando Ochando y Javier Cáceres