La carrera de los Oscar del año de la pandemia es cosa de Netflix, Amazon Prime y Disney+
A finales de abril del año pasado, la Academia de Hollywood tomó una decisión histórica: cambió su reglamento para permitir que las cintas estrenadas online pudiesen ser candidatas a los Oscar siempre que tuviesen programado un estreno en cines. Hasta entonces, haber pasado por alguna sala de cine (estreno en theatrical) era una condición indispensable para optar a los premios más importantes de la industria del cine. Pero la pandemia lo ha cambiado todo.
Tanto es así que la carrera de los Oscar parece haberse convertido en la de las plataformas de Video On Demand —VOD—. Netflix suma 29 nominaciones: diez para Mank, seis para El juicio de los 7 de Chicago, cinco para La madre del Blues, cuatro para Noticias del gran mundo, dos para Hillbilly, una elegía rural y una para Campamento extraordinario y otra para el corto Si me pasara algo, os quiero. Amazon Prime Video cuenta con seis nominaciones para Sound of Metal, tres para Una noche en Miami… y dos para Borat, película film secuela. En Disney+ se han estrenado como era de esperar Soul (tres nominaciones), Mulán (dos nominaciones) y Onward (una nominación), así como el nominado a Mejor corto de animación Madriguera, pero además estrenará Nomadland el 30 de abril, tras su paso por salas el próximo 26 de marzo.
Algunas son películas originales de dichas plataformas, otras pertenecían a majors pero las terminó distribuyendo la gran N roja —como la cinta de Paul Greengrass con Tom Hanks—, o la casa del ratón—el caso de la multipremiada película de Chloé Zhao—, pero es innegable que la pandemia ha forzado un cambio de valores en Estados Unidos: la mayoría de las películas de los Oscar 2021 no se han visto en cines, sino en hogares. De hecho, la única película de gran presupuesto que se atrevió a estrenar en salas de cine de forma convencional, Tenet, tiene solo dos nominaciones. Los tiempos cambian, los premios también.
Cómo hemos llegado a los Oscar del streaming
El año en el que la mayoría de los estrenos se han producido en Internet, era lógico que los Oscar fuesen un reflejo de las apuestas de las plataformas. “Sin duda el sector del streaming ha sido el gran beneficiado del confinamiento”, explicaba a elDiario.es Elena Neira, experta en distribución cinematográfica y autora de Streaming Wars: la nueva televisión (Libros Cúpula). “Con los cines y demás espectáculos en suspenso, el entretenimiento digital se convirtió en la primera opción de los hogares que no solo intensificaron el número de horas dedicadas a ver vídeo online sino también el número de plataformas a las que estaban registrados. Y teniendo en cuenta que la normalización total de lo que podríamos entender como compentencia (como los estrenos de cine y demás actividades culturales) todavía no se ha producido, creo que todavía podemos esperar buenos resultados para ellas”.
Antes de la pandemia, la industria del cine seguía el conocido como sistema de 'ventanas' para marcar los tempos de explotación de un título. Una película se veía primero en cines, luego en dvd y otros formatos domésticos, más tarde en alquiler digital y en última instancia en streaming o suscripción —en Netflix, Disney+, HBO y otros tantos—.
Según aquel sistema para que una película pudiese verse en cines su estreno debía ser exclusivo durante un tiempo determinado, algo que tanto los Oscar como los Goya respetaban y alentaban. Suerte de proteccionismo necesario. Solo que Netflix —también el resto de plataformas pero principalmente ésta—, entró como un elefante en una cacharrería con la voluntad de estrenar sus películas en cines para optar a los Oscar, pero sin respetar ese tiempo de exclusividad de las salas: en dos o tres semanas podían estar accesibles en la suscripción de su catálogo, cuando la exclusividad de los cines antes podía llegar a durar tres meses.
Eso provocó que en 2018, la mayoría de cines españoles decidiesen no estrenar Roma, la película de Alfonos Cuarón, que partía con 10 nominaciones a los Oscar (se conformó con 3). En nuestro país solo pudo verse en pantalla grande en 5 de las 3.618 salas que habitaban el panorama. Un año después la plataforma repitió la jugada con El irlandés: diez nominaciones que se quedaron en agua de borrajas —Scorsese se fue de vacío—, pero la película se pudo ver en unos pocos cines porque así lo exigían las normas de la Academia de Hollywood.
Aquel año, que fue un año de récords de taquilla, una de cada tres personas que fueron al cine lo hicieron para ver una película de Disney. La casa del ratón tenía en esta ventana de exhibición una fuente de ingresos importantísima. Pero llegó 2020 y las prioridades cambiaron: ante el cierre de salas, los ejecutivos del gigante del entretenimiento decidieron poner toda la carne en el asador de la exhibición online. El año de la pandemia, Disney ha estrenado en Disney+ Mulán, Soul y Raya y el último dragón. Y sigue retrasado el estreno de Viuda negra.
No es difícil imaginar que si las majors hubiesen optado por estrenar en cualquiera de las ventanas de exhibición disponibles, bien en sus respectivas plataformas, bien en salas en los países o estados en los que sí estaban abiertas, el panorama de esta edición de los Oscar habría sido diferente. Warner Bros tuvo el arrojo de estrenar en nuestro país Tenet y Wonder Woman 1984 —la primera tiene dos nominaciones y la segunda ninguna—, al tiempo que en diciembre anunciaba que en adelante estrenaría simultáneamente en cines y HBO Max (online). Warner, sin ir más lejos, no ha estrenado aún Dune, que podría haber hecho fortuna en las categorías técnicas de los premios de la Academia.
Más de lo mismo ocurre con Universal, que ha decidido que James Bond: sin tiempo para morir se estrene en algún momento de este año. Anteriores entregas, como Skyfall o Spectre, se hicieron con dos y una estatuilla respectivamente. Por su parte 20th Century Studios retiene La crónica francesa de Wes Anderson, que bien podría haber rascado nominaciones en diversos apartados: baste recordar que El gran hotel Budapest se hizo con 4 premios Oscar.
Oscar distintos para películas distintas
En 2020, ante el inmovilismo de las majors, las plataformas han tomado la delantera: amparados por la normativa de la Academia han ido estrenando películas en sus catálogos, que centraban la conversación de la crítica y de la audiencia semana tras semana. Convirtiendo lo que de otra forma hubieran sido discretos estrenos online como Sound of Metal o La madre del blues en las películas que había que ver para estar al día de lo que se cocía en el séptimo arte.
El resultado del año pandémico y los estrenos online son unos Oscar distintos y no por ello peores. Muchas de las películas que han llegado hasta estas nominaciones destacan por méritos propios, así como el trabajo de sus responsables.
Esta edición, de hecho, ya nos deja algún dato histórico reseñable: es la primera vez en la historia de los Oscar que coinciden dos mujeres en la nominación a la mejor dirección, Chloé Zhao por Nomadland y Emmerald Fennell por Una joven prometedora. La primera se ha convertido en la primera mujer en conseguir cuatro nominaciones el mismo año, y la segunda en ser la primera en optar a Mejor Película y Dirección con un debut. Frances McDormand es la primera mujer en ser nominada como actriz y productora el mismo año por Nomadland.
También asistimos a una diversidad representativa y aplaudible entre las nominaciones a actores y actrices, pues los actores caucásicos son por primera vez minoría. Steven Yeun es el primer actor de origen asiático en ser nominado en la categoría de Protagonista y Riz Ahmed, de origen paquistaní, es el primer actor musulmán nominado en la misma categoría. Viola Davis es la primera actriz negra nominada hasta en cuatro ocasiones y es la primera vez que un filme íntegramente realizado con productores negros opta a Mejor Película en los Oscar, gracias a Judas and the Black Messiah. Así que se podría decir que, de alguna forma, los estrenos online también han traído diversidad y proyectos valiosos a los Oscar.
Actualmente las salas de cine empiezan a reabrir, también Nueva York donde permanecieron cerradas casi un año. Se espera alcanzar cierta normalidad a lo largo de 2021, siempre y cuando el ritmo de vacunación se acelere. Así que está por ver si la medida de la Academia ha venido para quedarse o sin en 2022 la exclusividad de las salas volverá a ser un requisito imprescindible para los Oscar. Sea como fuere, la de 2021 ya habrá pasado a la historia.
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