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El extraño caso de la película española sobre necrofilia que triunfa en Filipinas

Belén Remacha

Si uno entra en la página de Facebook de la película El cadáver de Anna Fritz encuentra multitud de mensajes en tagalo, el idioma mayoritario de Filipinas. Un hecho que ya sorprendió hace dos semanas a varios miembros de su equipo, cuando comenzaron a recibir mensajes en redes sociales desde ese país asiático. “¿Eres Javier (uno de los personajes) de verdad o es un perfil falso?”, le preguntaban a Bernat Saumell, además de productor, intérprete en la cinta. 

“Preguntamos al distribuidor internacional de la película si la habían puesto en Filipinas, y nos dijeron que no. Investigué a través de la gente que me agregaba, y me contaron que ahí éramos súper famosos y que el filme se había hecho viral. Me dijeron que la habían visto a través de un perfil de Facebook”, cuenta. Y parece que esta ópera prima de Héctor Hernández Vicens, un thriller (dentro del cine convencional) que trata el tabú de la necrofilia, gustó por esos lares. “En dos días llevaba tres millones de visionados”, cuenta. Según informa Fotogramas, se calcula que actualmente la han visto en aquel país entre 5 y 7 millones de personas.

Saumell narra que, al darse cuenta de este hecho, lo primero que hicieron fue “una denuncia interna a Youtube. Luego hablamos con nuestro abogado, y contratamos a una empresa que se dedica a eliminar todos estos links”. Porque, además, tienen ahora mismo un agente de ventas en la Berlinale, y con la película tan pirateada en Internet iba a ser más complicado comercializarla. “Todavía no sabemos si esto ha tenido repercusión en Berlín”, comenta.

Aprovechar el fenómeno

“El fenómeno tiene un punto positivo que es que la peli gusta, genera viralidad y controversia. Cuando creas un buen producto el boca a boca se crea solo, la gente habla de él”, reflexiona Saumell. La versión que circula es en español subtitulada en inglés, creen que grabada a partir de algún DVD editado en otro país: “lo bueno, o lo malo, es que la han visto en 240 píxeles, una calidad muy baja. Eso nos da la oportunidad de quizá lanzar una en HD, por ejemplo, y comercializarla. Como ha sido un efecto fan, quizá tenemos la posibilidad de monetizarlo de alguna manera”, comenta.

De momento, sus redes sociales ya se han llenado de mensajes de promoción en tagalo e inglés. Porque, aunque todavía no tienen nada cerrado, ya están mirando “si se puede hacer un estreno ahí, o una entrevista”. Sus esfuerzos se centran en encontrar alguna herramienta de comunicación con el país asiático, “lo mejor sería colaborar con alguna televisión”.

El cadáver de Anna Fritz, según contaba su director en una entrevista con motivo del estreno en Sitges, está basada en un caso real que leyó hace años en el periódico. “La intención ha sido que los personajes fueran realistas, y sus pensamientos y sus emociones, que es donde se halla la brutalidad del film, auténticos y necesarios”, describía. Alba Ribas (la propia Anna Fritz), Cristian Valencia y Albert Carbó completan el reparto.

El extraño caso filipino

¿Y por qué esta historia ha gustado tanto a miles de kilómetros de España? “Yo creo que porque es una temática muy fuerte. Aquí tenemos muchos impactos constantemente de todo tipo, quizá ahí no tanto”, piensa Saumell. Según cita Fotogramas al Ministerio de Cultura, El cadáver de Anna Fritz ha sido vista desde su estreno en España el 30 de octubre por casi 9.000 espectadores, recaudando más de 36.000 euros. Un dato considerablemente menor que el ilegal de Filipinas.

Eso sí, la película ha pasado por varios festivales: SXSW Austin USA, BFI London, Fantaspoa Brazil o la Sección Oficial de Sitges. “Yo creo que también hubiese funcionado muy bien en España con una gran campaña de publicidad, a todo el mundo que la ha visto le ha gustado. Pero no hemos tenido ni dinero para promocionarla bien ni el apoyo de muchos cines. La problemática es la de siempre: no puede ser que todas las películas cuesten lo mismo, la nuestra con cuatro actores y un escenario y una superproducción. Es como si voy a un concesionario y todos los coches valen igual”, se queja el actor y productor.

 “Es un problema que los productores no podamos elegir el precio final de nuestro producto”, continúa Saumell. “Quiero que quede claro que con esto hay un problema de pirateo. En plataformas como Youtube o Facebook deberían tener una política más fuerte, no puede ser que puedas colgar una película sin tener los derechos de imagen”, recalca el actor y productor.

Hay datos curiosos alrededor del triunfo aparentemente aleatorio de este truculento guion en Filipinas. Según indica Google Trends, Filipinas es el país líder mundial en cuanto a búsquedas de la palabra 'necrophilia'. Según VICE, ya lo era en 2013. Además, esas estadísticas informan de que en febrero de 2016 se ha producido el techo de esa consulta, muy superior respecto al mes de enero. No se puede saber con certeza, pero seguramente ese aumento está vinculado a este éxito. Habrá que ver cómo evoluciona el fenómeno 'Anna Fritz' en ese país. O incluso si vive una segunda vida en España gracias a este empujón mediático. Por ahora, en Filipinas han hecho hasta camisetas.

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